"(...) Actualmente, los bancos comerciales privados crean nueve de cada diez
euros del dinero bancario que circula en la UE. Y el dinero bancario,
esto es, los saldos de las cuentas corrientes, es la parte del león de
la masa monetaria básica (M1), que incluye también el dinero de curso
legal creado por el banco emisor.
No es cierto que el dinero bancario
creado por los bancos comerciales, básicamente otorgando créditos,
dependa estrechamente del dinero depositado por los ahorradores
(particulares, empresas o administración): sí debería mantener una
relación pero cada banco se las ingenia para saltarse las regulaciones y
otorgar créditos a discreción, pues es la parte sustancial de su
negocio.
Los riesgos que se derivan de este comportamiento (totalmente
irresponsable como hemos visto en la crisis actual) los acabamos
asumiendo la ciudadanía con los rescates. ¿Habría que retirar a la banca
privada el privilegio de crear dinero? ¿Cómo hacerlo?
Las ventajas de que el dinero bancario lo crease exclusivamente el
Banco Central Europeo (BCE) son numerosas y bien descritas por Christian
Felber en el libro comentado.
Primero, la masa monetaria la controlaría
exclusivamente el BC con lo que la política monetaria sería mucho más
precisa y eficaz, por ejemplo el control anticíclico de la actividad
económica.
Segundo, los beneficios de la creación de dinero bancario
serían para la colectividad, no para el negocio bancario: el dinero
entraría en el sistema financiero libre de deuda e intereses y la banca
no se apropiaría de los jugosos márgenes comerciales de la creación de
dinero bancario.
Tercero, los depósitos a la vista de los clientes
ahorradores en la banca privada, que estarían claramente diferenciadas
de los depósitos bancarios provenientes de créditos para la inversión,
constituirían las llamadas cuentas monetarias, que sería consideradas
depósitos a la vista en el Banco Central y estarían en consecuencia
totalmente a salvo en caso de quiebra de la entidad, por lo que ya no se
justificarían los rescates bancarios.
Y cuarto, la masa monetaria
básica (M1) podría mantenerse absolutamente constante si ese fuera el
objetivo de la política monetaria; la razón es que los préstamos del BC a
los bancos comerciales para que estos desarrollasen su actividad
crediticia destinada a la inversión no entrarían en el cómputo del M1.
Acabar con un sistema monetario y financiero injusto e insostenible
como el actual supone un considerable esfuerzo por facilitar la
comprensión de los mecanismos y formas que utilizan las finanzas
especulativas en lo que se ha definido como el casino financiero. La
lectura de este libro (Christian Felber: Dinero. De fin a medio) constituye un buen instrumento en esa dirección y
de hecho, algunos de sus capítulos ya están siendo utilizados por ATTAC
España para dotar de contenido a sus foros formativos online." (Ricardo García Zaldívar - ATTAC España, 13/03/2015)
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