24/9/13

Los mitos de la Guerra Civil

" Es martes por la tarde y he quedado con Ángel Viñas en un hotel del centro de Barcelona para hablar del libro Los mitos del 18 de julio que acaba de editar la editorial Crítica. (...)
¿Qué mitos creéis que hay que matizar o derribar en torno a la Guerra Civil?
Francisco Sánchez Pérez: Creo que el mito fundamental, al menos es el que he atacado más en la introducción del libro, es el de la marcha de la República. La República como una pendiente que desde su propia lógica llevaba a la Guerra Civil.
Además ese mito da la sensación que, no sólo en ese momento, que a lo largo de las décadas, por determinados intereses sociopolíticos, se ha intentado perpetuar, el mito negativo de los últimos cinco meses de la República. ¿A qué interés obedece?
Ángel Viñas: El interés es evidente. El régimen franquista nace de una Guerra Civil, de una sublevación militar contra el gobierno legítimamente en el poder y necesita, para justificar la sublevación, nunca hablo del alzamiento, presentar a la República como la suma de todos los males posibles: desmembración de la patria, ataque a la propiedad, a la tradición, a la iglesia, al patriotismo… Una República en manos moscovitas, manipulada por los comunistas. Esos son los mitos del 18 de julio.  (...)
Francisco Sánchez Pérez: Eso lo veo más en relación con una de las cosas que aporta el libro, que me parece muy novedosa, que es el papel de los monárquicos en el golpe de Estado.
Que es fundamental.
Ángel Viñas: ¡Fundamental! Ahí tienes a Goicoechea, a Calvo Sotelo, a PedroSainz Rodríguez, ese trío siniestro, y también al ABC, que cumple otra función. (...)
Me he fijado mucho, ya antes de leer el libro, en las portadas de esa época y el partidismo que tenía ese periódico y su función de manipulación para generar crispación política y tensar la cuerda.
Ángel Viñas: Por supuesto. Se estaban sentando las bases para la sublevación, que debía producirse en un determinado contexto de enfervorizamiento y crispación. Entonces se aprovecha el desorden y las alteraciones del orden público, que se proyectan al infinito con visiones apocalípticas para preparar a los espíritus. Pero eso no genera la Guerra Civil. 
La Guerra Civil, y llevo años diciéndolo con escaso éxito, es el resultado de una sublevación fallida, porque no tiene éxito en su totalidad. Pero esencialmente es el resultado de la inserción de los vectores internacionales: la ayuda de los nazifascistas a los sublevados y la retracción de las democracias. En este libro voy más allá. La inserción de los vectores internacionales no se produce después de la sublevación, que es lo que he creído hasta ahora: ¡se produce antes!
¿Y de dónde sale el descubrimiento?
Ángel Viñas: De los contratos firmados con el gobierno italiano el primero de julio de 1936, después de una serie de negociaciones de las que por desgracia no se sabe nada. ¿Y quién hace eso? Los monárquicos, civiles y militares.
En 1934 ya han movido ficha.
Francisco Sánchez Pérez: Antes de octubre de 1934.
Ángel Viñas: Ya en 1932 empieza a moverse, pero hasta ahora no se le había dado importancia porque el profesor Stanley Payne negó cualquier efectividad al acuerdo con Mussolini de 1934.
Me intriga particularmente el acuerdo de 1934 porque es antes de octubre de ese año, antes de la seguramente mal llamada revolución de ese momento.
Ángel Viñas: Me he pasado más de veinte años preguntándome el porqué, y no llego a más.
Francisco Sánchez Pérez: Un dato fundamental es que esos contratos no están en Roma, ni mucho menos. Están en la calle de Alcalá. Con esos papeles se han hecho biografías de Juan March y de Sainz Rodríguez. Lo han manejado miles de historiadores en España, y nadie ha reparado o no se ha querido reparar en esos contratos. ¿El motivo? Quizá porque son los monárquicos quienes están detrás de esos contratos, y eso está en relación con lo que comentábamos de la Transición.
 Querían que volviese la Monarquía y han tardado muchos años en conseguirlo, toda la dictadura franquista, porque el golpe de Estado de julio no querían que fuera para Franco: ellos querían que se restaurara la Monarquía. Sin embargo ocurrieron una serie de acontecimientos que no se esperaban, como la muerte de Sanjurjo y la conexión de Franco con Berlín.
Y la conexión de Franco con Berlín tiene un punto de chiste.
Ángel Viñas: Más bien de azar.
Sí, pero Hitler era un señor que casi no recibía ni a sus ministros…
Ángel Viñas: Ése fue el tema de mi tesis doctoral en 1974. Han pasado casi cuarenta años y he precisado y mejorado las cosas. Ahora en septiembre saco un libro donde avanzo más ideas y conceptos, pero es que en la Historia sin evidencia puedes especular, y yo lo he hecho durante más de veinte años con la conexión italiana. ¿Cómo no tuvo consecuencias el 18 de julio?
Francisco Sánchez Pérez: Historiadores españoles como Ismael Sanz han percutido mucho ese tema y no se les ha hecho caso.
Ángel Viñas: No dábamos con el papel, y estaba en la calle de Alcalá, al lado del metro del Retiro. El historiador tiene que contextualizar la información, y yo saco dos consecuencias. La primera es que la inserción de los vectores internacionales es anterior al 18 de julio. La segunda es que los monárquicos no preparan una sublevación: preparan una guerra.
Francisco Sánchez Pérez: Una guerra de tres meses. Nos faltaba esta pieza. De otro modo muchas cosas no tendrían sentido. ¿Por qué abandonar Madrid y Barcelona? ¿Por qué tanta virulencia y violencia insospechada? ¿Por qué la táctica de ir de afuera hacia dentro?
Y Barcelona era difícil de tomar en esos días de julio.
Francisco Sánchez Pérez: Algunos sostienen que no era fundamental ocupar Barcelona. Eran más importantes Madrid y Valencia porque tenían más guarniciones militares, pero el caso es que no se las trabajan. Saben que no ocuparan Madrid y la abandonan completamente a su suerte. Hacen una estrategia centrípeta, y eso hasta ahora no tenía mucho sentido para los historiadores.
Ángel Viñas: Dejadme contaros la tercera conclusión. Como ex diplomático me he pasado media vida explicando a extranjeros los orígenes de la guerra, y siempre me he encontrado con eso de “es que los españoles sois muy bestias”.
 Tipología de pueblos, el cuadro de Goya de los dos dándose garrotazos.
Ángel Viñas: A mí eso siempre me ha repateado, porque tampoco somos tan diferentes. Mira lo que pasó en Francia, Italia o Alemania. Siempre me ha obsesionado el origen de la guerra, y claro, ahora todo entra dentro de una lógica. 
¿Con quién hacen causa común los monárquicos? Con la Italia fascista. ¿Por qué? Porque Mussolini perseguía una estrategia de ambiciones imperialistas en el mediterráneo occidental. Aquí, más que fijarse en una determinada tradición historiográfica italiana, hemos preferido, y era más cómodo, tomar las opiniones de los militares españoles: una sublevación que no llega a triunfar, pero que queda en tablas.
Francisco Sánchez Pérez: Esto es uno de los temas futuros en los que se va a trabajar más. La guerra no era azarosa: estaba en la mente de los conspiradores.
Estaba programada.
Francisco Sánchez Pérez: Sabían que iba a haber una guerra, que no era un pronunciamiento clásico.
Ángel Viñas: No necesitas cuarenta y seis aviones de combate súper modernos para la época para una sublevación.
Francisco Sánchez Pérez: Y miles de bombas.
¿Reciben asesoramiento militar italiano a la hora de hacer ese pedido?
Ángel Viñas: Eso no se sabe.
Lo digo por la mentalidad de los militares españoles, de cómo hacer una guerra moderna y plantearla de un modo muy diferente al habitual.
Ángel Viñas: Sainz Rodríguez debía tener asesoramiento militar. Me imagino además, pero no lo puedo probar, de donde venía. No olvidemos que Alfredo Kindelán, que luego fue jefe superior del aire, estaba en el cogollo de la conjura. Tenía experiencia aérea y sabemos que había ido a Roma varias veces.
Y los monárquicos se inspiran en el modelo fascista.
Ángel Viñas: Totalmente. Es una copia calcada. Y los italianos, como posibilidad, se fijan en su propio modelo para exportar a España.
 Francisco Sánchez Pérez: Aquí hay que acabar con una serie de reformas que pueden cambiar la situación social y política española. La única manera que tienen de acabar con ellas es con un golpe de Estado que viene desde fuera.
Entre 1931 y 1936 la derecha institucional o parlamentaria padece una debilidad tremenda, porque no puede contrarrestar la potencia de los reformistas republicanos.
Francisco Sánchez Pérez: Uno de los problemas que tiene la República es que la derecha liberal, que podía ser una alternativa a las reformas del primer bienio, no puede proponer una alternativa sólida, y para poder gobernar se echa en manos de la CEDA, que no era liberal, pues optaba por un Estado corporativo- católico.
Ángel Viñas: Como pasa en Austria o ya había pasado en Italia. No hay especificidad española, que se produce en el 18 de julio. Es durante la guerra cuando se crea un régimen parafascista, miméticamente fascista.
Y también es interesante algo que la gente no suele pensar, lo que se comenta en el libro del cuidado que hay que tener con determinados vocablos. No es lo mismo hablar de Democracia ahora que durante la República.
Ángel Viñas: Es esencial.
Francisco Sánchez Pérez: Existen compañeros que creen que el concepto de Democracia ha sido el mismo a lo largo de los siglos. Hace ochenta años la gente cuando invocaba la democracia lo hacía pensando en la revolución, prácticamente iban de la mano. Creían en un proceso revolucionario y pacífico. Gran parte de la derecha antiliberal también lo creía, y los políticos republicanos tenían la palabra revolución continuamente en la boca.
Y muchas personas hoy en día no entienden que una revolución es un proceso.
Ángel Viñas: Y ahora la idea de revolución ha adquirido unos tintes soviéticos o del tercer mundo. Los Estados Unidos surgen como Estado en base a una revolución.
 Francisco Pérez Sánchez: Y el profesor Aróstegui la matizaba muy bien. ¿Qué revolución es la que los propios revolucionarios quieren reprimir durante la Guerra Civil? En Madrid y en Barcelona. ¿Qué hay detrás de las palabras? ¿De qué revolución hablamos? El juntismo y el derrumbe del Estado responden a más preguntas.
Y hay antecedentes históricos del juntismo en España.
Ángel Viñas: En 1936 la tradición española de la Primera República no era muy fuerte.
Francisco Sánchez Pérez: Se derrumba el Estado y aparecen poderes locales que hacen la guerra por su cuenta.
De todos modos sí que hay una especie de tradición republicana en la Segunda República, hasta se nota en el callejero y en los monumentos de las grandes ciudades.
Ángel Viñas: La Segunda República tiene como antecedente y está vinculada con la primera y puede pensar en el federalismo, pero no se vincula en cosas como el cantón de Cartagena.  (...)
Siempre se ha expuesto el tema de la España que se rompía por las nacionalidades, pero creo que en la República el proceso de descentralización se hacía de manera ordenada y progresiva.
Ángel Viñas: En el libro, el artículo de Xosé Manoel Núñez Seixas lo aclara y demuestra cómo el separatismo no fue un factor en la preparación del golpe, aunque sí fue un elemento de movilización a posteriori.
Francisco Sánchez Pérez: El argumento fundamental sí es el de la defensa de la nación contra los extranjeros, porque para ellos era clave que la Unión Soviética estaba detrás de la República.
Ángel Viñas: Las palabras ocultan hechos. Tenemos colegas que dicen que hubo una sublevación porque la derecha estaba atemorizada por el discurso agresivo de la izquierda, es decir, que te sublevas preventivamente. Eso es un argumento falaz y espurio. La derecha se inventó hasta documentos para probar que se preparaba un golpe de Estado comunista.
Francisco Sánchez Pérez: Dirigido por Francisco Largo Caballero.
Y el comunismo en la España republicana tenía una importancia mínima antes del 18 de julio.
Francisco Sánchez Pérez: Si estaban tan convencidos de que la Unión Soviética estaba detrás y la gente se lo creía en la calle no hacía falta inventar documentos.
Ángel Viñas: Sin embargo los que conspiraban con una potencia extranjera eran los monárquicos.
El PSUC se funda el 23 de julio de 1936. Un partido emblemático en la guerra creado cuatro días después de la sublevación.
Francisco Sánchez Pérez: El partido socialista en Cataluña era muy débil.
Pero aquí éramos de la CNT y en Madrid de la UGT.
Francisco Sánchez Pérez: Cierto. En Madrid mandaba la agrupación socialista madrileña y era Largo Caballero.
Y aquí cuando empieza la guerra las milicias antifascistas quieren ir a Zaragoza por vinculación anarquista.
Francisco Sánchez Pérez: Has introducido un tema que podemos derivar a cuestiones actuales. Los problemas del PSC con el PSOE vienen de entonces, porque aquí en Cataluña nunca existió un partido socialista fuerte. Para esto sí sirve la Historia, pero no para llevar los términos del presente al pasado.  (...)
 ¿Era inevitable la guerra?
Ángel Viñas: Era evitable la sublevación. Llega a tener lugar en abril, como se pensó, y no se hubiera dado la intervención extranjera. Hitler estaba con la remilitarización de Renania y Mussolini seguía metido en Abisinia. Por otra parte en Francia no había Frente Popular, y por consiguiente el gobierno de derechas hubiera aceptado la venta de armas al gobierno español. No hubiera estallado la Guerra Civil.
Francisco Sánchez Pérez: Hay que distinguir golpe de Guerra Civil.
¿Y cómo debemos mencionar a los sublevados? ¿Fascistas? ¿Golpistas? ¿Franquistas?
Ángel Viñas: Golpistas o sublevados. El ejército no era fascista, y el golpe tampoco lo era. Lo que ocurre es que se fascistiza por la conjunción de la ayuda fascista y porque en la guerra, la derecha que ha preparado el golpe, la derecha guerrera, se fascistiza. Ve la posibilidad de crear un Estado nuevo, no el franquista, a la manera italiana.
Francisco Sánchez Pérez: Se puede usar fascismo a la española. Los fascistas no dan golpe de este calibre. Sus golpes eran de llegar a la cancillería y controlan el Estado. Aquí esto no se produce.
Ángel Viñas: Franco desarrolla ambiciones. Pedro Sainz Rodríguez dice en sus memorias que Franco quería ser alto comisario de España en Marruecos. Necesitaba una argumentación política más allá de la CEDA o los monárquicos, por eso opta por la Falange, que es lo nuevo, y Falange encantada.
Francisco Sánchez Pérez: Franco no era fascista. Era conservador y autoritario, pero termina creando un Estado con importantes rasgos fascistas, además lo define como Estado totalitario, que aparece en las leyes del régimen, en sus discursos y en decretos, y ese rasgo es constante hasta el final de la Segunda Guerra Mundial. En el diccionario biográfico español eso se niega. (...)
De ahí lo que decíamos antes de empezar la entrevista sobre mi preocupación por cómo se transmite la Historia de España. Se transmite mal y si las cosas siguen así esto se va a perpetuar.
Ángel Viñas: Al final hay un proceso de decantación y depuración crítico. Dentro de cien años se hablará de la Guerra Civil como se habla ahora de las Guerras Carlistas.
Pero tendrán que pasar cosas para que sea como dices. Han pasado siete décadas y seguimos dándole al tema.
Ángel Viñas: Yo soy de los que cree que la Guerra Civil no termina con la muerte de Franco.
¿Y cuándo termina? ¿Con la Constitución?
Ángel Viñas: Con las elecciones de junio de 1977.  (...)
La clave es esa, que había la idea de provocar una guerra en España en 1936.
Ángel Viñas: ¿Para qué quieres aviones de bombardeo y cazas modernos? ¿Para bombardear los cuarteles de Pedralbes?
Francisco Sánchez Pérez: El general Emilio Mola no tenía aprecio por la aviación, y la aviación española no tenía bombas ni armamento para ser peligrosa. Ahora bien, si se firma un contrato y llegan aviones desde Italia la cosa cambia. De otro modo no se contemplaba usar mucho la aviación, se llega a decir que si las fuerzas aéreas actuaban de noche no acertarían ni una.
Ángel Viñas: Por eso en los contratos se especifican todos los materiales para que los aviones fueran operativos desde el primer momento. Y así fue. Los contratos se cumplieron. El primero era para julio y los demás en agosto completaron la faena.
Francisco Sánchez Pérez: El tema de los contratos en cualquier otro país, el hecho de la intervención italiana en el golpe de Estado, sería un bombazo. Y en cambio aquí apenas ha recibido eco en los medios."      ('Diálogo con Ángel Viñas y Francisco Sánchez Pérez' de Jordi Corominas i Julián , Sin Permiso, 23/06/2013)

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