Para Paine, el mayor de los males que ha originado la civilización es la pérdida de la herencia común de la tierra a consecuencia de la introducción del sistema de propiedad privada. Y su argumento para mejorar la condición de los pobres se construye en torno a la convicción de que únicamente el valor de las mejoras del cultivo, y no la tierra misma, es de propiedad privada, por lo que todo propietario debe a la comunidad una renta del suelo. Con estas rentas se constituye un fondo nacional a través del que se paga a cada ciudadano, ya sea rico o pobre, una suma determinada de dinero, como indemnización por la pérdida de su parte en la herencia común." (Borja Barragué – Noticias de Gipuzkoa, en AttacMadrid, 31/10/2009)
20/2/10
Una renta básica contraria al sentido común
"Thomas Paine comienza su panfleto Justicia agraria con la observación de que “preservar los beneficios de lo que se considera vida civilizada, y remediar, al mismo tiempo, los males que ella ha originado, debería ser considerado uno de los principales objetivos de una legislación moderna”. Esta reflexión se encuentra recogida en El sentido común y otros ensayos y data de 1797. Los clásicos no lo son porque no envejezcan, sino porque envejecen bien. Porque, al sonar su discurso contemporáneo, nos da la impresión de que de su lectura podemos extraer conclusiones válidas para la solución de nuestros problemas de hoy.
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