19/9/13

Izquierdas, derechas, ricos, pobres y renta básica

"Se habla y se escribe cada vez más de la propuesta de la Renta Básica. 5 años largos después de iniciada la devastadora crisis económica en la que estamos inmersos, es mayor el número de personas, activistas de distintos movimientos sociales, militantes o no de partidos políticos, sindicalistas y ciudadanos en general que consideran que la Renta Básica es una propuesta a tener muy en cuenta.

Muchas de estas personas están convencidas de que ante las dificultades para la inmensa mayoría que se derivan de las políticas económicas puestas en funcionamiento con la crisis debe darse un giro muy radical al estado de cosas existente. También hay críticos que no lo ven así. ¿Se puede financiar? ¿Se trata de un cheque para todos que sustituya a los servicios públicos, como alguno afirma? (...)

-Proponéis desde hace tiempo la aprobación de la Renta Básica (RB) como un derecho. Pero, ¿qué importancia tiene esto en la actual situación de pobreza y desigualdad social que vivimos en Europa?

- La crisis económica y las medidas de política económica que se han ido aplicando desde sus inicios en la Unión Europea han aumentado efectivamente la pobreza y la desigualdad social. Entiendo la RB, una asignación monetaria incondicional a toda la población, como un componente de una política económica diametralmente opuesta a la practicada. 

Como ya he mencionado en más de una ocasión, cualquier política económica es primero política y después económica, primero se decide (políticamente) a quién se va a favorecer y después se aplica la instrumentación (económica) que va a concretarlo. La RB sería una medida de política económica para garantizar la existencia material de toda la población. Una alternativa bien clara a lo que hoy estamos viviendo. (...)

-¿Qué debería de cubrir y quiénes lo percibirían?

- La percibiría toda la población, como implica la propia definición y concepción de la RB. Debería ser de un importe al menos igual al umbral de la pobreza.

Las características de universalidad e incondicionalidad tan propias y distintivas de la RB acostumbran a “descolocar” a algunas personas. “¿También deben percibirla los ricos? ¡Qué barbaridad!”, sería una forma muy habitual de expresar esta perplejidad a la que aludía.

 Si se comprende que a pesar de que la perciba todo el mundo, no todo el mundo sale ganando, la perplejidad desaparece (o debería hacerlo para quien entiende cabalmente la propuesta). (...)

En todas las propuestas serias de financiación de una RB que pretenden redistribuir la riqueza y acabar con la pobreza, los ricos salen perdiendo. Algunos venimos insistiendo en ello desde hace dos décadas. Y creemos haberlo demostrado.

-¿Cómo se financiaría? ¿Sería viable en la actual coyuntura?

- Precisamente Jordi Arcarons, Lluís Torrens y yo acabamos de publicar hace pocas semanas un avance de un estudio de financiación de la RB que será detallado en los próximos meses. Una parte de las conclusiones de este estudio de financiación, que está concretado para Cataluña porque disponíamos de una muestra de casi un cuarto de millón de IRPFs del año 2010 (si dispusiéramos de una muestra parecida para el conjunto del Reino de España también podríamos calcularlo para este ámbito), por tanto en plena crisis económica, sería el siguiente:

Estamos hablando de una RB de 7.968 euros anuales para todas las personas adultas y de 1.594 para los menores de Cataluña. La cantidad de 7.968 euros no es arbitraria. Es la cantidad que establece la llamada “renta de suficiencia” en Cataluña que cada año debe fijar la Ley de Presupuestos de la Generalitat.

 Este indicador fue establecido por la Ley13/2006 de 27 de julio. Dicho indicador de “renta de suficiencia” sirve, según la Generalitat, para valorar la situación de necesidad para poder tener derecho a determinados prestaciones. En nuestra propuesta, para financiar esta RB, además de lo recaudado hasta ahora, es decir, sin tocar ni un euro de ninguna otra partida (sanidad y educación públicas no se tocarían, por si alguien tiene alguna duda) excepto las prestaciones monetarias que fueran redundantes con la RB, el dinero saldría de: una reforma del IRPF, del ahorro de las prestaciones monetarias que serían suprimidas con la RB y de la adecuación de nuevos impuestos como propone el sindicato de los inspectores de hacienda GESTHA.

La gran mayoría tanto de la población declarante actual en el IRPF como de la no declarante saldría ganando respecto a la situación actual. Solamente un porcentaje que oscilaría entre el 10 y el 15% de la población más rica saldría perdiendo con la reforma propuesta.

 Un porcentaje similar quedaría en una situación parecida a la actual, dependiendo claro está de la situación de sus respectivos hogares, y entre un 70 y un 80% de la población situada en los niveles inferiores de renta de los otros dos grupos saldría ganando con la reforma. 

Dicho con otras palabras: se produciría una gran redistribución de la renta de los sectores más ricos al resto de la población. Lo contrario de lo que se ha producido a lo largo de las últimas décadas, especialmente en los últimos años. Es fácil de entender, pero no siempre se entiende. (...)

-Esta medida ¿no podría contribuir a desincentivar el trabajo o por lo menos, los peor pagados?

- Doy por supuesto que la pregunta se refiere a trabajos remunerados y deja al margen el trabajo doméstico y el voluntario que requieren de un análisis diferente.

¡Eso sería maravilloso! Que desincentivara los trabajos peor pagados, como efectivamente creo que así sería, supondría una presión para subir esos salarios o para mecanizar esos trabajos. 

Recuérdese que para algunos buenos economistas que además de economía entendían el mundo dividido en clases en el que vivían, Kalecki por ejemplo, la principal herramienta de que ha dispuesto y dispone el gran capital para disciplinar a la clase trabajadora es la existencia de una población excedente o ejército industrial de reserva. 

Con la crisis, esta población excedente es cada vez más grande. Con una RB esta herramienta de disciplina quedaría muy debilitada. Este es el componente subversivo de la RB o, para ser más modestos, lo que la hace insoportable para los amigos de las grandes desigualdades sociales y del capitalismo neoliberalmente existente. (...)

-La RB funciona desde hace tiempo en Alaska. ¿Con qué resultados?

- En Alaska existe una RB desde hace más de 30 años financiada por una fundación. Estamos hablando de una cantidad anual que fluctúa según los precios del petróleo, entre otros factores. Se sitúa entre los 800 y los 2.000 dólares anuales. Es decir, no se trata de una RB financiada a partir de una fiscalidad progresiva como, entre muchos otros, soy partidario. 

Este aspecto creo que debe quedar muy claro para evitar confusiones o comentarios ignaros del tipo “es que en Alaska tienen petróleo y por ello pueden financiar una RB”. En todo caso, también debe decirse que una medida tan sencilla como esta humilde RB de Alaska, ha supuesto que este Estado sea el menos desigualitario de todos los de EEUU. (...)

La RB, de una cantidad igual o superior al umbral de la pobreza, es uno de los medios creo más inteligentes dada una economía monetaria como casi todas las hoy existentes para garantizar esta existencia material. Para garantizar la base material de la democracia. Por supuesto que una RB por sí sola no garantiza esta existencia material que es una de las condiciones de la libertad, pero me parece un componente fundamental.

Y añadiré otra motivación para defender la RB que con los años me ha ido en aumento. Cuando se debate políticamente en parlamentos o en otros foros, la RB molesta mucho a las derechas que siempre han dicho que es muy fácil criticar la sociedad realmente existente, pero en cambio es muy difícil ofrecer alternativas razonables. Bien, ahí tienen una. Y se inquietan. 

Entonces se entra en una segunda fase, la descualificación agresiva y emocional: “mantendríamos a vagos”, “no se puede financiar porque no hay dinero” (a diferencia de cuando se trata de salvar a la gran banca, por ejemplo, que el dinero entonces sí que existe), “nadie querría trabajar”, “la inmigración nos inundaría”, etc. etc. (...)"              (Entrevista a Daniel Raventós, Attac España, 12/09/2013)

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