Zonas Económicas Exclusivas en el Pacífico Occidental. Fuente Mapa: Japan Focus
"La disputa entre China y Japón por los islotes Diaoyu/Senkaku no es un capricho escapista del gobierno chino ante una coyuntura, económica y política complicada por un crecimiento ralentizado, por escándalos como el del caído dirigente de Chongqing, Bo Xilai, y por el próximo relevo del grupo dirigente en el XVIII Congreso del partido.
Todo eso es real pero influye mucho menos de lo que sugieren la mayoría de los análisis publicados hasta la fecha. Se trata de otra cosa: de la tercera Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar de 1982, UNCLOS por sus siglas en inglés.
Ese acuerdo adjudica estatus de “zona económica exclusiva” a las zonas marítimas situadas entre 370 y hasta 650 kilómetros alrededor del territorio insular de un país. Gracias a su soberanía sobre todo un rosario de islas, islotes y rocas del Pacífico (Izu, Ogasawara, Okinotorishima, Minami) situadas hasta casi 2.000 kilómetros de distancia de Tokio, Japón tiene derechos sobre una enorme “zona económica exclusiva” marítima de 4,5 millones de kilómetros cuadrados, la novena mayor del mundo.
China, cuya fachada litoral es mayor que la japonesa, sólo tiene 880.000 kilómetros cuadrados y ocupa el puesto 31 entre Maldivas y Somalia.
Si se observa el mapa que resulta de la aplicación de UNCLOS, se comprobará que China está literalmente encajonada en su fachada litoral. Comoexplica el profesor australiano Gavan McCormack, esa situación resulta de la combinación de las zonas marítimas de Filipinas, Estados Unidos (a través de su control de Guam, Palau, Carolinas y otras islas), Japón y Corea. Ese mapa no es sólo económico sino geopolítico, es decir tiene un fuerte componente militar.
La clave es el creciente cerco militar del que China es objeto. El grueso de la atención y el despliegue militar de Estados Unidos fuera del Golfo Pérsico ya está instalado en el Pacífico Occidental contra China. La administración Obama anunció hace poco que en los próximos años el 60 % de la marina de guerra de EE.UU se desplegará alrededor de China.
Enviarán seís portaviones, más submarinos nucleares, medios antisubmarinos y de guerra electrónica. El despliegue incluye escudos antimisiles “contra Corea del Norte” que en realidad están orientados a anular el modesto arsenal nuclear chino, el regreso de los bombarderos estratégicos a la base de Guam, y la reconstrucción de las alianzas militares con los países de la región, cuyo puntal es la alianza militar con Japón.
Disputar la soberanía del grupo de islas Diaoyu/Senkaku es para China la única forma de romper ese bloqueo y disponer de un pasillo de salida hacia aguas internacionales. No es sólo una cuestión de recursos. Como dice McCormack, “la combinación de la propiedad japonesa de amplias zonas oceánicas y su alianza subalterna con el diseño estratégico de Estados Unidos para la región, significa una seria desventaja y riesgo para China”.
UNCLOS establece que los islotes y arrecifes incapaces de sostener población o vida económica por si mismos, no pueden tener estatuto de zona económica exclusiva. Es el caso de muchas rocas japonesas.
En Okinotorishima, por ejemplo, Tokio mantiene literalmente a flote el arrecife, a base de gastar dinero en protecciones y barreras que lo mantengan por encima del nivel del mar. La discusión histórica es complicada." (Rebelión, 21/09/2012, Rafael Poch, La Vanguardia)
No hay comentarios:
Publicar un comentario