"El término fascismo se adapta a todo porque es posible eliminar de un
régimen fascista uno o más aspectos, y siempre podremos reconocerlo
como fascista. A pesar de esta confusión, considero que es posible
indicar una lista de características típicas de lo que me gustaría
denominar Ur-Fascismo, o fascismo eterno.
Tales características no
pueden quedar encuadradas en un sistema; muchas se contradicen
mutuamente, y son típicas de otras formas de despotismo o fanatismo,
pero basta con que una de ellas esté presente para hacer coagular una
nebulosa fascista.
1. Culto de la tradición, de los saberes arcaicos, de la revelación
recibida en el alba de la historia humana encomendada a los jeroglíficos
egipcios, a las runas de los celtas, a los textos sagrados, aún
desconocidos, de algunas religiones asiáticas.
Cultura sincrética, que debe tolerar todas las contradicciones. Es
suficiente mirar la cartilla de cualquier movimiento fascista para
encontrar a los principales pensadores tradicionalistas. La gnosis nazi
se alimentaba de elementos tradicionalistas, sincretistas, ocultos.
La
fuente teórica más importante de la nueva derecha italiana, Julius
Evola, mezclaba el Grial con los Protocolos de los Ancianos de Sión, la
alquimia con el Sacro Imperio Romano.
Si curiosean ustedes en los
estantes que en las librerías americanas llevan la indicación New Age,
encontrarán incluso a San Agustín, el cual, por lo que me parece, no era
fascista. Pero el hecho mismo de juntar a San Agustín con Stonehenge,
esto es un síntoma de UrFascismo.
2. Rechazo del modernismo. La Ilustración, la edad de la Razón, se
ven como el principio de la depravación moderna. En este sentido, el
Ur-Fascismo puede definirse como irracionalismo.
3. Culto de la acción por la acción. Pensar es una forma de
castración. Por eso la cultura es sospechosa en la medida en que se la
identifica con actitudes críticas.
4. Rechazo del pensamiento crítico. El espíritu crítico opera
distinciones, y distinguir es señal de modernidad. Para el Ur-Fascismo,
el desacuerdo es traición.
5. Miedo a la diferencia. El primer llamamiento de un movimiento
fascista, o prematuramente fascista, es contra los intrusos. El
Ur-Fascismo es, pues, racista por definición.
6. Llamamiento a las clases medias frustradas. En nuestra época el fascismo encontrará su público en esta nueva mayoría.
7. Nacionalismo y xenofobia. Obsesión por el complot.
8. Envidia y miedo al “enemigo”.
9. Principio de guerra permanente, antipacifismo.
10. Elitismo, desprecio por los débiles.
11. Heroismo, culto a la muerte.
12. Transferencia de la voluntad de poder a cuestiones sexuales.
Machismo, odio al sexo no conformista. Transferencia del sexo al juego
de las armas.
13. Populismo cualitativo, oposición a los podridos gobiernos
parlamentarios. Cada vez que un político arroja dudas sobre la
legitimidad del parlamento porque no representa ya la voz del pueblo,
podemos percibir olor de Ur-Fascismo.
14. Neolengua. Todos los textos escolares nazis o fascistas se
basaban en un léxico pobre y en una sintaxis elemental, con la finalidad
de limitar los instrumentos para el razonamiento complejo y crítico.
Pero debemos estar preparados para identificar otras formas de
neolengua, incluso cuando adoptan la forma inocente de un popular
reality-show.
El Ur-Fascismo puede volver todavía con las apariencias más
inocentes. Nuestro deber es desenmascararlo y apuntar con el índice
sobre cada una de sus formas nuevas, cada día, en cada parte del mundo." (Sociología ceítica, 21/02/2013)
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