"(...) Los buscadores de rentas
La búsqueda de rentas se produce cuando las instituciones tienen incentivos para deformar y distorsionar el mercado,
permitiendo una apropiación de la riqueza a través de fuerzas ajenas al
mercado. Al distorsionar la asignación de recursos para el beneficio de
algunos, la búsqueda de rentas no sólo fomenta la desigualdad, sino que
también ahoga el crecimiento.
Joseph Stiglitz en El Precio de la Desigualdad (2012),
especifica como la búsqueda de rentas que ahogan el crecimiento toma
muchas formas, desde transferencias ocultas, pasando por subsidios del
gobierno a grupos de presión, leyes que favorecen los oligopolios y una
aplicación laxa de leyes de competencia.
España es un ejemplo de
aplicación de todos esos mecanismos que favorecen la acumulación de
renta y riqueza en manos de los buscadores de rentas.
El ejemplo revelador global más importante es la industria de los servicios financieros.
Se trata de la institución más importante que da forma a este
comportamiento. En este caso, la búsqueda de rentas por parte de
banqueros y financieros se hace a costa del contribuyente mediante la
garantía implícita proporcionada por el gobierno. En España esta
garantía implícita a costa de los contribuyentes es la razón fundamental
de la explosión de deuda pública en el período 2008-actualidad, como ya
hemos detallado hasta la saciedad.
Pero además dicha garantía implícita
creó dos distorsiones que perduran en el tiempo.
En primer lugar,
mediante la reducción de los costes de financiación de los bancos, que
les otorgó una ventaja competitiva injustificada en la forma de una
subvención implícita a la financiación, les permite apropiarse de más
recursos de los que corresponden a sus perfiles de riesgo.
En segundo
lugar, la garantía implícita genera un problema de riesgo moral, al
aumentar los incentivos de los bancos a asumir riesgos para obtener un
mayor beneficio económico. Pero ello no equivale a la creación de
riqueza. Todo lo contrario. La toma de riesgos excesivos, combinada con
una infraestimación del riesgo sembró las semillas de la mayor crisis
financiera y de la destrucción consiguiente de renta y riqueza.
Cuando
los grandes bancos quebraron y los gobiernos intervinieron, simple y
llanamente socializaron pérdidas. La mayor asunción de riesgos era una
mera transferencia de riqueza de los contribuyentes a la industria
financiera.
Reformas institucionales
Para desalentar la búsqueda de rentas, la mejora de los códigos de conducta y normas de comportamiento son insuficientes.
No valen. Es necesario garantizar una correcta alineación entre la
compensación y recompensa con las conductas de riesgo para no
incentivarlos y que se generen problemas de riesgo moral.
La introducción de reglas formales que generen los incentivos adecuados es vital.
Siguiendo a Douglas North, la búsqueda de rentas se deriva de los
acuerdos institucionales que nacen en la ley y/o los reglamentos. Los
lobbies españoles de ello saben y mucho.
Los reguladores en el sector financiero deben empezar a trabajar en esta línea. En primer lugar deben solicitar más capital a los bancos, pero sobre activos totales, olvidándose de ciertos elementos híbridos. Además en los regímenes de resolución que se establezcan para gestionar el fracaso o quiebra de bancos globales sistémicos se debe garantizar que los acreedores soportarán las pérdidas,
siendo necesaria la retirada de la red de seguridad de los
contribuyentes.
La exposición a la pérdida debe dar a los acreedores el
incentivo para controlar la toma de riesgos de los bancos. Por otra
parte, se debe avanzar, frenándolo, en el tratamiento de la estructura oligopólica del sector bancario. El proceso de concentración en España y el resto de países europeos justamente va en la línea contraria." (Juan Laborda, Vox Populi, 08/08/2015)
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