"Los medios de mayor difusión en el mundo
occidental han cubierto los movimientos pro democracia que han estado
ocurriendo en los países árabes –definiéndolos como la Primavera Árabe-
con distintos grados de simpatía, sin referirse, sin embargo, a las
causas que determinaron que estos movimientos surgieran recientemente.
La presentación correcta de tales movimientos como movimientos
anti-dictatoriales no deja claro por qué tales movimientos se
presentaron ahora y no antes, pues los regimenes dictatoriales han
gobernado dichos países árabes durante muchos años.
Y una de las causas de este silencio
mediático es que la chispa que originó el enorme descontento fueron las
políticas neoliberales llevadas a cabo por tales regimenes y promovidas
por el Fondo Monetario Internacional y por gran número de gobiernos
occidentales, liderados por el gobierno federal de EEUU y por la Unión
Europea.
Acaba de publicarse un libro, titulado Arab Spring, Lybian Winter,
escrito por Vijay Prashad, que elabora y documenta las características
de tales políticas –conocidas como Structural Adjustment Programs- que
son muy semejantes a las que la troika (la Comisión Europea, el Banco
Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional) han estado
presionando para que se apliquen a los países periféricos de la
Eurozona.
Las semejanzas son sorprendentes, calcadas las unas a las
otras, e incluyen recortes de derechos sociales y laborales (ya muy
reducidos en los países árabes), desaparición de la protección social
(también muy limitada en aquellos países), elevada destrucción de empleo
(muy en particular entre los jóvenes), y descenso muy marcado de los
salarios. De ahí la enorme movilización generalizada y multiclasista en
contra de la aplicación de tales políticas por parte de aquellos
regimenes.
A las movilizaciones obreras –prácticamente silenciadas en
los medios de mayor difusión en la Unión Europea y en EEUU- se les
sumaron sectores de jóvenes desempleados, incluyendo licenciados y
estudiantes sin futuro, que expresaron un deseo de cambio, resultado de
un hartazgo hacia una situación que se había convertido en insostenible.
Vijay Prashad documenta la gran diversidad de estos movimientos pro
democracia y las alianzas generadas en cada país. Llama la atención –por
lo desconocido en Europa y en EEUU- el rol que el movimiento organizado
clandestino obrero jugó en varios países (Túnez, Egipto, Libia y
Siria).
El autor señala como la respuesta de las estructuras de poder que
apoyaron a los regímenes dictatoriales, respaldados por los gobiernos
occidentales, ha sido potenciar aquellos movimientos que no tienen en su
programa la intención de cambiar la estructura económica y social del
país.
De ahí que hayan promocionado la Hermandad Musulmana que, siendo
una de las pocas instituciones que existía ya organizada en algunos de
estos países, como Egipto, no tiene en su programa económico ningún
elemento que cuestione las relaciones de poder económico en el país. Su
mayor (casi único) énfasis es el cultural religioso que la estructura
económica no considera amenazante." (Artículo publicado por Vicenç Navarro, 13 de agosto de 2012, en www.vnavarro.org, 13/08/2012)
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