23/11/10

"A mí me salvó la vida la ciencia"

"Después de una carrera viajando entre Tercera, Segunda B y Segunda, Miguel García se ganaba el pan este año en el Salamanca. Hasta el 24 de octubre, cuando sufrió una parada cardiorrespiratoria frente al Betis que le dejó 20 segundos "muerto" sobre el césped, salvado solo por la rápida actuación médica. Ha dejado el fútbol y aprecia más que nunca la vida. (...)

Pregunta. ¿Tiene alguna explicación a su infarto?

Respuesta. Si es que no la hay... Mi organismo funciona con normalidad, no hay ninguna anomalía. Me sentí raro en el descanso, me quité la camiseta térmica y como me sentí mejor, seguí. Cuando me hicieron las pruebas en el hospital, no vieron la causa por la que se cerró la arteria [los médicos le colocaron un stent, un muelle que la mantiene abierta].

A mi padre le dio un infarto hace 20 años, pero está bien. Aparte, tras lo que pasó con Antonio Puerta, me habían hecho un control exhaustivo del corazón. Lo tenía todo perfecto. Los médicos me dan a entender que hice un esfuerzo que el corazón no aguantó. (...)

P. Los que llevan mucho en la trinchera son Tomás Calero, el médico del Betis, y José Ignacio Garrido, el del Salamanca.

R. Les debo mi segunda vida. Al principio, nadie entendió la velocidad con la que actuaron. Con el tiempo, hablando con el doctor Calero me enteré que lleva 15 años dando cursillos de reanimación cardiaca. ¡15 años! El hombre, en cuanto vio la manera en que caí, ya sabía lo que estaba padeciendo.

Eso permitió que actuaran con una rapidez tremenda. No dio tiempo a nada, solo pasaron 20 segundos en los que estuve en parada cardiaca. No respiraba ni nada. Gracias a lo poco que tardaron en saber lo que me pasaba, a que fueron directos, estoy aquí. Incluso evitaron que sufriera daños cerebrales.

P. Cuando se desplomó, ¿quiso avisar de lo que le pasaba?

R. No me dio tiempo a nada, ni me acuerdo de nada. Solo sé que me desmayé. Me desperté en el campo, cuando me reanimaron, y ya ahí me di cuenta de la importancia de la lesión. Que el fútbol se me había acabado.

P. Intentaron meterle un tubo por la boca. Estaba tan rígido que los médicos creyeron que le iban a partir los dientes.

R. Sí, tengo dos muelas astilladas de hacer fuerza. Se ve que estaba en un estado de shock en el que no me podían abrir la boca para meterme el tubo de Guedel

[evita la caída de la lengua y la consiguiente obstrucción del paso del aire]. Solo he visto una vez las imágenes y mejor no volver a hacerlo.(...)

P. ¿Cómo afronta el mañana?

R. Con optimismo y entereza, porque es lo que hay. Mi intención es seguir ligado al fútbol. Lo voy a intentar, de la manera que sea, como secretario técnico, director deportivo...

P. ¿Es ahora más religioso?

R. A mí me salvó la vida la ciencia. Con lo cual, si antes no era creyente, ahora no tengo por qué serlo." (El País, 19/11/2010, última)

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