"‘El hombre que detuvo el desierto’, el agricultor burkinés Yacouba
Sawadogo ,recibió el lunes 24 de septiembre en Estocolmo el Premio Right
Livelihood , conocido como el Nobel Alternativo por su trabajo
en la transformación de miles de hectáreas estériles del Sahel en un
frondoso bosque, una proeza que, según confiesa a Efe, quiere dejar como
legado a las próximas generaciones.
"Lo que he hecho es para
las generaciones futuras. Quiero que vean una tierra verde en lugar de
cómo era en el pasado", declara Sawadogo, de 78 años, en una entrevista
telefónica con Efe desde Gourga, aldea de la región de Yatenga, en el
norte de Burkina Faso.
Su labor le ha valido el "Nobel
Alternativo", fallado por la Fundación Premio Right Livelihood en
Estocolmo, que ha ganado junto a tres activistas saudíes de derechos
humanos, un colombiano y una guatemalteca por su lucha anticorrupción y
un agrónomo australiano. (...)
Ya en los años 1980, en un periodo de sequía severa, Sawadogo
comenzó a regenerar el suelo de unas 40 hectáreas haciendo un uso
innovador de técnicas de cultivo indígenas.
"Nuestros padres
perecieron y con ellos (están muriendo) los árboles y los bosques,
nuestro saber hacer y nuestra cultura. Un día los niños buscarán en vano
árboles como fuente de medicina", lamenta Sawadogo.
A día de
hoy, este "pulmón verde" en pleno corazón del Sahel cuenta con cultivos
tanto para pasto como alimentarios, además de áreas boscosas a las que
han regresado numerosos animales y aves, en las que conviven más de 60
especies de árboles.
El éxito del "hombre que detuvo el
desierto" se fundamenta en el uso de hoyos durante la pretemporada de
lluvias para retener el agua y concentrar el compost (técnica conocida
como "zaï" en lengua local), además de otras formas de regeneración
natural.
"Gracias al empleo de técnicas agrícolas ancestrales,
Yacouba ha mostrado el camino hacia la seguridad alimentaria no solo
para sí mismo, sino para otros en el Sahel", señala a Efe Adama Boro,
director regional de Agricultura de la Región Norte de Burkina Faso.
"Algunos árboles necesitan entre 10 y 15 años para creer, pero Yacouba
pudo conseguirlo porque los trató bien y dedicó tiempo y abnegación a la
vegetación", añade Boro.
Hoy, Sawadogo es autosuficiente con
respecto a sus necesidades básicas, y entre sus cultivos para consumo
propio destacan las matas de guisantes y alubias; aparte de cereales
milenarios como el sorgo.
Asimismo, este campesino ha
capacitado a lo largo de estos años a decenas de miles de agricultores
de Burkina Faso, Níger, Mali y Senegal, consiguiendo que numerosas
hectáreas de tierra vuelvan a ser fértiles.
Sus técnicas
permiten a los agricultores obtener cosechas en años de sequía, ser
autosuficientes, alimentar a su ganado con forraje y, gracias a todo
ello, adaptarse al cambio climático, reducir la pobreza rural y prevenir
conflictos relacionados con los recursos.
Como manifestó el
director ejecutivo de la Fundación Premio Right Livelihood, Ole von
Uexkull, cuando le anunció como uno de los galardonados, "Sawadogo luchó
por detener el desierto y lo logró".
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