" Es bien sabido que, tras la caída de Roma en manos de los llamados
'bárbaros' y la descomposición del Imperio Romano de Occidente -el de
Bizancio perduraría hasta mediados del s. XV- la cultura y la
civilización de la Europa abarcada por ese imperio atravesaron un largo
período plurisecular de profunda y tenebrosa obscuridad, de la que en
rigor no acabarían de salir hasta el primer Renacimiento europeo, que el
medievalista Georges Duby sitúa en el s. XII -curiosamente, el conocido
como 'siglo de Xelmírez' en la historiografía gallega.
Entre las
explicaciones ofrecidas por los historiadores de tan brutal y prolongado
'retroceso histórico', una de las tesis formuladas señala como una de
las causas primordiales la siguiente. Roma había heredado el universo
cultural creado por la Grecia clásica, que abarcaba desde la filosofía,
las artes y las ciencias hasta sus proyecciones en la civilización
técnica.
Mas, durante la fase de declive del Imperio, el cultivo y
transmisión del conocimiento filosófico y científico habían sido
progresivamente descuidados, hasta confinarse casi exclusivamente en los
'conocimientos útiles' para la reproducción de las condiciones
materiales de existencia de su civilización, que no de su cultura.
Es
decir, se descuidó la formación en aras del adiestramiento, se abandonó
la 'investigación básica' en favor de la 'tecnológica', se sustituyó el
saber por las destrezas. Así, cuando cayó el Imperio, al derrumbarse la
organización política, desintegrarse la organización social, e incluso
destruirse en buena medida la realidad material de la civilización
técnica, en el caótico mundo resultante emergió, imperante, la
'barbarie' que ya había carcomido por dentro el anterior, y la carencia
de las indispensables bases filosóficas, científicas y artísticas
impidió durante siglos la reconstrucción no sólo de la cultura, sino de
la propia civilización material fundamentada en esas bases.
Tuvieron que
llegar los árabes a Al-Ándalus para reintroducir en el extremo
sudoccidental de Europa los saberes de la Grecia clásica, y tendría
después Alfonso X 'el sabio', al descubrir la fabulosa biblioteca árabe
de Córdoba, que fundar la Escuela de Traductores de Toledo para que los
Alberto Magno, Tomás de Aquino y demás primeros 'intelectuales' del
occidente europeo medieval, pudiesen re-descubrir a Aristóteles, Platón,
Arquímedes, Pitágoras, Hipócrates y demás: es el Renacimiento de los
siglos XII-XIII.
La crisálida de la 'barbarie' empirista cobijada en las
estructuras del poder de la decadencia imperial, había operado como la
carcoma en aquel régimen y había costado, después, siglos de 'longa noite de pedra' cultural, económica, política y social. (...)"
(Intervención de Xosé Manuel Beiras en el debate del 'estado
da nación' gallega, celebrado en el Parlamento de Galicia el pasado 14 de
octubre, Sin Permiso, 18/10/2015)
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