Vamos para premio, a ver qué país europeo está más desquiciado por el identitarismo. Hace poco leía que la Universidad de Eindhoven sólo contratará a partir de ahora mujeres
para puestos docentes hasta igualar la proporción de sexos. Eliminar de
partida a la mitad de los aspirantes es una vía segura para rebajar la
calidad del claustro, si hay alguna duda al respecto recomiendo repasar
la estadística básica que se daba en COU.
Me puedo permitir que vayan
más allá en su énfasis identitario y dejen de contratar también a
rostros pálidos. E investiguen la vida sexual del profesorado, y
contraten sólo homosexuales hasta equilibrar la distribución. Cualquier
rasgo identitario será más relevante en la selección de personal que la
competencia docente.
Sin embargo, sin duda la medalla del policorrectismo se la lleva
Suecia y su “gobierno feminista”, que por fin ha oficializado la
adopción de un pronombre neutro inexistente hasta ahora en el sueco (el
alemán o el finés sí lo tienen).
El cambio es más sencillo porque el
sueco, como el inglés, no tiene flexión de género. El día que le toque a
las lenguas romances (curiosamente, el latín sí tenía neutro), que
llegará, no os quepa duda, el asunto será más peliagudo que la mera
adición de un pronombre.(...)" (La mirada del mendigo, 29/06/19)
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