30/12/08

El peronismo es fascismo evolucionado

"Perón, el militar golpista de 1943, de regreso de la Italia mussoliniana tenía una ideología definida: el fascismo. Ya en el poder hizo todo el fascismo permitido en un contexto histórico adverso porque el Eje había sido derrotado y la mitad de la sociedad civil se le oponía. Del fascismo heredó el liderazgo carismático, la movilización de masas, el control estatal del movimiento obrero, el corporativismo, la ideologización total de la vida cotidiana tendente a borrar los límites entre lo público y lo privado.

El Perón de 1973, cuando regresó de su exilio madrileño, había aprendido del franquismo la necesidad de sustituir el fascismo por un conservadurismo tradicionalista. Sin embargo, intentó todavía apelar a la movilización de masas pero fracasó por el enfrentamiento entre la derecha de los sindicatos y la izquierda de las juventudes y la guerrilla.

El peronismo sufrirá una tercera transformación después de su derrota en las elecciones presidenciales de 1983. Obligado por las circunstancias, abandonó el movimientismo, se transfiguró en un partido político y reconoció a los otros como interlocutores válidos, algo que nunca había sucedido en vida de Perón. El menenismo fue una consecuencia de ese cambio, que habría de completarse con un giro económico radical hacia el liberalismo y las buenas relaciones con Estados Unidos, dos tradicionales bestias negras del peronismo histórico. (...)

La profunda crisis del 2001 acabó con el frágil intento del peronismo de integrarse al sistema democrático de partidos. El kirchnerismo fue el producto de ese momento crítico y a la vez encarnó una nueva versión del peronismo. A pesar de su confeso pragmatismo sin ideología, Kirchner ha intentado ocupar el lugar del centroizquierda, y logró así convencer a una parte del progresismo. (...)

Felipe González sostuvo que hoy la alternativa no era entre izquierda y derecha sino entre modernidad y bonapartismo. El peronismo ha sido una forma de bonapartismo. El fascismo fue al fin un modo extremista de populismo de derechas. En el bonapartismo hay un equilibrio inestable entre intereses -y sentimientos- diversos e, incluso, opuestos. La definición de Marx del líder bonapartista se ajusta a los Kirchner: "No es nada y por eso puede representarlos a todos".

Algunos métodos bonapartistas o populistas prevalecen en el kirchnerismo: liderazgo autoritario y personalista, subordinación del Congreso y del Poder Judicial al Ejecutivo, intento de sustituir el sistema de partidos por el movimiento. En cambio, no se observan otros principios típicos del bonapartismo. Carece del apoyo de instituciones tradicionales, como el Ejército, la Iglesia y la Policía, sino todo lo contrario. Se lo puede definir como un semibonapartismo, caracterización más adecuada a las ambigüedades y vacilaciones de los Kirchner. (...)

Es apresurado decretar la muerte de kirchnerismo mientras sigue detentando los resortes del poder pero, sin duda, el proyecto político de perpetuarse en el mando, ya ha fracasado." (JUAN JOSÉ SEBRELI: La crisis del último modelo de peronismo. El País, ed. Galicia, , 27/12/2008, p. 25)

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