27/9/18

El 41,1% de la población española está formada por obreros... más de 19 millones de obreros y obreras... los obreros no cualificados tienden a ser ligeramente menos felices que el conjunto de la población, a la vez que los obreros cualificados superan a las viejas clases medias en felicidad

"En el libro La clase obrera no va al paraíso, de Arantxa Tirado y Ricardo Romero hacen hincapié en el hecho de que, de forma aparente, la clase obrera, de un tiempo a esta parte, ha dejado de ser el sujeto histórico de transformación que había sido antaño. 

Al menos esta es la imagen proyectada por los medios de comunicación e incluso por cierta élite académica progresista, que parecen haber dado por muerta a esta clase social, absorbida y reconvertida en una aséptica clase media  (...)

Sin embargo, y a pesar de esta entelequia, siguen existiendo obreros y obreras en el mundo y, por supuesto, en el Estado español. De hecho, según los datos del último barómetro del CIS, publicado el pasado mes de abril, el 41,1% de la población española forma parte de esta categoría (el grupo poblacional más numeroso), por lo que, a pesar de los esfuerzos de algunos para silenciarlos, estamos ante un grupo poblacional cuya voz es determinante para entender la realidad sociopolítica de nuestro entorno.

 Así pues, saber qué nivel de recursos tienen, qué preocupa o que piensan estos más de 19 millones de obreros y obreras no es ya una opción, sino una necesidad para cualquier persona que aspire a entender qué se cuece en las entrañas de nuestra sociedad  (...)

Entrando ya en el análisis de los datos, un primer factor que llama la atención es que el nivel de estudios alcanzado por la población obrera es sensiblemente menor al de otras categorías socioeconómicas, especialmente en cuanto a estudios superiores se refiere

En este sentido, solamente un 2,2% de los obreros no cualificados y un 4,7% de los obreros cualificados declara tener estudios superiores  (...)

Otro elemento destacable es el hecho de que el paro tiene una presencia mucho más elevada entre los obreros que entre el resto de categorías sociales. Concretamente, un 28,5% de los obreros no cualificados afirman encontrarse en situación de paro, una situación que entre los obreros cualificados alcanza el 20,6%.  (...)

Seguramente en consonancia con esta realidad, y también con puestos de trabajo más precarios, la población obrera que trabaja muestra una mayor inseguridad en cuanto al futuro de su trabajo. Tanto es así que solamente un 29,3% de los obreros no cualificados y un 30,3% de los obreros cualificados responden “nada probable” a la pregunta sobre la probabilidad de que en los próximos doce meses pierda su empleo actual. (...)

Finalmente, cabe destacar que alrededor de un 40% de los obreros declara que los ingresos de su hogar no superan los 1.200 euros netos mensuales. Concretamente, casi la mitad (45,5%) de los obreros no cualificados afirman encontrarse en hogares de este tipo, una situación que también declaran casi 2 de cada 5 obreros cualificados (39,3%).  (...)

los obreros (cualificados y no cualificados) tienen las mismas tres principales preocupaciones que las viejas y las nuevas clases medias (paro, problemas de índole económica y pensiones), aunque en el caso de las viejas clases medias el orden de los factores es distinto (problemas de índole económica, pensiones y paro).

 Incluso con la clase alta/media-alta comparten la preocupación por el paro y los problemas de índole económica, pero, por el contrario, el tercer problema principal para los miembros de este grupo son la corrupción y el fraude, que no aparece entre las tres principales preocupaciones de los otros grupos.

Ahora bien, a pesar de este “consenso”, los obreros cualificados y no cualificados tienen una preocupación sensiblemente más elevada por el paro (40,2% y 47,8% respectivamente) que el resto de grupos (25% la clase alta/media-alta, 19,2% las viejas clases medias y 30,9% las nuevas clases medias), algo coherente con la mayor prevalencia de esta situación en este grupo poblacional, lo que hemos comentado en párrafos anteriores.

 En el resto de temas, su nivel de preocupación no difiere de forma destacable con el resto de grupos.

Finalmente, los obreros no cualificados tienden a ser ligeramente menos felices que el conjunto de la población, a la vez que los obreros cualificados superan a las viejas clases medias en felicidad. (...)

Más de izquierdas, más del PSOE que de Podemos, y menos participativos

(...) Así pues, como primer elemento podemos afirmar que la población obrera está más a la izquierda tanto en relación con la población en general como en relación con los otros grupos establecidos por el CIS.

 Concretamente, a la pregunta de autoubicación en el eje izquierda-derecha (donde 1 es izquierda y 10 derecha), y descontando a aquellos que responden “no sabe” o “no contesta”, encontramos que un 78% de los obreros cualificados y un 77,3% de los obreros no cualificados se sitúan en una escala del 1 al 5, porcentajes sensiblemente más elevados que en el conjunto de la población (...)

De forma coherente, estas tendencias tienen su traslación en el voto. De nuevo, y si consideramos partidos de izquierdas a PSOE, Unidos Podemos y confluencias, ERC y EH Bildu, y partidos de derechas a PP, Ciudadanos, PDeCAT, PNV y Coalición Canaria, observamos que los partidos progresistas cosechan mayor porcentaje de voto entre la población obrera que los partidos de derechas

Así, las izquierdas atraen (en voto más simpatía) al 39,5% de los obreros cualificados y a un 33,2% de los obreros no cualificados, sensiblemente más que los partidos de derechas (27,5% y 27,2% respectivamente). 

(...) los obreros son claramente más abstencionistas que los otros grupos y que la población en general. Así, un 29,1% de los obreros no cualificados y un 24% de los obreros cualificados afirmaba que no iría a votar a unas elecciones generales, cuando este porcentaje sólo llegaba al 20,8% de la población en general (...)

A modo de conclusión, si este artículo ha decidido centrarse en analizar el perfil sociopolítico de los obreros y obreras en el Estado español (con todas las limitaciones de método y espacio que arrastra) es porque pretende llamar la atención sobre un grupo poblacional que, tal como indicábamos al principio, aparece constantemente desplazado de la imagen y de los debates que diariamente transmite el conglomerado financiero-mediático que marca las líneas de discusión política en el Estado español. 

Aun así la realidad es tozuda, y a pesar de su invisibilidad, a pesar del poco interés que despiertan entre aquellos que opinan cada día sobre política, economía y sociedad, los obreros y las obreras están allí, participando del presente y del futuro de su comunidad. 

Tienen, pues, que ser reivindicados como sujeto político, ya que sus opiniones y su voto son determinantes, y seguirán ahí aunque algunos se empeñen en ignorarlos. Conocerlos, por lo tanto, no es una opción, sino una necesidad."                  

( , Politólogo, Universidad Pompeu Fabra, Cuarto Poder, 25/06/18)

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