Por ejemplo, muchos pueblos amazónicos no tratan a las plantas en términos utilitaristas de cultivo o de producción, sino que las mujeres mantienen una relación materno-filial con los árboles o las flores. Entretanto, los hombres se relacionan con los animales como si formaran parte de la familia".
A juicio del antropólogo, todas las cosmologías, desde las que atesoran tribus en selvas aisladas hasta las que observan las sociedades de China o de India en la actualidad, integran cultura y naturaleza. Todas, salvo Occidente. Descola, un auténtico experto en esta materia sobre la que ha publicado varios libros, argumenta que la revolución científica del siglo XVII en Europa significó la aparición de inventos, como el microscopio o el telescopio, que permitieron convertir la naturaleza en algo autónomo y observable.
"Desde entonces", apunta con su tono didáctico, "nuestra cosmología ha servido como modelo para entender las cosmologías de otros pueblos. Ahora bien, nuestra cosmología no puede ser una pauta y Occidente no debe imponer su visión del mundo a otras culturas". (PHILIPPE DESCOLA: "Occidente no debe imponer su visión del mundo a otras culturas". El País, ed. Galicia, Cultura, 29/01/2009, p. 40)
No hay comentarios:
Publicar un comentario