"Un libro imprescindible" anuncia el título del excelente prólogo de
Manuel Garí y Nacho Álvarez. Ciertamente, el libro del economista Michel
Husson, El capitalismo en 10 lecciones /1, es del todo necesario para
quienes deseen iniciarse rigurosamente en la crítica marxista del
capital. (...)
¿Qué es el capital?
(...) En la primera página se establece una definición de capital, como
relación social basada en la propiedad de los medios de producción. Esta
apropiación privada diferencia entre quienes tienen y quienes, al no
tener nada, deben vender su trabajo para vivir. El capital se define
como una relación social basada en la explotación; no es, entonces, sólo
una cantidad de dinero ni una inversión mobiliaria, productiva o
financiera.
Dónde hay capital hay trabajo, y se reproduce mediante un
proceso de permanente autovalorización, regido por un régimen de
competencia que obliga a cada capitalista a aumentar su capital
reduciendo el valor unitario de cada mercancía, y que es sacudido por
sus propias contradicciones durante las crisis. (...)
Lejos de tratarse de un proceso "natural" más bien asistimos a un
proceso histórico caracterizado por la violencia estatal y el
enfrentamiento entre grupos sociales. Este escenario complejo no permite
explicaciones mecanicistas, monolíticas, de burda lógica monocausal.
El
surgimiento y expansión del capitalismo adopta diversas formas
dependiendo de las peculiaridades autóctonas de cada región, influido
por las nuevas características de las fases de su desarrollo por todo el
planeta.
¿De dónde viene el beneficio?
¿De dónde viene el beneficio?
(...) Como pilar fundamental de la acumulación del capital, Husson lo aborda
partiendo de la noción de excedente: aquello que la sociedad produce por
encima de su nivel de mera reproducción de las condiciones de
existencia de los productores. En una sociedad de clases como la
capitalista este excedente es apropiado por un grupo reducido dentro de
ella. (...)
¿Por qué los ricos son más ricos?
(...) Para explicar por qué los ricos son mas ricos hace falta observar la
estrecha relación que guardan dos características básicas del
capitalismo: el aumento de la productividad y el incremento de las
desigualdades. Hasta los años 70 los aumentos de productividad se veían
reflejados en aumentos salariales. Después de la crisis de los 70 y la
ofensiva neoliberal, los aumentos de productividad se empezaron a
revertir mayoritariamente en los beneficios empresariales estancando así
los salarios.
De este modo las rentas del capital ganaron terreno en
detrimento de las rentas salariales en el conjunto de la renta nacional.
A pesar de que diversos estudios indican que el número de pobres se ha
reducido en los últimos años, no es menos cierto que han aumentado
exponencialmente las desigualdades sociales. (...)
¿Qué necesitamos (realmente)?
(...) Precisamente sobre las necesidades, ¿Qué necesitamos (realmente)?, versa
el cuarto capítulo. Husson muestra como los cambios en la estructura de
la demanda acentúan la crisis sistémica. Se observan tres tendencias.
Primero, el desplazamiento de la demanda social de los bienes
manufacturados a los servicios, estos últimos caracterizados por unas
tasas de productividad menores.
Segundo, la reducción de la presión
fiscal, al mismo tiempo que aumenta el consumo del sector público,
contrarrestado parcialmente durante las últimas décadas por la ola de
privatizaciones.
Y tercero, la evolución de la productividad, creciente
pero a un ritmo menor.
La combinación de estas (contra)tendencias da
lugar, según Husson, a una demanda social cada vez menos conforme con
las exigencias de rentabilidad, en contradicción con las exigencias de
acumulación, porque equivale a un desplazamiento hacia sectores de menor
potencial productivo y de menor potencial en términos de beneficio.
Dado que lo importante para el capital es la rentabilidad se intentará
adecuar las necesidades a este objetivo sin considerar su satisfacción
social óptima. (...)
¿Qué no es mercancía?
¿Qué no es mercancía?, presenta otro de los procesos importantes en la
dinámica del capital: la mercantilización de la vida. Destaca como el
trabajo se ha convertido en una mercancía y como la extensión del
capitalismo al conjunto del planeta ha permitido al capital hacerse con
reservas inagotables de mano de obra barata mediante la disolución de
las formas de vida precapitalista.
Esta dinámica aumenta los ejércitos
de reserva en los países desarrollados y presiona a la baja los
salarios. También aborda los más recientes debates sobre la
mercantilización de la naturaleza, el conocimiento, los productos
inmateriales y los commons. (...)
¿Es posible un capitalismo verde?
(...) ¿Es posible un capitalismo verde? Para justificar su imposibilidad,
Husson analiza el efecto que tendría en la rentabilidad una hipotética
reducción de la intensidad energética en la producción. Por un lado se
observa que si se pretende mantener la tasa de beneficio, al mismo
tiempo que se aumenta el coste por la introducción de tecnologías más
limpias, indudablemente se hará a costa de las rentas salariales.
Por
otro lado, la rentabilidad se verá deteriorada pues productos más
eficientes energéticamente tendrán un coste superior para los
consumidores, y aquí es donde surgen los problemas en la realización de
estas mercancías en un contexto de estancamiento salarial.
Husson
también critica detalladamente como las soluciones de mercado para la
cuestión ecológica están condenadas al fracaso, destacando así la
contradicción entre eficacia medioambiental y eficacia económica
entendida, estrechamente, como la optimización del beneficio.(...)
¿A que conduce la globalización?
(...) Una de las consecuencias de este fenómeno ha sido la erosión de los
modelos sociales, sobretodo en Europa, mucho más difíciles de defender
ahora que no hay fronteras para el capital ni éste siente la presión de
la existencia del antiguo bloque soviético. (...)
El papel de Europa
(...) El papel de Europa y su unión económica y monetaria, abordado en el
capítulo octavo, es fundamental en la historia de la globalización. (...)
Los criterios de Maastritch fueron el corpiño definitivo para encauzar
la política económica de los estados miembro: la moneda común y el pacto
de estabilidad institucionalizaron la austeridad como única política
económica posible. Los favorecidos, una vez más, han sido los grandes
grupos empresariales que han visto flexibilizarse los mercados de
trabajo y reducirse los salarios.
La crisis, señala el autor, no ha
hecho más que poner de manifiesto las incoherencias y asimetrías del
sistema euro. Pero el objetivo del proceso de integración nunca fue
tender a una mayor coordinación y convergencia, sino conseguir la
liberalización económica, lógica que se acentúa tras la aplicación de
las recetas de austeridad en el actual momento de crisis.
¿Qué es una crisis?
(...) la crisis es intrínseca a la dinámica capitalista y establece cuatro
dimensiones para entender como las grandes crisis y sus posteriores
consecuencias dieron lugar a las diferentes fases del capitalismo:
régimen de acumulación (la economía), paradigma tecnológico (la
técnica), regulación social (lo social) y división internacional de
trabajo (lo internacional).
Una de las conclusiones más contundentes es
que los llamados "treinta gloriosos" fueron, en realidad, un paréntesis,
una anomalía, en la historia del capitalismo. La crisis de los 70
presentó un aumento de las tasas de desempleo junto con una progresiva
caída del crecimiento de la productividad.
El auge del neoliberalismo
puso fin al crecimiento del Estado de bienestar y estigmatizó la
inflación, gran enemiga del capital financiero, que iniciaba un proceso
de crecimiento y hegemonía que dura hasta nuestros días. (...)
Directos al precipicio
(...) el capitalismo no es una fruta madura y no se hundirá a pesar de su
pérdida de eficacia. La idea misma de una "crisis final" es
intrínsecamente absurda, porque el capitalismo no es solamente un modelo
económico, sino un conjunto de relaciones sociales; y éstas sólo pueden
ser cuestionadas por la iniciativa de fuerzas sociales decididas a
superarlas.
La mejor contribución que se puede hacer a la crítica del capitalismo y a la construcción de una teoría que sea una enmienda a la totalidad del sistema es la adecuada explicación de cómo funciona realmente. No hay nada más frustrante y estéril que construir una teoría o emprender una acción política a partir de premisas erróneas. (...)" (Iván Gordillo, Viento Sur, Rebelión, 09/10/2013
La mejor contribución que se puede hacer a la crítica del capitalismo y a la construcción de una teoría que sea una enmienda a la totalidad del sistema es la adecuada explicación de cómo funciona realmente. No hay nada más frustrante y estéril que construir una teoría o emprender una acción política a partir de premisas erróneas. (...)" (Iván Gordillo, Viento Sur, Rebelión, 09/10/2013
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