29/6/15

En EEUU, la mitad de los 30.000 bancos que existían antes del 2000, quedaron fusionados en sólo 5 o 6 bancos. El resultado es la existencia de 13 megabancos con una hegemonía implacable y una actividad constante de cártel

"En España estamos completamente despistados sobre el diagnóstico de la crisis y las vías para su superación. (...)

No somos conscientes de las “currency wars” que han habido para tapar el agujero financiero del Norte de Europa y de EEUU. (...)

Nos centramos en las críticas domésticas, pero tenemos que fijarnos que los dos epicentros de la crisis mundial que nos afecta están localizados fuera de nuestro país, al que tenemos que defender unidos y sin complejos, pues muchos de estos países que nos pretenden dar lecciones tienen un nivel de corrupción mucho más sofisticado y actúan colusoriamente a nivel mundial (...)

El primer epicentro es el nuevo capitalismo TBTF “Too Big To Fail” (demasiado grande para dejarlo quebrar), que ha propiciado una superconcentración bancaria iniciada en el 2000. Un estudio de la Reserva Federal de Dallas destaca que en EEUU,  la mitad de los 30.000 bancos que existían antes del año 2000, quedaron fusionados después de la crisis en sólo  5 o 6 bancos. 

 El resultado de esta concentración tanto en EEUU como en Europa, es la existencia de  13 megabancos que tienen una hegemonía implacable y con una actividad constante de cártel. 

 Así se ha demostrado repetidamente en las condenas de los reguladores por alterar el precio del Líbor-Euríbor, que han sufrido como sobrecoste todos los ciudadanos que pagaban una hipoteca, o más recientemente, en el escándalo de la alteración de los tipos de cambio del Foreign Exchange (Forex), que afecta a miles de millones de transacciones diarias en el mercado de divisas.

Paradójicamente, ningún responsable de estos bancos sigue sin ir a la cárcel. Se aplica  lo que se ha denominado irónicamente TBTJ “Too Big To Jail” (demasiado poderosos para ir a la cárcel) y que las multas milmillonarias que se les imponen repetidamente, también las acabamos pagando todos los ciudadanos.

Se comprueba el nivel de corrupción y de captura del poder político y regulador por estos bancos,  con el sistema de  “revolving doors” (puertas giratorias).    (...)

Con las políticas de austericidio y de devaluación salarial y social que nos impone EuroAlemania, lo que estamos pagando es el rescate de estos 13 bancos, parcialmente nacionalizados. 

En Reino Unido, Lloyds y RBS, nacionalizados al 40% y 80% respectivamente.  En Alemania, el segundo de aquél país, el Dresdner Bank, rescatado con 100.000 millones de euros,  absorbido por el Commerzbank, y éste sigue nacionalizado en un 25%.

El útlimo escándalo es la composición  del nuevo gobierno europeo , mejor dicho, euroalemán, que preside el luxemburgués Juncker.  Se descubre ahora que la mayoría de multinacionales que operan en Europa, entre ellas el mismo Deutsche Bank, están residenciadas fiscalmente en Luxemburgo, contraviniendo los principios más elementales del Derecho Europeo de la Competencia, y provocando un grave perjuicio a los bancos y empresas españolas y europeas.  (...)

Estos ejemplos de cartelización bancaria son los que verdaderamente desahucian a los países, al resto de empresas y al capitalismo productivo industrial, y sin embargo,  no hacemos un frente común para desmontar este  “Capitalismo Casino” de los 13 megabancos.

El segundo epicentro de la crisis es el mercado casino, consolidado a partir  de la desregulación y privatización del mercado de futuros (“derivatives”) en el año 2000,  con el que se ha organizado un volumen de apuestas que no son controladas por ninguna comisión reguladora de los mercados (como las americanas SEC o CFTC).  

El volumen de apuestas y transacciones de este mercado asciende nada menos que a 800 billones de dólares según el Bank of International Settlements.  Pensemos que nuestro PIB es de 1 billón (999.000 millones).  Y encima  los que intervienen no tienen que identificarse, y no se aplica el delito de “información privilegiada”. Este mercado de derivados se localiza en un 35% en Londres y el 45% en EEUU.

El perjuicio que produce a todos los trabajadores y empresas europeas y norteamericanas es tal que las perspectivas de quienes habían intentado regular este mercado casino, se evaporan con el final del mandato del presidente Obama, y también con el nuevo gobierno europeo cuyo  Comisario de (in)Estabilidad Financiera, Lord Hill, no es más que el “representante” de este cártel bancario y concretamente exasesor del HSBC, uno de los más multados por sus actividades ilegales.

Deberíamos fijarnos no sólo en el árbol español de nuestra crisis, sino en este bosque financiero que nos desahucia, y elaborar un programa regulador para poner límites y controles a estos 13 banksters (término acuñado en la época Roosevelt), porque de otra manera no saldremos de la crisis, y seguiremos pagando todas estas multas fruto de su acción delictiva y los rescates constantes por sus apuestas en el mercado casino. (...)

Lo grave es que todo este sistema está auspiciado por los gobiernos de estos países, que prefieren respaldar a estos bancos para tapar los enormes  agujeros que se evidenciaron en el 2008. Podemos sentenciar que se trata de un nuevo “Capitalismo Monopolista Financiero de Estado”, sea alemán, británico, suizo, luxemburgués o norteamericano, etc.

Deberíamos dejar de seguir con nuestra “recesión mental”  para centrar nuestros esfuerzos en la denuncia de los verdaderos culpables en el exterior de esta economía tóxica, que nos seguirá envenenando y frenando nuestro desarrollo económico y social. 

Para recuperar un capitalismo social y regulado, es decir,  ser  winners (ganadores) de una sociedad más humana, debemos dejar esta cultura de ser whiners (quejicas). Nuestro país, que ha tenido una resistencia activa contra el  rescate, se lo merece."          (Manuel Ballbé. Catedrático de Derecho Administrativo UAB, 04/01/2015)

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