16/11/10

Justicia... sus males... españoles

"R. ¿Su blog será un consultorio sentimental, un confesionario?

R. Quiero que sea una estructura de reflexión sobre la necesidad de reinventar la justicia.

P. ¿Cuál es la mayor barbaridad que ha visto en su profesión?

R. Barbaridades he podido ver algunas importantes. Pero lo que más me ha inquietado es la falta de humanidad y la burocracia. (...)

P. Cuando dio la batalla contra las astillas se quedó sin funcionarios en el juzgado. ¿Tan amplio era el pringue?

R. Sí. Pero aquello pasó, vino nueva gente, y ahora hemos conseguido que la justicia sea limpia.

P. ¿Ya no necesitan astillas porque ahora todos tienen calefacción?

R. Ahora todos tienen calefacción. Las astillas no gustan ya. Cuando se lucha bien contra la corrupción, esta se hace odiosa.

P. De niña pagó una bula para comerse los viernes un bocata de chorizo. ¿No era como una astilla a la Iglesia?

R. Supongo que sí. Lo que pasa es que no era algo oscuro, era muy oficial, del Vaticano.

P. Aboga porque no casen los jueces, sino un cuerpo de casamenteros. ¿En cuál de sus compañeros piensa como Celestina?

R. Pues esa función no lo sé. Pero lo de casamentero sí sería útil, porque ahora la gente no se puede casar por las tardes, ni los fines de semana. A lo mejor era una oportunidad para que hubiera un cuerpo de magistrados jubilados casando a la gente." (MANUELA CARMENA Magistrada: "Mis monjas me enseñaron a ser valiente". El País, 14/11/2010, última)

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