7/7/10

El deporte y la política

"Para los Esterházy el fútbol fue una vía de escape: "En una dictadura todo el mundo busca un camino de huida. Luego llega la libertad y la gente no sabe qué hacer con ella: está preparada para sobrevivir, no para vivir. El comunismo terminó con las incertidumbres, y eso es asfixiante pero tranquilizador". ¿La evasión política se ha convertido en distracción social?

"El fútbol es un opio, sí. Hasta que acabe el Mundial no hablaremos de la crisis, solo de si Xavi movió bien la pelota. Cuando aplastaron la revolución del 56 se produjo una depresión en Hungría, pero para muchos saber que Puskas jugaba en el Real Madrid era una señal de que había que seguir luchando. Fue un autoengaño, claro, pero así funcionan los mitos".

Autor de títulos como Pequeña pornografía húngara o Armonía celestial, Peter Esterházy insiste en que su relación con el fútbol no es la de un intelectual sino la de un jugador, aunque sea uno fracasado: "Los que desprecian el fútbol tienen razón, su degradación es objetiva, pero yo no veo las cosas repugnantes que lo rodean, solo lo que sucede en el campo, y el juego en sí puede ser tan refinado como para complacer las exigencias del intelectual más pedante. No me interesa la violencia, la corrupción... O sea que sí, podríamos decir que fracasé como intelectual: me gusta el fútbol". (PETER ESTERHÁZY: "Fracasé como intelectual: me gusta el fútbol". El País, ed. Galicia, cultura, 06/ /07/2010, p. 36)

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