20/1/17

Renta Básica y Empleo Garantizado: una comparación... una descripción...

"Lugar: Un bar de Madrid.

La escena: Felipe de Leuwen está sentado con unos amigos en torno a una mesa cuando entra otro grupo con Randalio de Saint Louis a la cabeza. 

Felipe de Luewen: ¡Mi estimado Randalio! ¡Qué alegría verte! No sabía que estuvieras en Madrid. ¿Les parece si juntamos mesas y nos tomamos unos vinos?

Randalio de Saint Louis: Gracias. No esperaba encontrarte aquí. Tampoco sabía que estuvieras en Madrid. Tampoco pensé que te alegraras de verme. Pero, bien, juntemos mesas. (Piden unas botellas de vino.)

FdL: ¿Por qué crees que no me iba a alegrar? Siempre he pensado que somos aliados. Discrepamos en algunos puntos, yo defendiendo la Renta Básica Universal (RBU) y tú el Empleo Garantizado (EG), pero me parece que en el fondo queremos las mismas cosas. Yo quiero que todo ciudadano reciba una asignación de dinero, lo más cercana posible al nivel de subsistencia, sin condiciones de ningún tipo. Tú en cambio quieres que el Estado le ofrezca a todo desempleado un contrato de trabajo que paga el salario mínimo. ¿No te parece?

RdSL: No sé... Te veo muy rodeado de neoliberales, políticos de derecha, empresarios...

FdL: Vamos, Randalio. No es culpa mía que la RBU le guste a gente como Milton Friedman o a otros libertarios de derecha. Yo no me aguanto a un conservador como Charles Murray, pero tampoco puedo renunciar a mis ideas en el momento en que él quiera apoyarlas. A ti y a mí nos gusta el sufragio universal, ¿verdad? Pues a muchos neoliberales les gusta también y no por eso nos vamos a oponer a él. Eso no quiere decir que no sigamos luchando por otras causas. Simplemente tomamos las victorias que encontramos mientras nos llegan las otras.

RdSL: Ese tipo de oportunismo no lleva a nada bueno. A la larga, las fuerzas conservadoras terminan por oponerse. La RBU le hace demasiadas concesiones al paradigma dominante. El EG es mucho más revolucionario y emancipador.

FdL: Eso no lo entiendo. ¿Cuál es la métrica para decidir qué tan revolucionaria es una propuesta? Alguien podría decir que es lo contrario, que la RBU es más revolucionaria. Por ejemplo, hay quienes creemos que la RBU rompe con todas las concepciones de justicia y reciprocidad de la sociedad moderna y que eso es muy, pero muy revolucionario. Y además, el mejor ejemplo del EG fue la WPA de Roosevelt (¡oye, que a mí me gustaba!) y fíjate que Roosevelt no es que haya sido exactamente un revolucionario. 

RdSL: ¿Y qué me dices de Speenhamland? ¿No fue eso algo muy parecido a la RBU? Y tampoco fue nada revolucionario.

FdL: ¡Por eso! No tiene sentido esa discusión porque 1. no tenemos un criterio muy claro de qué es revolucionario y 2. tampoco está claro que "más revolucionario" sea igual a "mejor." Si así fuera, y en este momento entrara a este bar el fantasma de Pol Pot a decirnos que lo verdaderamente revolucionario es la evacuación de las ciudades y los comedores comunales para todos, ¿qué le diríamos?

RdSL: Pero no me negarás que la RBU deja intacta la lógica del trabajo que ya existe. En cambio el EG obliga a redefinir radicalmente el papel del trabajo y del Estado. 

FdL: No estoy seguro de eso. A veces me parece lo contrario, que el EG se aferra demasiado a las categorías vigentes sobre trabajo y empleo y sobre la relación entre el sector público y el mercado.
RdSL: Eso no lo entiendo. Tendrías que explicármelo.

FdL: Vamos por partes, ¿qué es un empleo? Es un contrato entre dos partes, un empleador y un empleado, donde el primero se compromete a pagarle al segundo (y ofrecerle, cuando las cosas van bien, ciertas condiciones dignas y ciertos derechos) a cambio de que el segundo haga algo que el primero considere útil.¿Estamos de acuerdo?

RdSL: Sí.

FdL: Bien. Entonces el EG lo que dice es que el Estado es el responsable de asegurarse de que todo el mundo tenga un empleador, es decir, que todo el mundo encuentre alguien que considere que su trabajo es útil. Y que si en el sector privado no hay nadie dispuesto a hacerlo, el Estado sí. El Estado puede ofrecerle a esa persona un salario y unas condiciones dignas a cambio de cierto trabajo útil. ¿Me equivoco?

RdSL: No. Estamos de acuerdo en esa descripción.

FdL: Pero entonces solo hay dos formas de determinar que alguien está haciendo algo útil: o el sector privado lo considera útil, o lo considera el Estado.

RdSL: Sí. Pero hay muchísimos trabajos útiles que el Estado puede promover. No me vayas a sacar de nuevo la caricatura de que el EG lo que busca es poner a la gente a hacer tareas inútiles.

FdL: No. Es una caricatura injusta. Estoy de acuerdo en que al EG le han hecho críticas absurdas y de mala fe. ¡Como a la RBU!

RdSL: Bien. Entonces, tendrás que aceptar que hay enormes oportunidades de trabajos socialmente benéficos en los que el Estado puede colocar a la gente.

FdL: Esto no es tan fácil. Hay algunos casos obvios. El Estado constantemente está construyendo cosas así que le queda muy fácil generar empleos para albañiles, fontaneros, electricistas, etc. cuando así lo decida. No tengo ningún problema con eso. Pero hay muchos oficios en los que el Estado no tiene ninguna experiencia y que le quedaría muy difícil crear empleos para ellos. Es que los empleos se crean. 
No aparecen de la nada. Esos contratos de los que hablábamos antes hay que estructurarlos y eso requiere experiencia para que se haga bien. Se necesita infraestructura. Por ejemplo, ¿cuántos diseñadores gráficos necesita el Estado? ¿Podría el Estado generar empleo para todos los diseñadores gráficos que le llegaran si fuera necesario? 
¿Ves a aquel joven en la barra que está secando copas para tenerlas listas? ¿Debería el Estado tener bares para que gente como él pueda trabajar allí si se quedan sin empleo? ¿Debería el Estado tener un servicio de cuidar mascotas en caso de que alguien en ese sector se quede sin empleo?

RdSL: Pero es que estás pensando en los términos de los tiempos de Roosevelt. La nueva versión del EG sería una versión mucho más flexible que incorporaría a muchas iniciativas locales, estaría en contacto permanente con la sociedad civil para recibir propuestas y apoyarlas. 

FdL: Está bien. Pero entonces ya te estás acercando más a la idea del "ingreso de participación" de Anthony Atkinson, es decir, un sistema en el que a cualquier persona se le da un dinero casi incondicional, casi una RBU, solo que pide que la persona demuestre que ha participado en alguna actividad socialmente útil. Cualquiera. En una asociación de vecinos, en una cooperativa, en donde sea.

RdSL: La verdad es que sí. Tengo cierta simpatía por esa idea.

FdL: Yo también. ¿Lo ves? Te he dicho que no tenemos tantas discrepancias como tú crees.

RdSL: No es verdad. Tú quieres simplemente pagarle a todo el mundo una cantidad de dinero fija sin pedir ninguna contraprestación. A ti te da igual que la gente se margine de la vida productiva, que se quede en su casa encerrada sin contribuir a nada. En cambio el EG reconoce que el trabajo da dignidad. 

FdL: El trabajo da dignidad. De acuerdo. Eso ya lo habíamos hablado en otra ocasión y siempre te he dicho que eso no lo discute nadie. No sé por qué te empeñas en repetir ese punto. A mí no es que me dé igual que la gente se margine. Me parece deplorable que lo hagan. Si de mí dependiera, todo el mundo estaría involucrado en maravillosos proyectos vitales de realización individual y colectiva y todas esas cosas. 
Pero no creo que ni yo ni nadie, ni siquiera el Estado, sea capaz de asegurar que todo el mundo lo haga. Si hay personas que simple y llanamente no quieren hacer nada productivo, si su ideal es quedarse en la casa, no hay nada que podamos hacer para impedirlo.

RdSL: Pero la RBU se desentiende del problema. Y eso es lo que no se debe permitir. Hay que reestructurar la sociedad para que la gente encuentre siempre espacios creativos y productivos donde pueda contribuir.

FdL: Estoy de acuerdo con la meta. Y si quieres decir que la RBU no hace nada para arreglar el problema, casi, repito, casi que te lo puedo conceder. Pero antes de eso, la RBU tampoco cura el cáncer, ni alivia el dolor de espalda, ni garantiza la felicidad en pareja. Hay muchas cosas que la RBU no logra. La pregunta es cuál es mejor mecanismo para abordar esos problemas. Yo no estoy seguro de que el EG logre resolverlos.

RdSL: Dijiste "casi" como indicando que no me ibas a conceder ese punto.

FdL: ¡Ah, sí! Gracias por recordarme. Yo creo que la RBU, como libera a la gente del temor de garantizar su subsistencia, le va a dar la oportunidad de que busque nuevos proyectos. Así que la RBU produciría el tipo de iniciativas de la sociedad civil que tú dices que el EG escucharía.

RdSL: ¡Ah! El famoso mantra del trabajo voluntario. Sí. Ya sé. Los defensores de la RBU siempre le apuestan a que se va a generar toda una avalancha de trabajo voluntario.

FdL: No inmediatamente. En eso tienes razón. Muy seguramente los efectos de la RBU tomarían su tiempo. De hecho, debo confesar que a mí me preocupa que la RBU se estigmatizara. Yo quisiera que la RBU fuera vista por toda la sociedad como un derecho, como algo que cualquier persona digna y productiva puede decidir utilizar y no como una ayuda vergonzante de esas que las familias no se atreven a reconocer que su hijo está utilizando. Esa estigmatización sería grave.

RdSL: ¿Lo ves? En cambio el EG no tiene ese problema.

FdL: No tiene ese problema en el mismo grado. Yo podría imaginarme una sociedad en la que trabajar para los programas del EG sea mal visto. 

RdSL: ¿Por qué? Si al fin y al cabo serían trabajos socialmente útiles.

FdL: La cantidad de trabajos útiles, muy apreciados por la sociedad, muy dignos y respetables que pueda generar el EG dependerá, como ya dijimos antes, de la sociedad civil misma. Ya nos pusimos de acuerdo en que el EG necesita estar escuchando siempre a las comunidades para saber qué es lo que necesitan.

RdSL: Es lo deseable. Sí.

FdL: Bien. Pero entonces reconozcamos que el desempeño de la RBU y del EG depende de cosas que no tienen nada que ver con ninguno de los dos programas, a saber, depende de, por así decirlo, qué tan vivo está el tejido social. Una sociedad en la que las comunidades estén desarticuladas y apáticas va a ser un problema tanto para el EG como para la RBU. No tiene sentido comparar una RBU que opera en unas condiciones adversas con un EG que opera en una magnífica sociedad civil. Hay que comparar los dos programas en las sociedades imperfectas que conocemos.

RdSL: Pero es que el EG sí permite vigorizar la sociedad civil porque está siempre buscando las ideas que vienen de ella.

FdL: Pero ¿por qué todo tiene que estar en manos del mismo programa? Yo puedo perfectamente imaginarme una situación en la que tenemos una RBU y, si-mul-tá-nea-mente, una serie de programas de todo tipo para incentivar la formación de cooperativas, organizaciones comunitarias, asociaciones populares, etc, etc, etc. Ya te dije, la RBU no cura el cáncer, pero eso no nos impide financiar institutos de investigación médica que busquen esa cura.

RdSL: Pero es que la RBU está concebida dentro de un discurso neoliberal que no da espacio para nada de lo que tú dices.

FdL: La RBU es un pequeño programa, una pequeña expansión del estado del bienestar. No es más. A mí me parece que puede tener consecuencias radicales, pero eso está por verse. Lo que signifique o no la RBU dependerá de todo el entorno político y social que la rodee. 

RdSL: ¿Y qué clase de políticas pondrías tú en marcha entonces para vigorizar la sociedad civil?

FdL: ¡Qué sé yo! Aquí sentados te puedo mencionar muchas. No tengo ni idea cuáles se podrían implementar. Dependería del sitio y el momento. Por ejemplo, estábamos de acuerdo hace un rato en que a ambos nos genera simpatía la idea del ingreso de participación. Bien. 
Yo podría pensar en un programa de RBU "híbrido" donde, digamos, se le ofrece a todo el mundo un ingreso incondicional ligeramente por debajo del nivel de subsistencia y se le suplementa con otro ingreso condicionado a que demuestre haber participado en alguna actividad que consideremos socialmente útil. 
Me gustaría, por ejemplo, que el Estado tuviera una política deliberada de comprarle más cosas al sector cooperativo. Me gustaría por ejemplo que las ciudades tuvieran aún más "presupuestos participativos", etc, etc, etc. Incluso, yo no me opongo a programas de empleo público como los que propones tú. 
Yo estaría encantado de tener en mi mezcla ideal de políticas ideas como las que animan al principio del EG. Por eso me sorprende la hostilidad que encuentro en algunos de tus amigos. Yo acepto muchas cosas del EG, en cambio ellos están dispuestos a pelear con garras y dientes en contra de la RBU.

RdSL: Porque la RBU se resigna a que todo tiene que seguir como está y busca simplemente arreglar algunas cosas en el margen. Fíjate la actitud que tiene hacia la robotización.

FdL: Te confieso que me tiene un poco sorprendido ese nuevo frente. Pero eso es totalmente accesorio. La RBU es una propuesta que existe desde mucho tiempo antes de que la robotización fuera siquiera una posibilidad. Lo que ocurre es que ahora con los avances en inteligencia artificial hay más gente interesada en la RBU. Yo no. 
Yo la defendía desde los tiempos en que los ordenadores ni siquiera tenían sistema operacional de ventanas, ni hablar de internet. Por lo demás, creo que tú estás siendo excesivamente optimista, simplista si me lo permites, sobre los posibles logros del EG. Lo presentas como si fuera una enorme revolución cuando en realidad existe el riesgo de que no termine en nada. (Como, te repito, le podría pasar a la RBU. Soy el primero en reconocerlo.)

RdSL: Es que la RBU puede ser cooptada por el neoliberalismo. En cambio el EG es totalmente progresista. Por eso genera tanta resistencia. 

FdL: No creas. Yo, por ejemplo, tengo mis dudas sobre el EG pero no porque lo considere demasiado radical. Al contrario, a veces me parece muy tímido. Me parece que deja muchos asuntos sin resolver. 

RdSL: ¿Como cuáles?

FdL: Muchos. El EG está construido sobre la base de que la peor tragedia social, casi que la única, es el desempleo y concentra todas sus energías en él. Pero el desempleo no es lo único. Por ejemplo, hay personas auto-empleadas que están en condiciones muy malas. Están haciendo un trabajo útil para la sociedad pero que a precios de mercado no les da para vivir como se merecen.
 A esas personas el EG lo único que les dice es: "Dejen lo que están haciendo, afíliense al programa de EG y allí les damos un nuevo trabajo." Pero, ¿por qué? Les gusta su trabajo. Es el que saben hacer, para el que se han preparado. ¿No es mejor simplemente darles un suplemento, vía RBU? También hay personas que, a pesar de que están empleadas en el sector formal, con buenos salarios, también necesitan algo de emancipación. 
No lo están pasando muy mal, por lo menos no económicamente. No estoy diciendo que nuestro corazón deba sangrar por ellas. Pero de pronto están hastiadas de su trabajo. No logran conciliarlo con su vida familiar. Sus jefes son abusivos. Dejaron de creer en la empresa, en el sector, en fin. Quieren cambiar. 
Quieren tomarse un tiempo para aprender algo nuevo y empezar otra vez. No quieren tener que renunciar y empezar a trabajar en un empleo público que no les va a dar tiempo de nada. No les vendría mal tener una RBU de la cual echar mano mientras se reinventan. También hay personas que están trabajando en un empleo bueno pero cuya empresa está a punto de reestructurarse. Claro, podrían conseguir un nuevo empleo gracias al EG. Pero están contentas en el que tienen. 
No quieren cambiar de sitio, de pronto mudarse, conocerle los defectos a un nuevo grupo de colegas. Preferirían quedarse allí. De pronto les vendría bien que pudieran, ojalá con la ayuda de un sindicato fuerte, negociar con su empresa para que la RBU les sirviera como una especie de subsidio de salario por un tiempo. Sí, claro. 
Habría que estudiar los detalles con calma y legislarlo con cuidado para que no haya abusos. Pero sería un mecanismo flexible para hacerle frente a ciertas recesiones. También hay cooperativas que están empezando. Sus miembros están muy motivados, creen en lo que están haciendo. No necesitan un nuevo empleo. 
Lo que necesitan es un suplemento, algo que les dé seguridad mientras la cooperativa se estabiliza. Una RBU les daría esa tranquilidad. En fin, podría seguir y seguir con ejemplos. El hecho es que hay muchísimas realidades en el mundo moderno, sobre todo ahora que vivimos en sociedades tan complejas que nadie puede saber exactamente qué es lo que hay. 
La RBU en ese sentido tiene la suficiente "humildad epistémica" si me permites la expresión, para reconocer que cada persona es la que más sabe cuál es su realidad mientras que el EG me da la impresión de que quiere decir desde arriba qué es lo que la gente necesita: un empleo.

En esas Randalio de Saint Louis se detuvo un momento a pensar su respuesta. Yo aproveché el silencio que se produjo para intervenir, cosa que había sido imposible hasta ese entonces, y dije:

"Felipe, ahora que hablas de "humildad epistémica" déjame aportar otra dosis de humildad. Acabo de ver en mi smartphone que Mariano Rajoy ha sido definitivamente investido como jefe de Gobierno para una nueva legislatura. 

O sea que nos quedan varios años de gobierno del Partido Popular. Es decir, toda esta discusión que Uds. dos han tenido, una discusión fascinante, hay que decirlo, se refiere a ideas hipotéticas que de momento no tienen ninguna posibilidad de volverse reales. Gústenos o no, en el futuro próximo no hay perspectivas de un gobierno que tenga las mayorías suficientes ni para una RBU, ni para un EG, ni para evacuar las ciudades y ordenar a todos a comer en comedores comunales. 

Además, gústenos o no, vivimos en una época en la que los cambios políticos no ocurren con la llegada al poder de mayorías arrasadoras. Al contrario, gústenos o no, la ciudadanía ahora quiere, antes de lanzarse a cualquier innovación, aprender sobre ella en el terreno, ver experimentos, evaluarlos, familiarizarse. 

Y, digámonos la verdad, hasta ahora lo único que hay son unos poquitos experimentos aislados en algunos cuantos sitios de Europa, experimentos que, de todas maneras, no serán totalmente concluyentes. 

Como si fuera poco, a todo esto hay que sumarle que, como Uds. mismos reconocieron, ni la RBU ni el EG pueden funcionar de una manera que nos deje satisfechos a quienes estamos aquí si no existen también otras experiencias de participación ciudadana, de gestión local, etc, etc, etc. Y todo eso solo se puede construir ganando elecciones locales, construyendo poder en muchos espacios que hoy están abandonados, avanzando poco a poco. 

Uds. dos han estado hablando como si cada uno de estos planes se fuera a imponer de un día para otro y la verdad es que eso es imposible. Entonces, yo propongo lo siguiente, sobre todo porque ya se está acabando la última botella de vino y nos van a cerrar el bar: en lugar de gastar tantas energías en denunciar al otro como un neoliberal vendido, o un ingenuo, o cualquier otra cosa, ¿por qué no pensamos en las formas de combinar las ideas, los objetivos, los valores de ambas vertientes? 

Al fin y al cabo, ambos dicen estar en contra del neoliberalismo y ambos entienden que sobre el terreno hay muchas tareas pendientes en las que los dos estarían de acuerdo. Como dijo Felipe, un sistema de RBU podría coexistir perfectamente con ideas tomadas del ingreso de participación y del EG. ¿No será mejor concentrarse en cómo aunar esfuerzos?"

Felipe tomó la palabra y dijo:

FdL: De acuerdo. Yo ya me he mostrado a favor de lo que tú propones. Ahora, ya que nos van a echar del bar, propongo un brindis con lo que queda del vino: ¡Qué muera el capitalismo!...así sea lentamente."                      (Luis Fernando Medina Sierra, Profesor de ciencia política en las Universidades de Chicago y Virginia (EEUU), CTXT, 18/01/17)

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