28/1/09

Isaiah Berlin

"El liberalismo igualitario de Berlin es, en este sentido, un antídoto de enorme fuerza antitotalitaria y un punto en común sobre el que fortalecer nuestra convivencia democrática. Su descripción de la libertad como una dualidad positiva y negativa permite hacer de ella el soporte programático de las sociedades abiertas.

No hay que olvidar que el juego combinado de esta dualidad trata de desactivar las tensiones sociales y las fracturas que generan las exigencias igualitarias de una convivencia democrática con la defensa de un ámbito de no interferencia personal.

La importancia del pensamiento berliniano radica en haber alcanzado una síntesis que se basa en la necesidad epistemológica de explorar adecuadamente la complejidad de los valores en pugna dentro de un entorno pluralista.

De este modo, la propensión al conflicto no sería nunca una disfunción, sino la característica intrínseca a la estructura de una democracia liberal que obliga a elegir entre fines que son cambiantes según las circunstancias, pues, en determinados momentos hay que elegir entre la igualdad y la libertad, y otras veces entre la justicia y la compasión. El desenlace, en cualquier caso, siempre es el mismo: forzar acuerdos que eviten lo peor y hacerlo, además, sin dañar las bases morales que institucionalmente salvaguardan la decencia que posibilita la tolerancia y la paz cívica." (JOSÉ MARÍA LASSALLE: Isaiah Berlin, centenario de un liberal. El País, ed. Galicia, Opinión, 26/01/2009, p. 23/4)

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