"En los últimos días ha trascendido en las noticias el caso de Cambridge
Analytica (CA)[1], por el rol que tuvo dicha empresa en las últimas
elecciones presidenciales de EE. UU. y su participación en el Brexit,
además de haber operado en otros países.
CA usó datos de perfiles de
Facebook sin el consentimiento de los usuarios mediante un test de
personalidad, que operó como disparador para poder recopilar alrededor
de 50 millones de muestras que permitieran conocer perfiles políticos de
votantes estadounidenses y, así, redireccionar las preferencias de
éstos.
¿Qué es Cambridge Analytica?
CA es una empresa con sede en Londres fundada en 2013
por Alexander Nix. Se dedica al uso de datos para “cambiar el
comportamiento de audiencias” y sus análisis y estudios son vendidos a
empresas y también a políticos. Han trabajado en más de cien campañas
políticas en el mundo, y en América Latina han trabajado en Argentina,
Brasil, Colombia y México.[2]
Uno de los inversores de la empresa fue
Robert Mercer, quien invirtió 15 millones de dólares. Mercer es un
conocido donante del partido republicano y, además, trajo consigo a
Stephen K. Bannon, quien fuera pieza clave para la campaña de Trump.
¿Cómo operó en las elecciones en EE. UU.?
En 2013, Aleksandr Kogan desarrolló un test de
personalidad en formato de una aplicación de Facebook. Aproximadamente
265 mil usuarios completaron el test, el cual pedía información personal
y acceso a la red de amigos, “estados” y “me gusta” en la red social.
Toda esta valiosa información fue vendida a la empresa de Nix.[3]
A
partir de esta base de datos se obtuvieron los perfiles de alrededor de
50 millones de usuarios, los cuales fueron manipulados en favor de la
campaña de Donald Trump mediante la creación de publicidad seccionada
según cada perfil y creando noticias falsas (fake news).
Según una nota
del New York Times, Bannon estaba intrigado por la posibilidad de
utilizar perfiles de personalidad para cambiar la cultura de EE. UU. en
las elecciones. Christopher Wylie, quien fue fundador de CA, mencionó
que el equipo de Trump “quería pelear una guerra cultural en Estados
Unidos” y “Cambridge Analytica era el arsenal de armas para luchar en
esa guerra cultural”.[4]
La Fiscal de Massachusetts anunció que lanzaría una
investigación. El Senador Mark Warner mencionó la necesidad de que el
Congreso mejore los controles de recolección de datos y de una ley para
regular la publicidad política en internet. Semanas antes, el sistema de
justicia estadounidense acusó a 13 rusos de haber usado una plataforma
para perpetrar una “guerra de información” contra EE. UU.[5]
La
conformación de estos dos casos puede ser motivo de apertura de juicio
político contra Trump. El Senador republicano por Arizona, Jeff Flake,
mencionó en Twitter que, en caso de cesar a Robert Mueller por la “trama
rusa”, el único remedio constitucional sería mediante el
impeachment,[6] idea que viene tomando de nuevo fuerza, y el caso de CA y
Facebook puede darle mayor impulso.
Cambridge en Brasil, Argentina y México
En 2017 CA abrió una filial en Brasil de cara a las
elecciones. CA-Ponte ya está siendo investigada para saber si operó en
Brasil. Andrés Torreta, directivo de CA-Ponte explicó a la BBC que
aprovechaban la metodología usada por CA y “planeaban aplicar el uso del
direccionamiento inteligente de mensajes políticos a whatsapp”, empresa
que ya pertenece a Facebook.[7]
Después de la filtración de la cadena británica
Channel4[8] en la que se nombra a Argentina como uno de los países donde
probablemente operó CA, la Cámara Nacional Electoral (CNE) de
Argentina, que forma parte del Poder Judicial, ha abierto ya una
investigación para saber si estuvo involucrada en las elecciones
argentinas.[9]
Alexander Nix tiene vínculos estrechos en Argentina con
la Fundación Pro Alvear de la familia Pepa y con los hermanos Nicolás y
Lucas Talamoni (dueños de Blacksoil)[10]; además, la dirección de la
filial de CA en Argentina comparte la dirección con la empresa
Blacksoil.
El vínculo entre Talamonti y Nix comenzó por su afición al
polo, en donde coincidieron con Juan Pepa. Nix se convirtió en el
padrino de la Fundación Pro Alvear. Otras personalidades que financian
dicha ONG son la modelo Valeria Mazza, la jugadora de hockey Luciana
Aymar y el actual presidente de Argentina Mauricio Macri.[11]
En México, hace algunas semanas, también se alertó de
la presencia de CA, pues el país está ya en proceso electoral para
decidir al próximo presidente. Hasta la fecha no se sabe para qué
partido o candidato opera, sin embargo, se conoce la existencia de
vínculos con un grupo político que estuvo en el partido de derecha
Acción Nacional (PAN).[12]
En abril de 2017 se vio a Ernesto Cordero,
senador por el PAN, junto a Arielle Dale Karro, quien trabaja para CA.
Cordero es amigo personal del expresidente Felipe Calderón. Karro
también ha sostenido reuniones con el expesidente Vicente Fox quien se
ha manifestado a favor del candidato José Antonio Meade.[13]
En enero de
2018, una investigación de Bloomberg destacó que la oficina de CA en
México compartía la misma dirección que otra empresa de tecnología
(Mowistat Corporation) operada por un ex funcionario federal que trabajó
en el sexenio de Felipe Calderón.[14]
La estrategia usada por CA en política, su
intervención en las elecciones y el uso de redes sociales para crear
fake news o infundir ciertas ideas a la sociedad ya sea para poner en la
agenda un tema o polarizar a los electores funcionó en EE. UU. en las
elecciones pasadas donde resultó electo Donald Trump. El uso del big
data será, sin duda, tema de importancia para América Latina que tendrá
elecciones en varios países.[15]
A diferencia de otras empresas de servicios, los
usuarios de Google, Facebook y otras redes sociales gratuitas no son
clientes, es decir no abonan el servicio sino que son el insumo del
negocio.
El escándalo político de Cambridge Analytica ha traído a la
arena pública un secreto a voces: como nada es gratis, el coste de las
plataformas de redes es el lucro con nuestra información personal, cuyo
valor político y comercial no es valuado en su real magnitud. Empresas
como CA se dedican a perfilar, segmentar y clasificar nuestras
idiosincrasias y esos datos son empleados en el diseño de estrategias de
publicidad y propaganda, de modo que nos dejan más expuestos al mercado
y a la manipulación política.
El derecho a la privacidad es despreciado en la
sociedad actual, mientras que la “posverdad” mediante la propagación de
noticias falsas es un recurso cada vez más utilizado en las campañas
políticas que buscan reconducir los humores sociales.
Si bien se trata
de un fenómeno complejo, el vacío legal lo convierte en un terreno
fértil para las estrategias de campaña sucia y difamación. Ante esta
manipulación de la opinión pública sin precedentes, vale la pena
recordar que la protección de nuestra privacidad es esencial para
defender nuestra condición de sujetos autónomos y ciudadanos libres." (
No hay comentarios:
Publicar un comentario