"Hocine Benabderrahmane es un conocido imán reformista de Bruselas que
se siente derrotado. Historiador, de origen argelino, piensa que los
salafistas están ganando la batalla, que si el islam no se reforma se
estrellará contra un muro y que hace falta deconstruir el discurso
extremista con argumentos teológicos.
Benabderrahmane dirige un centro
de reflexión islámica y da cursos para jóvenes en las mezquitas de todo
Bélgica. “Todos los días veo chicos radicalizados que creen que solo hay
una versión del islam”, se lamenta.
Pregunta. ¿Cómo es posible que haya tantos jóvenes
musulmanes en Europa que crean a pies juntillas la distorsión del islam
que propaga el Estado Islámico?
Respuesta. Desde los años ochenta, el islam europeo
ha estado representado fundamentalmente por la escuela salafista y la de
los hermanos musulmanes. Esa base teológica clásica nunca se ha
cuestionado.
Los imanes aquí imitaban a los de Arabia Saudí, empeñados
en aislar a los musulmanes del resto de la sociedad. Han ido imponiendo
fatuas [edictos] como las de que dar la mano a una mujer o decir a tu
vecino feliz navidad es haram.
Ese es el discurso que ha escuchado la
juventud europea y para ellos eso es el islam. Empiezan a autoimponerse
reglas que el islam no ordena porque creen que ese es el islam
verdadero.
Ese es el inicio de la radicalización y el movimiento
yihadista se apoya en estas ideas. Los grupos radicales las
instrumentalizan a favor de su causa. Todos los días veo chicos
radicalizados que creen que solo hay una versión del islam.
P. ¿Qué hace que den el paso de la ideología salafista al terrorismo?
R. Ahí es donde entra en juego el reclutamiento que
se hace en familia, entre amigos o a través de Internet. Es cuando
empiezan a considerar el discurso de las mezquitas y de las
instituciones ilegítimo. La mayoría son jóvenes ignorantes, que no
conocen el islam.
P. ¿Cómo se les puede frenar?
R. Hay que hacer una deconstrucción de sus ideas con
argumentos teológicos. Hay que hacer un trabajo de fondo para desmontar
las ideas de la yihad, del martirio. La familia de Bilal Hadfi [uno de
los terroristas suicidas de París] me vino a ver después de los atentados de París y me preguntó si su hijo era un mártir. Les dije que ni hablar, que era un criminal y punto.
P. ¿Están los imanes europeos en condiciones de hacer ese trabajo?
R. La mayoría de los imanes no se enfrentan ni
conocen la realidad social. Para empezar porque no son europeos y porque
importan fatuas de otros países, a miles de kilómetros de distancia y
con una realidad social totalmente diferente.
P. Ustedes, los reformistas, ¿están perdiendo la batalla?
R. Sí. El discurso salafista ha conseguido
deslegitimar a los imanes de las mezquitas. Hay que restablecer al
confianza de los jóvenes, pero para eso, los imanes tienen que tener más
nivel.
P. ¿Es necesaria una reforma del islam?
R. Es inevitable. Sin una reforma jurídica, de
interpretación de los textos, nos estamparemos contra un muro. Tenemos
que evolucionar al ritmo del resto de la humanidad. En el islam hay
muchas voces progresistas, pero están dispersas. El islam tradicional
está ganando la batalla y cada vez tiene más fuerza.
P. Los extremistas se alimentan de la confrontación y la creciente separación entre musulmanes y no musulmanes.
R. Ese es el gran caballo de batalla. Los salafistas
no tienen un discurso de cohesión social, al contrario. Tratan de
enfrentar a los musulmanes con el resto de la sociedad y eso no tienen
ningún fundamento teológico. El discurso salafista ha lanzado una OPA
sobre el islam.
P. ¿Qué le dice usted a los jóvenes que quieren irse a Siria para ayudar a sus hermanos musulmanes?
R. Que cuando el pueblo sirio se levantó [2011], no
pidió el establecimiento de la sharía [ley islámica], pidió la libertad y
la caída de Bachar el Asad. Yo les digo que Daesh nunca ha servido al
pueblo sirio ni iraquí, que el único que se ha beneficiado de lo que ha
pasado en París y en Bruselas ha sido El Asad.
Que si quieren servir la
causa justa del pueblo sirio no lo van a conseguir con la violencia. No
se sirve una causa justa con medios injustos. Que los muertos del
Bataclán o del aeropuerto [de Bruselas] no tienen ninguna culpa de lo
que pasa en Siria.
P. Se habla mucho de que los padres han perdido el control de sus hijos.
R. Es verdad. Hay una ausencia de autoridad
parental. Cuando cumplen 12 o 13 años, ya hacen lo que quieren. Para
ellos sus padres no saben nada, que no se enteran. Ellos [los jóvenes]
han nacido aquí, conocen la lengua, las instituciones.
P. A Salah Abdeslam, uno de los terroristas de París, la policía le encontró en Molenbeek. Es difícil pensar que la comunidad no le ha encubierto.
R. También hay que deconstruir el concepto de
colaboración. Los colaboradores no están bien vistos. Hay que explicar
que por el bien de nuestra religión tienen que informar." (Ana Carbajosa, El País, 18/03/16)
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