"Daniel Raventós (Barcelona, 1858), profesor de Economía y Empresa de la Universidad de Barcelona, es uno de los mayores expertos en renta básica que hay en España. (...)
¿Qué es la renta Básica?
La renta
básica es una asignación monetaria incondicional. Eso quiere decir que a
diferencia de los subsidios más o menos generalizados en el Estado de
bienestar no hay que cumplir una condición previa como ser pobre o estar
en el paro para percibirla: en un Estado con renta básica una persona
no necesitaría ninguna condición más allá que la de ser ciudadano o
residente acreditado, independientemente de que trabaje o no.
¿Emilio Botín, presidente del Banco Santander, también recibiría la renta básica?
Desde
el punto de vista contable no hay ningún tipo de duda. Pero Botín
debería pagar mucho más de lo que paga ahora en impuestos para que la
renta básica pudiera financiarse.
¿Cómo se podría financiar? ¿Es viable económicamente?
Lo
es. En la asociación Red Renta Básica hemos elaborado estudios
prácticos que así lo demuestran. De entrada, la gente tiende a pensar
que si la cobra todo el mundo, el rico y el pobre, la renta básica no se
podría pagar. La gente hace el cálculo, bien intencionado pero erróneo,
de multiplicar la renta básica por el número de habitantes de un país. Pero no es así.
Nosotros hicimos una simulación con datos fiscales de Catalunya y según
nuestros cálculos, a través de una profunda reforma del IRPF y la
supresión de todas las subvenciones y subsidios públicos cuyo montante
fuera inferior, se podría financiar una renta básica en Catalunya para
todos los adultos de 7.968 euros anuales y de 1.593 al año para los
menores de 18 años.
¿Cómo calcularon esa cifra?
Desde
la Asociación Red Renta Básica, accedimos a más de 200.000
declaraciones del IRPF del año 2010 en Catalunya, es decir en plena
crisis. Utilizamos un programa de microsimulación y nos basamos casi
exclusivamente en una reforma del IRPF que implicara un aumento de la
recaudación. También hemos cogido alguna idea del sindicato de los
Técnicos de Haciena (Gestha). La reforma fiscal sería imprescindible
para tener una renta básica.
¿Una renta básica universal no favorecería a los más ricos?
No,
para nada. Una de las cosas que más nos interesaba del estudio en
Catalunya era saber quién ganaba y quién perdía con la renta básica.
Bueno, pues el 70% de la población, empezando por el más pobre y
subiendo en la escala de renta, salía ganando, es decir ganaba más
dinero.
Un 10% de la población, la más rica, salía perdiendo, y entre un 15% y un 20% se quedaba igual. El que ganaría completamente es aquel que no tiene ingresos: pasaría de percibir cero a ingresar 7.968 euros al año. Pongamos
ejemplos prácticos: una persona recibe una pensión de 500 euros al
mes. La renta básica que hemos calculado para Catalunya serían 664
euros al mes.
¿Quiere decir esto que esa persona va a recibir los 500
euros de la pensión más los 664 euros de la renta básica? No, sólo va a
recibir 150 euros más porque las cantidades no se acumulan: los 500
euros quedan completamente suprimidos al ser una cantidad inferior a la
renta básica. Ahora es al contrario, en vez de 500 euros, una persona
recibe 800 euros de pensión, una cantidad superior. ¿Qué ocurriría?
Pues se quedaría igual.
Insisto, ¿es justo que la perciban también los ricos?
Le
pongo otro ejemplo: yo soy profesor titular de la Universidad de
Barcelona y percibo un salario público. Para percibir la renta básica
debería pagar más impuestos a partir del primer euro que ganara.
Tendrían que descontarme más en el IRPF de lo que me descuentan ahora,
pero también percibiría la renta básica. El que gana 100.000 euros
también tendría que pagar más en su IRPF y quizá ingresase menos al cabo
del año incluso contando con la renta básica.
Hay muchas críticas contra la renta básica, la más extendida es que sólo serviría para mantener a vagos.
Hay
gente que crítica el subsidio de desempleo porque dicen que
desincentiva a la hora de buscar trabajo, pero esa crítica no sirve
para una renta básica precisamente por su carácter de incondicionalidad.
Imagínese un subsidio de desempleo indefinido que fuera incompatible
con tener un trabajo.
Seguramente el perceptor de dicho subsidio no
estaría muy motivado a la hora de buscar trabajo: sería uno a cambio del
otro. Pero con la renta básica no pasaría eso, porque una renta básica
por definición es acumulable, con muchos de los matices que hemos dicho
de más impuestos, pero es acumulable a otras rentas.
Con una renta
básica, por ejemplo, la gente tendría más libertad para buscar otro trabajo que fuera más acorde con su formación y sus gustos, y muchos
jóvenes no se verían obligados a aceptar condiciones de trabajo de
miseria como ocurre ahora.
Eso entronca con la idea que algunos
defensores de la renta básica apoyamos desde hace tiempo: que no
solamente se trata de una medida que podría acabar casi de un plumazo
con la pobreza, si no que incrementaría la libertad de buena parte de
la ciudadanía.
Otra crítica muy recurrente es que la renta básica haría que muchas mujeres dejaran de trabajar.
En
un principio hubo algunas feministas que alertaron de ese riesgo. Pero
la renta básica es un instrumento de emancipación que otorga mayor
autonomía a las mujeres: es capaz de garantizar la existencia material
de muchas mujeres que ahora dependen de su marido o amante.
Incluso
algunas feministas entran en la idea de que bueno, estar en el hogar de
forma voluntaria y dejar un mercado laboral que en muchos casos
maltrata a las mujeres tampoco es un paso atrás en la liberación de la
mujer.
¿Qué efectos positivos tendría en la sociedad la implantación de la renta básica?
De
entrada, reduciría muchísimo la desigualdad. Lo hemos cuantificado.
Según nuestro estudio, Catalunya pasaría de tener uno de los mayores
índices de desigualdad de Europa a ponerse al nivel de Noruega, el país
más avanzado de Europa en esa materia.
El índice de Gini, que mide la
desigualdad, se reduciría en 4,5 puntos. Pero hay otro efecto muy
importante, que ya he apuntado antes: si tú pones una renta básica igual
al umbral de la pobreza, acabas con la pobreza.
¿Con la renta básica se saldría de la crisis?
Por
supuesto. Habría que añadir la reforma fiscal que implicaría la renta
básica y una lucha implacable contra el fraude fiscal. Habría que tener
también un control efectivo de la banca y que una parte importante de la
misma fuera pública, sin olvidar la coordinación y control de los
paraísos fiscales. Pero bueno, esto parece la carta a los Reyes Magos
(risas).
¿Cree que algún día se podrá implantar una renta básica en España?
La
renta básica requiere un amplio consenso social. La primera condición
es, por tanto, que sea conocida. Ahora no lo es. Es necesario el apoyo
de gente suficientemente significativa desde un punto de vista social.
Hay otro requisito: que la idea de la renta básica esté muy bien
fundamentada y muy bien explicada. Una de las grandes dificultades que
tiene la renta básica es que si no se profundiza un poquito es muy
fácil de ridiculizar.
Suiza va a convocar un referéndum para establecer una renta básica de 2.000 euros al mes a todos sus ciudadanos.
Así
es. Yo no sé si la iniciativa triunfará, pero lo que demuestra esta
convocatoria es que la renta básica es perfectamente factible. No
estamos hablando de un país raro, estamos hablando de Suiza, un país
normal.
No he querido decirlo antes porque despista a la gente, pero la
renta básica existe desde hace 26 o 27 años en Alaska (Estados Unidos).
Está financiada de una forma no pública, muy particular, en fin, pero en
un país tan individualista como Estados Unidos sus consecuencias han
sido tan positivas que nadie, ni la mismísima Sarah Palin cuando fue
gobernadora de Alaska se atrevió a suprimirla.
Luego hay experiencias
parciales: en Ciudad de México, la ciudad más poblada del mundo, existe
una pensión básica universal para todos los mayores de 68 años y los
resultados después de 10 años han sido tan positivos que nadie, ni la
derecha que estaba en contra en un principio, quiere suprimirla.
¿Por qué una medida tan progresista no está más presente en los medios?
Esto
es como preguntar por qué no se hace otro tipo de política económica.
Por las razones que he mencionado en la respuesta anterior, la política
económica que se practica desde hace muchos años, y especialmente con
la crisis, benefica al grupo más rico de la población.
La renta básica
sería una medida que formaría parte de otra política que simplemente
tuviera como prioridad beneficiar a la inmensa mayoría de la población y
no estrictamente a los ricos. Aunque lo está más que hace siete u ocho
años, la renta básica es un concepto que no está muy extendido entre los
ciudadanos. Y no se trata de voluntad, simplemente se está en contra
de esta política porque se está practicando otra que beneficia a los
poderosos. (...)" (Público, 31/01/2014)
No hay comentarios:
Publicar un comentario