"(...) En cuanto a la relacionada renta básica: al menos en el periodo de
transición hacia una nueva sociedad que va a suponer todo esto, será
necesario atender a los que se queden atrás, descolgados. Pero las
propuestas sobre una renta básica si es universal resultan poco
convincentes. En este medio he defendido como alternativa la idea de un
impuesto negativo sobre la renta.
En este debate, como alertaba
Francine Mestrum, hay mucha confusión. No es lo mismo una renta básica
para los necesitados que una renta básica universal, de la que se
beneficiarían todos, incluso los que no la necesitan.
Hamon, que la
lleva como enseña electoral junto a la tasa sobre los robots, ha tenido
que rectificar, y matizar también que la que propone no es universal,
sino esencialmente de 750 euros mensuales para los jóvenes. Como señala
Mestrum “una renta básica para emancipar a la gente es muy diferente de
una renta básica que aboliera la protección social”, pues se incurriría
en ese riesgo o tentación.
Un apoyo familiar universal fue
instaurado por Tony Blair en el Reino Unido para percatarse que era un
plus, que se gastaba en viajes en fin de semana, para las clases medias
que no la necesitaban perentoriamente.
Lo primero es aclarar los
términos. Lo segundo, sí, empezar a pensar en ello y estudiar nuevas
ideas y propuestas. Sin demora, pues la Cuarta Revolución Industrial va
mucho más deprisa que las anteriores y con un mayor alcance. Este es un
debate que ahora va muy en serio." (Andrés Ortega, eldiario.es, 09/03/17)
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