"Sí, en el país de los referéndums, Suiza, uno de los múltiples grupos activistas, “Modernising Money”,
ha conseguido las firmas suficientes para forzar una votación sobre un
tema del cual ya hemos hablado hasta la saciedad desde estas líneas.
Los
votantes suizos van a tener la última palabra en una propuesta para reformar la política monetaria suiza y conceder al Banco Nacional Suizo (SNB) el poder exclusivo de crear dinero nuevo. Sólo falta decidir la fecha del referéndum, si bien podría tardar hasta cinco años.
Lo que se pretende con esta iniciativa es que el único responsable de
la creación de dinero suizo, no sólo las monedas y billetes de banco,
sino también el llamado "dinero electrónico", que conforma la mayor
parte de las cuentas bancarias de un país, sea el Banco Nacional de Suiza (SNB).
El argumento es muy sencillo, el actual sistema de reserva fraccionaria - donde los bancos "crean" dinero cada vez que se emiten créditos - es inestable, ya que está protegido por unas reservas que representan sólo una fracción de la moneda creada por el banco central.
Los activistas de “Modernising Money” afirman que únicamente el 20%
del dinero creado por los bancos privados llega a la economía real, es
decir, crea puestos de trabajo, bienes y servicios.
El 80% restante se invierte en los mercados financieros, se destina a la especulación.
El objetivo de la propuesta es minimizar la posibilidad de un colapso
del sistema bancario ya que todo el dinero sería respaldado por el SNB.
Pero no solo es Suiza. También Islandia está considerando la soberanía
monetaria. Un informe elaborado por el parlamento de Islandia tras la
quiebra bancaria de 2007 sugiere implementar una serie de cambios en la
misma línea, como solución al actual sistema inestable.
Un poco de teoría
La ortodoxia desdeñó el papel de la deuda privada en la crisis.
Ergo, los distintos gobiernos, organismos internacionales, asesores y
la inmensa mayoría de los académicos, no fueron capaces de preverla, y
lo que es peor, ignoraban las consecuencias sistémicas de la misma.
Como consecuencia de lo que se enseña en la Universidad, la práctica
totalidad de los economistas aún no entiende cuál es el papel del
dinero, la deuda, o el sistema financiero en la economía. Muchísimo
menos comprenden el poder que los Estados concedieron a la banca privada
para crear dinero de la nada, mediante distintas desregulaciones, tras
las correspondientes presiones de los lobbies bancarios.
Y de aquellos
barros, estos lodos.
Es más necesario que nunca limitar el poder de la banca comercial para crear endógenamente dinero, deuda privada descomunal e inflaciones de activos. La política monetaria diseñada por Ben Bernanke, y
seguida a pies juntillas por la práctica totalidad de banqueros
centrales, ha fracasado. Es una de las grandes estafas académicas.
La
interpretación neoconservadora que Milton Friedman –sin duda uno de los economistas más nocivos– y Anna Jacobson Schwartz hicieron de la Gran Depresión
es falsa. Sólo genera desigualdad y burbujas que acaban estallando,
creando la consiguiente recesión.
Cada nueva burbuja empeora aún más el
ciclo económico respecto a las anteriores. Pero a pesar de ello, en
plena crisis sistémica, ¡qué ingenuidad la mía!, los grupos
plutocráticos salieron indemnes y mantuvieron el statu-quo.
La teoría económica neoclásica, la que se enseña en los manuales de
texto, trata a los bancos como meros intermediarios entre ahorradores y
prestatarios. Un empréstito aumentaría la capacidad de gasto del
prestatario, pero reduciría la capacidad de gasto del ahorrador.
Si el
modelo bancario neoclásico fuera verdadero, los efectos macroeconómicos
de la deuda quedarían cancelados, como sostienen Paul Krugman y
Ben Bernanke. Hay pruebas empíricas abrumadoras de que ese modelo es
falso. Esas pruebas empíricas fueron exhaustivamente analizadas por economistas postkeynesianos como Hyman Minsky o Basil Moore.
Limitemos la creación de dinero basura
En el mundo real los bancos centrales no pueden controlar la creación
de dinero privado por los bancos comerciales mediante el control de las
reservas. Más bien al revés, en el mundo real los bancos comerciales
extienden el crédito, creando depósitos en el proceso, y luego miran las
reservas.
De esta manera, el crecimiento del crédito puede expandir la
demanda agregada. En vez producirse una equivalencia entre demanda
agregada y oferta agregada, la demanda agregada excederá a la oferta
agregada, si crece la deuda, y caerá por debajo de la oferta agregada,
si cae la deuda.
Bajo este análisis, debemos exigir a nuestros políticos que pongan
fin al poder ilimitado de la banca para generar dinero, incrementar
irracionalmente la deuda y retroalimentar inflaciones de activos. Se
deben incrementar las reservas para los distintos instrumentos de
financiación de los bancos privados.
Debemos exigir una separación entre
bancos comerciales y banca de inversión. Es necesario limitar el papel
de la aceleración de la deuda en la conducción de burbujas, reduciendo
el atractivo de la especulación apalancada en los precios de los
activos, pero sin ahogar la demanda de deuda para inversión.
Por todo ello la iniciativa de “Modernising Money” es muy loable. Sin
embargo mucho me temo que la plutocracia dirigente, con sus peones
políticos y mediáticos, tratará de aprovechar la próxima crisis
bancaria, ya casi llamando a nuestras puertas, para establecer un nuevo ajuste de cuentas contra la ciudadanía. ¡Ya es hora de decir que no, se acabó!" (Juan Laborda, Vox Populi, 12/12/15)
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