19/1/17

Jones hablaba de “todos los niños que Hillary Clinton ha asesinado, descuartizado y violado”... cuatro días antes de las elecciones

 Edgar Welch, el que estuvo a punto de convertirse en el asesino del Comet Ping Pong de Washington, detenido por la Policía

"Cerca de una semana antes de las elecciones presidenciales en Estados Unidos en noviembre pasado, alguien publicó en Twitter que Hillary Clinton era parte central de un círculo pedófilo. 

El rumor se propagó por las redes sociales y un presentador de derechas llamado Alex Jones señaló varias veces que Clinton estaba implicada en abusos sexuales a niños y que su jefe de campaña, John Podesta, participaba en ritos satánicos. 

En un vídeo de YouTube (que ya se ha eliminado), Jones hablaba de “todos los niños que Hillary Clinton ha asesinado, descuartizado y violado”. Se publicó cuatro días antes de las elecciones y fue visto 400.000 veces.

Por los correos electrónicos difundidos por WikiLeaks se supo que Podesta cenaba a veces en una pizzería de Washington llamada Comet Ping Pong. Parece ser que por eso las acusaciones sobre el círculo pedófilo se centraron en ese lugar, dando origen al hashtag #pizzagate.

 Muchos de los retuits de las acusaciones se originan en “bots” o programas diseñados para difundir ciertos tipos de mensajes, ayudando así a dar la impresión de que mucha gente se estaba tomando el “pizzagate” en serio. Increíblemente, la historia también fue retuiteada por el General Michael Flynn, que pronto será asesor de seguridad nacional del presidente electo Donald Trump.

Incluso después de la elección de Trump (y a pesar de que el New York Times y el Washington Post la desacreditaran), la historia siguió difundiéndose. El Comet Ping Pong recibió llamadas telefónicas constantes, abusivas y a veces amenazantes. 

Cuando el gerente se comunicó con la policía de la ciudad, le dijeron que los rumores eran parte de la libertad de expresión protegida por la constitución.

Edgar Welch, uno de los oyentes de Jones, es un cristiano con versos de la Biblia tatuados en su espalda que el 4 de diciembre condujo unas 350 millas desde su hogar en Carolina del Norte hasta Comet Ping Pong, armado con un rifle de asalto, un revolver y un cuchillo. 

Esperó a que los clientes y el personal se marcharan para ponerse a buscar por los túneles niños supuestamente esclavizados. Disparó al menos una vez con su rifle para abrir una puerta cerrada. Tras no encontrarlos, se entregó a la policía.

Las noticias falsas (“desinformación activa” que se presenta como si procediese de un sitio noticioso serio) es una amenaza a las instituciones democráticas. Ha habido ejemplos menos absurdos, como un falso informe de una amenaza nuclear por parte del ministro de defensa israelí que llevó a su contraparte pakistaní a retuitearlo y advertir a Israel que Pakistán también es una potencia nuclear.

 El Presidente Barack Obama reconoció el peligro a las libertades democráticas al hablar con la prensa en Alemania poco antes de las elecciones estadounidenses. Le hayan costado o no la presidencia a Hillary Clinton, está claro que podrían hacer que un candidato pierda las elecciones y afectaran las relaciones internacionales. También son contrarias a uno de los pilares fundamentales de la democracia: el que los votantes pueden tomar decisiones informadas entre los candidatos en competencia.  (...)"             (Profesor de Bioética en la Universidad de Princeton, eldiario.es, 14/01/17)

"(...) El 28 de octubre, James B. Comey, director del FBI, informó al Congreso que reabriría la investigación, sobre el uso de un servidor privado de correos electrónicos por parte de Hillary Clinton cuando se desempeñaba como secretaria de Estado.

 La novedad de la revelación de Comey fue que Anthony Weiner, exesposo de una importante asesora de Hillary, Huma Abedin, escribió correos electrónicos en donde incluía fotos de menores de edad. Dos días más tarde, desde la dirección de Twitter @DavidGoldberNY, se distribuyeron mensajes sobre el caso; supuestamente, el tema alcanzaba a Hillary Clinton en un bochornoso caso de pedofilia.

El rumor fue retuiteado más de 6,000 veces y fue creciendo hasta que un anónimo vinculó a John Podesta con rituales satánicos. “Cuando pienso en los niños que ha picado, violado y matado Hillary Clinton, no tengo miedo de cruzarme con ella en la calle”, dijo el 4 de noviembre a través de YouTube, Alex Jones, creador del sitio de conspiraciones InfoWars, y conductor del programa de radio “The Alex Jones Show”. 

De acuerdo con YouTube, el video se ha visto 427,000 veces.
Pocos días después de la comparecencia del director del FBI, una serie de información sobre Podesta fue liberada por WikiLeaks que apuntaba sobre sus rutinarias visitas a la pizzería. El 7 de noviembre apareció por primera ocasión el hashtag #Pizzagate.

Desde Chipre, Vietnam y la República Checa, miles de mensajes en Twitter fueron escritos con el mencionado hashtag, comentó Jonathan Albright, profesor asistente de Análisis de Medios de la Universidad Elon en Carolina del Norte. En algunos casos, agregó, los retuits provenían de robots y programas para ampliar noticias falsas.

 “El uso de robots tiene el objetivo de convertir en tendencia los mensajes en Twitter”. El viernes anterior a la elección presidencial, James Alefantis, que es dueño de la pizzería Comet Ping Pong, notó que semanas antes de la elección presidencial, en Instagram se divulgaban mensajes acusándolo de pedófilo.

Alefantis no ha sido ajeno a la política. En su pizzería se juntaron donadores de la campaña de Hillary Clinton y es amigo de David Brock, némesis de Clinton. Además, tiene clientes y amigos pertenecientes a círculos demócratas.

Pocos días antes de la elección, otros comerciantes de la cuadra donde se encuentra la pizzería recibieron llamadas telefónicas y correos electrónicos perturbadores. Varias personas se interesaron por los símbolos de los escaparates y fotos de las paredes.

Frente a la pizzería se ubica Terasol, un bistro francés cuya propietaria, Sabina Ousmaal, encontró en Goolge una nota sobre el rumor de que en ese lugar se tejía un complot para abusar sexualmente de niños. 

En la nota aparecía una fotografía de la propietaria del bistro junto a su hija y Hillary Clinton, en una visita que hizo la excandidata demócrata años atrás. Ousmaal, quien tuvo cáncer, y ha realizado donaciones al hospital infantil St. Jude, colocó en su página web el logotipo del corazón similar al del hospital infantil, por lo que los conspiradores de internet, vinculan a la dueña con abusos de niños. 

“Estos maníacos pensaron que era un símbolo de la pornografía infantil”, dijo el esposo de Ousmaal. “¿Qué podemos hacer?, se pregunta Ousmaal: “No hay un sótano. No hay túnel, no hay nada”.

El propietario del restaurante 4chan, Hiroyuki Nishimura, que también está en la misma calle que la pizzería y el bistro, dijo que “pizzagate me recuerda que todo un país fue engañado por el supuesto arsenal nuclear que tenía Sadam Husein en Irak, es la misma vieja historia”.

#PizzaGate es un caso más de la era de la posverdad. Formar a la opinión pública a partir de elementos subjetivos (mentiras)."             (Marc Fisher; John Woodrow 
y Peter Herman / The Washington Post, en El Confidencial, Dic 8, 2016


"(...) Al caso se le ha dado el sobrenombre de “Pizzagate”. Empieza así: este pasado domingo, un bombero voluntario de Carolina del Norte llamado Edgar Welch, de 28 años, dos hijos, coge su coche y a toda velocidad se va hasta Washington. 

Lleva con él un rifle de asalto. Llega ante la pizzería Comet Ping Pong, en uno de los barrios más ricos de la capital. Welch entra en el local, busca pasillos secretos, niños secuestrados y pederastas, y empieza a disparar. No hiere a nadie y es detenido por la Policía.

Luego, el diario Washington Post indagó en la actitud de Welch y resultó ser que se creyó una de esas teorías conspiratorias que los fanáticos de Donald Trump, tanto en Internet como en medios de comunicación, iban vertiendo contra Hillary Clinton y contra su jefe de campaña, John Podesta: que ella era la jefa de una Red de pedofilia y que a él le gustaban las prácticas satánicas. Y decidió ir él mismo a “investigar” el “Pizzagate”, al más puro estilo Charles Bronson. 

Quien más cuenta estas rocambolescas historias es Alex Jones, locutor de radio que deja a Jiménez Losantos y Tertsch como a corderitos, y al cual Trump, entrevistado muchas veces por él, tiene en un altar.

“Cuando pienso sobre los niños que Clinton ha asesinado personalmente, troceándolos y violándolos, pierdo todo el miedo para enfrentarme a ella”, dijo Jones en un vídeo colgado en YouTube con más de 500.000 visitas.

 El inefable locutor llegó a acusar a Obama de que la matanza de niños en la escuela de Sandy Hook fue “falsa”, entre otras barbaridades. Luego, si Welch sabía que Podesta comía en Comet Ping Pong, era por los famosos e-mails desvelados por Wikileaks.

Además, hubo alguien que escribió poco después en Twitter este texto: “Todo apunta a una red de pedofilia y Hillary Clinton está en el centro”. Alex Jones se hizo eco, y la mente calenturienta de Welch empezó a diseñar su plan justiciero. Mientras, como la pizzería recibió críticas por querer poner mesas en la calle por temor a “violaciones y asesinatos”, pese a ser un barrio tranquilo, la historia llegó a su cénit: llamadas telefónicas extrañas con amenazas. Luego, el resto.

Para rematarlo, Michael Flynn Jr., hijo del asesor de Seguridad Nacional elegido por Trump, difundió la historia en Internet. Lejos de disculparse, alardeó de ella: “Hasta que se demuestre que el ‘Pizzagate’ es falso, seguirá siendo una noticia. La izquierda parece olvidar los emails de Podesta y las muchas ‘coincidencias’ que muestran”. 

Ante la indignación en su contra general, el equipo de transición del magnate ha decidido despedirlo fulminantemente. Muchos creen que no por vergüenza, sino por que Flynn Jr. les deja en evidencia."            (Julián Juan Lacasa, blastingnews, 09/12/16)

"(...)  Dos días después de que el FBI decidiera reabrir las pesquisas contra Clinton por el asunto de sus emails, apareció un tuit que decía: “Todo apunta a una red de pedofilia y Hillary Clinton está en el centro”.

 El bulo se extendió por varios foros de la derecha alternativa como 4chan y webs como Reddit hasta que lo recogió el mayor propagandista de las conspiraciones en EE UU, el locutor radiofónico Alex Jones, el mismo que dijo que la matanza de niños en la escuela de Sandy Hook había sido un montaje falso del gobierno o que la Administración Obama pretendía meter a los ‘patriotas’ en campos de concentración.

“Cuando pienso sobre los niños que Clinton ha asesinado personalmente, troceándolos y violándolos, pierdo todo el miedo para enfrentarme a ella”, dijo en un vídeo colgado en Youtube y reproducido en casi medio millón de ocasiones. 

Jones sostuvo que la exsecretaria de Estado estaba envuelta en una red de pedofilia y que su jefe de campaña, John Podesta, tenía debilidad por los rituales satánicos. En contra de lo que podría parecer, el locutor no es un apestado. Trump le concedió durante la campaña varias entrevistas y llegó a a decir que tiene “una increíble reputación”.

A la conspiración le faltaban algunos cabos para acabar de tomar forma y esos salieron de los emails de Podesta publicados por Wikileaks. De ahí se extraía, que el veterano lobista y estratega demócrata comía ocasionalmente en la pizzería. Pero había otro elemento.

 Cuando el establecimiento abrió hace una década, un burócrata del Distrito de Columbia se opuso a que pusiera mesas en la terraza, arguyendo que podían dar pie a “violaciones y asesinatos” en un barrio libre de crimen. La paranoia ya estaba completa y el ’pizzagate’ se convirtió en trending topic. El teléfono empezó a sonar con llamadas inquietantes y amenazadoras y hasta algunos asesores de Trump, como Michael Flynn Jr, el hijo del militar que ha elegido para ser su asesor de seguridad nacional, propagaron la historia.

Y así hasta el pasado domingo, cuando Edgar Welch, el bombero de 28 años de Carolina del Norte, se presentó en el local frecuentado por numerosas familias de Washington para desenmascarar la ‘trama’ con su fusil semiautomático. Welch disparó varias balas sin herir a nadie y acabó siendo detenido por la policía. “Quería hacer el bien, pero no salió bien”, dijo después de ser arrestado al New York Times. “La inteligencia no era correcta del todo”.

 Poco después Michael Flynn Jr tuiteó: “Hasta que se demuestre que el pizzagate es falso, seguirá siendo una noticia. La izquierda parece olvidar los emails de Podesta y las muchas ‘coincidencias’ que muestran”. Ante la indignación que sus palabras despertaron, la campaña de Trump optó por despedirlo. No lo hizo porque estuviera abochornada por sus alegaciones, sino porque desvía la atención de la labor del equipo de transición de Trump."           (Ricardo Mir de Francia, El Periódico, 08/12/16)

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