¿Adónde va Europa?
Para responder a esta cuestión, hay que resituar el
contexto actual en una perspectiva que coloque en su lugar la transformación
cualitativa del capitalismo de monopolios que se ha llevado a cabo entre 1975 y
1990. El sistema se caracteriza a partir de ahora por un grado extraordinario
de centralización del control del capital por parte de los monopolios, sin
medida común con lo que había sido en etapas anteriores.
En adelante, los monopolios – que yo califico por esta razón de “monopolios generalizados” — controlan todas las actividades económicas y extraen por este medio una renta monopolista siempre creciente (véase cuadro in fine). (...)
En adelante, los monopolios – que yo califico por esta razón de “monopolios generalizados” — controlan todas las actividades económicas y extraen por este medio una renta monopolista siempre creciente (véase cuadro in fine). (...)
¿La socialdemocracia no tiene ya porvenir?
En el marco de la dominación de los monopolios
generalizados, se ha pasado la página de la democracia burguesa, y por tanto de
los compromisos sociales que habían definido el papel histórico de las
socialdemocracias.
Con el fin de profundizar su poder, los monopolios necesitan destruir todas las estructuras que organizaban las clases sociales, sus luchas y sus medios de influir en el poder político en el marco de los estados. La lógica de este sistema no consiste en perseguir una gestión democrática del liberalismo económico sino en destruir los estados y, más allá de ello, las sociedades. El proyecto “europeo” se inscribe en esta lógica.
Con el fin de profundizar su poder, los monopolios necesitan destruir todas las estructuras que organizaban las clases sociales, sus luchas y sus medios de influir en el poder político en el marco de los estados. La lógica de este sistema no consiste en perseguir una gestión democrática del liberalismo económico sino en destruir los estados y, más allá de ello, las sociedades. El proyecto “europeo” se inscribe en esta lógica.
En su origen, este proyecto estaba destinado, bajo el
mando de los Estados Unidos, a rehabilitar a las fuerzas de derechas que habían
perdido su legitimación por el hecho de haber colaborado con el fascismo y a
reintroducirlas en el juego político, a través de la democracia cristiana. La
construcción de Europa (el Tratado de Roma de 1957), en principio reducida, se
generaliza progresivamente al conjunto del continente.
No hay que ver a la Unión Europea (UE) como una gran potencia económica y política, igual de los Estados Unidos, sino como un building block de la mundialización puesto por el capital de los monopolios generalizados bajo el leadership de los Estados Unidos. La zona euro no es más que un subconjunto de este sistema global, destinado a reforzar el control de los monopolios generalizados.
Los estados miembros de la UE se han encerrado en una construcción en cemento armado que aniquila su autonomía económica y política para someterlos al diktat unilateral de los monopolios generalizados. Nunca he considerado este conjunto, en ninguno de sus niveles, como algo que pudiera ser viable. (...)
No hay que ver a la Unión Europea (UE) como una gran potencia económica y política, igual de los Estados Unidos, sino como un building block de la mundialización puesto por el capital de los monopolios generalizados bajo el leadership de los Estados Unidos. La zona euro no es más que un subconjunto de este sistema global, destinado a reforzar el control de los monopolios generalizados.
Los estados miembros de la UE se han encerrado en una construcción en cemento armado que aniquila su autonomía económica y política para someterlos al diktat unilateral de los monopolios generalizados. Nunca he considerado este conjunto, en ninguno de sus niveles, como algo que pudiera ser viable. (...)
Pero Europa ha contribuido a elevar el nivel de vida de los
países más pobres de la Unión…
La lógica de este sistema no ha consistido nunca en
facilitar una recuperación relativa de los países menos avanzados sino por el
contrario en acentuar las desigualdades en la UE en beneficio de los más
fuertes, Alemania especialmente.
La UE asocia un centro dominante a periferias dominadas, en un modelo ciertamente particular, análogo no obstante al que permite a los Estados unidos explotar América Latina. Europa del Este y del Sudeste es un poco como la “América Latina” de la Europa del Oeste.
Las diferencias de desarrollo permiten al capital dominante de los centros europeos sacar beneficios de monopolios de la explotación de las periferias europeas. Este sistema no ayuda a Grecia a “modernizarse” sino que se utiliza para reducirla al estatus de otras periferias balcánicas (Bulgaria, Albania). La crisis ha mostrado la cruda real de esta perspectiva. (...)
La UE asocia un centro dominante a periferias dominadas, en un modelo ciertamente particular, análogo no obstante al que permite a los Estados unidos explotar América Latina. Europa del Este y del Sudeste es un poco como la “América Latina” de la Europa del Oeste.
Las diferencias de desarrollo permiten al capital dominante de los centros europeos sacar beneficios de monopolios de la explotación de las periferias europeas. Este sistema no ayuda a Grecia a “modernizarse” sino que se utiliza para reducirla al estatus de otras periferias balcánicas (Bulgaria, Albania). La crisis ha mostrado la cruda real de esta perspectiva. (...)
Los sucesivos planes de austeridad, asociados a métodos políticos cada
vez más autoritarios, ahondan la crisis. Alemania, primer país exportador de
Europa, es un país en el que el nivel de vida de los trabajadores es inferior
en un 30% al de Francia. Pero se la sigue presentando como modelo ideal, porque
lo es para el capital de los monopolios.
¿Por qué el capital se siente satisfecho con esta
situación de deterioro del poder adquisitivo? ¿Dónde está su interés objetivo?
El único objetivo que persigue el capital de los
monopolios generalizados es maximizar en su beneficio la renta monopolista/imperialista,
ya sea que vaya en detrimento de las actividades capitalistas que domina.
Pero también la renta está tocada…
No se puede exigir a los capitalistas que actúen contra
sus intereses inmediatos para preservar los intereses del capitalismo a largo
plazo.
China lo hace…
Sí, porque hay un Estado chino que dispone de poderes
reales. Mientras existe, el Estado puede actuar a favor del capitalismo contra
los capitalistas que no miran más que por su interés a corto plazo. Debilitando
al Estado, se ha vuelto imposible la gestión de esta contradicción entre el
interés inmediato y el interés del capital a largo plazo,
Volvamos a Europa. Frente a una situación dramática,
aparecen dos actitudes. Algunos creen poder reacomodar al capitalismo aceptando
lo esencial, es decir, la dominación del capital de los monopolios
generalizados, para volver a un capitalismo de rostro humano, gracias a formas
neokeynesianas, etc. Una parte de la población que vota a la izquierda cree que
se podrán restablecer las cosas sin atacar frontalmente al capital de los
monopolios generalizados.
La otra actitud peligrosa es la respuesta de la extrema derecha. El nacionalismo del que se hacen lenguas no pone en cuestión el sistema. Ese falso nacionalismo se rebaja a problemas menores –evidentemente no para las víctimas—como son la inmigración o el matrimonio homosexual.
La otra actitud peligrosa es la respuesta de la extrema derecha. El nacionalismo del que se hacen lenguas no pone en cuestión el sistema. Ese falso nacionalismo se rebaja a problemas menores –evidentemente no para las víctimas—como son la inmigración o el matrimonio homosexual.
El ascenso de la extrema derecha, ¿no puede presagiar un
retorno más firme de regímenes fascistizantes?
Si las cosas siguen evolucionando como vemos, sí, la
extrema derecha seguirá reforzándose. Ya hemos visto su banalización en Italia,
donde se rehabilita a los neofascistas y a la Liga Norte. La previsible erosión
de la construcción europea ¿conducirá a la casilla de salida: la Europa de los
años 30? ¡Tendríamos una Alemania dominante sobre sus periferias del Este,
frente a una Francia aislada, una Gran Bretaña que el atlantismo alejaría de
Europa, y una Europa meridional indecisa! Si se quiere evitar esta deriva
trágica, hace falta que las izquierdas radicales desplieguen con audacia un
proyecto alternativo auténtico.
¿Y cómo procederían concretamente?
Con nacionalizaciones, en primer lugar. No para otorgar
al Estado poderes de dominación en la gestión de la vida política y social sino
para crear las condiciones de socialización de esta gestión. En mi trabajo
“Sobre la audacia”, he dado ejemplos de lo que puede hacerse siguiendo este
espíritu. (...)
Los agricultores, víctimas de los monopolios
generalizados
“Los agricultores europeos, los mejores del mundo, son
dominados y explotados por los monopolios situados al inicio y al final de la
cadena de producción. Al inicio, por los bancos y los productores de inputs;
al final, por las grandes cadenas de distribución. En el sistema de precios
impuesto por los monopolios generalizados, la remuneración del trabajo de la
tierra es nula y los campesinos no sobreviven más que gracias a las
subvenciones del Estado.
Hablar de “precios de mercado” o de “verdad de los precios” parece una farsa. Los monopolios generalizados obtienen una renta monopolista considerable de este sistema que hacen financiar por medio de fondos públicos, es decir, con los impuestos de los trabajadores”.
Hablar de “precios de mercado” o de “verdad de los precios” parece una farsa. Los monopolios generalizados obtienen una renta monopolista considerable de este sistema que hacen financiar por medio de fondos públicos, es decir, con los impuestos de los trabajadores”.
“Como respuesta alternativa, sería necesario nacionalizar
los bancos, los productores de inputs, las grandes cadenas de
comercialización para organizar la gestión social de este sector vital, creando
directorios de negociación colectiva compuestos por los agricultores,
las empresas que suministran los inputs y las que comercializan los
productos agrícolas, los representantes de los ciudadanos, los poderes locales,
los consumidores. Sería un bonito avance hacia la gestión social de la
economía”.
“Se pueden multiplicar los ejemplos, pues, en el
capitalismo contemporáneo, prácticamente todas las actividades de producción
(las PYME) quedan reducidas al estatus de subcontratistas y la plusvalía que
producen se acapara en forma de renta monopolista. ¡Los monopolios
generalizados se nutren de la expropiación de los capitalistas! Se dan, por
tanto, las condiciones para una vasta alianza social alternativa”. (Sin Permiso, 24/06/2012, 'Samir Amin: “Europa es una ilusión emocional gigantesca”. Entrevista
Samir Amin)
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