3/12/09

El tabú del suicidio

"Contra el tabú

El suicidio es un problema de salud pública que casi siempre queda en casa. Los 3.263 personas que se mataron en España en 2007, bastantes más que los muertos por accidente de tráfico, apenas si han merecido atención en la prensa. Los medios acuden al efecto contagio que producen ese tipo de noticias entre los potencialmente suicidas para justificar su desatención. Tampoco ha habido declaraciones políticas al respecto. Un reportaje de Lea del Pozo, en Público, resumía hace un mes el paisaje que nos devuelve ese doble silencio: “España carece de planes de prevención contra los suicidios“.

Hasta este año mismo, carecía también de un protocolo acorde con las normas internacionales para contarlos. Antes, los datos se recogían sólo a partir de los suicidios que pasaban por los juzgados, porque la muerte levantaba además alguna sospecha. Ahora, se registran a partir de los certificados de defunción, y con la información de los hospitales. Por eso, la diferencia entre los datos conocidos este año, que corresponden a 2007 y los del año anterior es tan abultada: en 2006 se contabilizaron sólo 1.806 suicidas.

“Es un tabú, del que no se sabe nada”, me contaba no hace mucho Enrique Baca, investigador en el Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental (CIBERSAM), refiriéndose al debate público. La comparación con los accidentes de tráfico.

“El esfuerzo que se hace para prevenir uno u otro no tiene nada que ver”, añadía. “La relación entre su importancia y el dinero que se le dedica es paradójica: en cualquier país occidental el suicicio es una de las 10 primeras causas de muerte -en España, para algunos tramos de edad, está entre los dos primeros-, y en todos ellos está entre los últimos en cuanto a inversión”. Los recursos de la investigación científica son igualmente pobres.

Lo que no quiere decir que no nos acabe saliendo caro, “si se tienen en cuenta también los intentos, entre 15 y 20 por cada uno consumado, y los gastos sanitarios en atención que se derivan”, explica Baca, que también es jefe de sección en el hospital Fundación Jiménez Díaz de Madrid.

Desde todos los puntos de vista que lo merezcan: historias personales, políticas y expertos científicos, sobre todo, estas crónicas se proponen convertir en noticia ese tabú." (Factual.es, 03/12/2009)

1 comentario:

NiñoMalkavian dijo...

Y tan tabú.

Creo que el máximo tabú definitivo que nos queda a nosotros, las supuestas mentes abiertas europeas.