4/1/11

Democracias con taras totalitarias... las nuestras

"Lo que sí persisten son taras totalitarias en muchos países. Tienden a esconderse. Lo malo es cuando lo hacen en las democracias consolidadas. ¿Cómo puede el ciudadano identificar estos vicios? Ese mesianismo democrático al que usted alude, ¿dónde se esconde? ¿Quién lo practica?

Aunque ya no debamos temer la amenaza ni la realidad de los regímenes totalitarios o de un país como fue la URSS en el pasado, ciertos vicios, ciertos comportamientos, sobreviven entre nosotros. Hay muchos ejemplos. El mesianismo democrático se parece al que pudiera ser totalitario en la manera que trata de imponer sus ideales por la fuerza.

Con el ejército, mediante la ocupación y la violencia. Pero este mesianismo democrático no es en absoluto nuevo. En España lo saben muy bien. Ustedes fueron los primeros en sufrir una cruzada secular con la invasión napoleónica. Los franceses ocuparon su país en el nombre de la libertad, la igualdad y la fraternidad.

Algo que no ayudó a las élites intelectuales españolas porque, si bien luchaban contra el absolutismo con los ideales de la Ilustración, no pudieron justificar que entraran aquí con un ejército. Si trasladamos esto a Afganistán hoy, es lo mismo.

Nosotros, los demócratas… Los defensores de la libertad, por más que les contemos a esos talibanes, por muy cerrados que sean, les da igual cómo lo justifiquemos, el hecho es que ellos defienden su territorio y la gente se identifica más que con quien les invade por muy buenas intenciones que lleven.

El hecho de que la guerrilla se inventara prácticamente aquí les hace comprender muy bien todo eso. Luego se repitió en el colonialismo. Se invadía en nombre de una superioridad moral e intelectual. Después, el comunismo impuso su versión mesiánica.

Ahora, Irak y Afganistán nos presentan a estos luchadores de la libertad que bombardean ciudades para traer felicidad. Pues no ha funcionado.

Bien, eso en cuanto a la política exterior de ciertos países. Pero también esos vicios adquiridos totalitarios afectan a las políticas interiores. ¿Sufrimos una especie de fascismo posmoderno?

Uno de los principios básicos de la democracia es la limitación del poder. Si este lo burla y se convierte en algo ilimitado, la tentación totalitaria está al otro lado de la esquina.

La pluralidad asegura esta limitación. En los partidos, en la prensa, en la división de poderes. Actualmente, el poder económico y financiero actúa por encima del político. La separación entre ambos no es tan clara como debería. Es una situación contraria, pero equiparable al totalitarismo comunista soviético.

Entonces, el poder económico estaba plegado al político. Por eso era desastroso. Ahora es al revés. Asistimos al extremo opuesto. Los poderes económicos dominan al resto.

Inquietante.

También ocurre con el poder judicial. Pero con arreglo al poder político. En Francia se han hecho reformas que afectan a su independencia. Se han suprimido los jueces de instrucción y ahora ese cometido depende de la acusación. La influencia sobre la prensa también preocupa. Las limitaciones del poder no viven sus mejores momentos." (TzvetanTodorov: "La UE ha quedado moralmente contaminada por la expulsión de los inmigrantes". El País Semanal, 10/12/2010, p. 28 y ss.)

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