"(...) Algunas de las formas con mayores expectativas de éxito para mitigar
el cambio climático son lo que llamamos “soluciones climáticas
naturales”: la conservación, restauración y gestión mejorada de la
tierra para aumentar el almacenamiento de carbono o evitar las emisiones
de gases de efecto invernadero en las campiñas alrededor de todo el
mundo.
Todo el potencial de estas soluciones se detalla en un nuevo estudio elaborado por mi organización, Nature Conservancy, y otras 15 instituciones líderes.
Una de las soluciones climáticas naturales más importantes es la
protección de los “bosques fronterizos” – bosques vírgenes que sirven
como sumideros naturales de carbono.
Los bosques tropicales y
septentrionales intactos, así como las sabanas y los ecosistemas
costeros, almacenan enormes cantidades de carbono acumulado a lo largo
de los siglos. Cuando estas áreas se alteran, se libera carbono. La
preservación de los hábitats fronterizos también ayuda a regular los
flujos de agua, reduce el riesgo de inundaciones y mantiene la
biodiversidad.
La reforestación es otra solución natural importante. A nivel mundial, se estima que se han deforestado o degradado unos dos mil millones de hectáreas
(4.900 mil millones de acres) de tierra. Debido a que los árboles son
la mejor tecnología de captura y almacenamiento de carbono que tiene el
mundo, revertir estos números traería una reducción significativa en los
niveles mundiales de carbono.
Estimamos que el mundo podría capturar tres giga-toneladas de CO2 al año – lo que equivaldría a retirar más de 600 millones de automóviles de las carreteras – simplemente plantando más árboles.
Una tercera categoría de solución natural es la reforma agrícola.
Desde los campos de cultivo hasta la mesa donde se consumen los
alimentos, el sector alimentario es un importante contribuyente al
cambio climático a través de emisiones directas e indirectas, y por sus
efectos a menudo negativos sobre la salud del suelo y la deforestación.
Reconociendo estos riesgos, 23 compañías que operan a nivel mundial –
incluidas entre ellas Nestlé, McDonald’s, Tesco y Unilever –
recientemente suscribieron un compromiso
para detener la deforestación en la sabana de El Cerrado en el Brasil.
La región, que cubre una cuarta parte de este país, se ha visto
presionada cada vez más por la producción de carne de res, soya, y otros productos básicos, así como por la infraestructura asociada a dichos productos.
Como demuestra el compromiso sobre El Cerrado, cuando los gobiernos y
las empresas se unen para abordar los desafíos del uso de la tierra, el
impacto es poderoso.
Las soluciones climáticas naturales tienen el
potencial de reducir las emisiones de CO2 en aproximadamente
11.3 mil millones de toneladas al año – lo que equivale a un alto total
en la quema de petróleo, según nuestro estudio.
Un estudio reciente
calculó que si Brasil alcanzaba cero deforestación hasta el año 2030,
agregaría 0.6% a su PBI, es decir aproximadamente $15 mil millones, a su
economía. Las comunidades también obtienen beneficios secundarios –
como la regeneración rural, la mejora de la seguridad alimentaria y del
agua y la resiliencia costera – cuando se implementan soluciones
climáticas naturales.
No obstante, a pesar de que los datos apoyan una mejor toma de
decisiones sobre el uso de la tierra, algo aún no cuadra. En el año
2016, el mundo presenció un dramático aumento del 51% en la pérdida de bosques,
equivalente a un área del tamaño de Nueva Zelanda. Necesitamos hacer
frente a esta tendencia ahora, y ayudar a que el mundo se dé cuenta de
que la planificación del uso de la tierra no es simplemente una
narrativa sobre conservación. (...)
Un camino para hacer que las cosas avancen, especialmente en el sector
agrícola, sería eliminar o redirigir los subsidios que fomentan el
consumo excesivo de fertilizantes, agua o energía en la producción de
alimentos.
Como funcionarios del gobierno de la India recordaron a sus
pares durante una reunión de la Organización Mundial del Comercio a
principios de este año, las reformas agrícolas significativas solo
pueden comenzar cuando los países ricos reducen los subsidios “desproporcionadamente grandes” que otorgan a sus propios agricultores. (...)
En la reunión de ONU sobre el cambio climático
que acaba de concluir en Bonn, Alemania, los líderes mundiales
reafirmaron que el mundo no puede responder adecuadamente al aumento de
las temperaturas si los gobiernos continúan ignorando cómo se manejan
los bosques, las granjas y las costas. (...)" (Justin Adams is Global Managing Director for Lands at the Nature Conservancy. Project Syndicate, 22/11/17)
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