27/1/14

La izquierda tiene que abordar de forma ofensiva y sistemática la construcción de una identidad nueva y compartida.... solidaria

"¿Qué hacer?

A.) En el actual contexto internacional, los Estados son los únicos actores con capacidad de enfrentarse al poder de los grandes actores globales. La Unión Europea es, hoy por hoy, un espacio destinado a debilitar a los Estados frente a dichos actores. 

Hay que democratizar los Estados para que se conviertan en instrumentos al servicio del interés general, no debilitarlos aún más fraccionándolos en unidades territoriales más pequeñas.

B.) Seguir ignorando el componente identitario de la acción política es colocarse en una posición de defensiva y pasividad frente a las fuerzas nacionalistas: frente al nacionalismo españolista y frente al nacionalismo periférico en sus diferentes variantes. La izquierda del estado tiene que abordar de forma  ofensiva y sistemática la construcción de una identidad  nueva y compartida. 

Esta identidad sólo puede ser plural, republicana y solidaria: no hay espacio político para crear una identidad confederal que no acabe reforzando al nacionalismo. La construcción de una identidad compartida tiene que  transcurrir por el canal de la razón, de la ilustración y de las tradiciones empancipatorias de la humanidad.

 Si estas no se implantan en la sociedad y en las escuelas, será imposible construir un espacio territorial compartido de solidaridad y complicidad entre todas las nacionalidades. Esto no es sinónimo de uniformización pero tampoco es sinónimo de contrucción de un proyecto confederal. 

C.) En el núcleo de la construcción identitaria están a.) las lenguas, y b.) la construcción de relatos históricos coherentes con las tradiciones emancipatorias y humanistas.

a.) Hay que crear un único espacio plurilingue en todo el Estado a lo largo de varias generaciones. Los niños tienen que nacer, crecer y desarrollarse como individuos en y gracias a esta diversidad lingüística. (...)

b.) Hay que escribir entre todos una historia basada en la identificación de las tradiciones humanistas, heterodoxas, solidarias y universalistas. Las luchas de la transición, la segunda experiencia republicana, la cultura del trabajo, el regeneracionismo cultural del siglo XIX y su descubrimiento de los dialécticos, de las tradiciones populares y de la naturaleza, el liberalismo progresista del siglo XIX, las pluralidad religiosa y el comunitarismo democrático medievales, son algunas de ellas.

 No es posible crear nada en este sentido poniendo al mismo nivel a los defensores y los destructores de la democracia, a los que han defendido la heterodoxia religiosa y los que la han destruido, a los que viven del trabajo y los que viven de la propiedad.  Esta equiparación es la que ha bloqueado la construcción  de una identidad democrática compartida a partir de 1978,  el contenido republicano de dicha identidad es una garantía inprescindible para que salga adelante.  

D.) Hay que hacer coincidir el discurso territorial que tiene la  izquierda alternativa del Estado con el que tiene para Europa y el mundo en general. 

 ¡No es posible pedir una Europa más solidaria y, al mismo tiempo, trabajar para destruir las bases de la solidaridad entre los territorios del Estado por mucho que pueda y deba mejorar el funcionamiento del Estado y por mucho que quede por hacer para  crear órganos democráticos de representación de los territorios. 

El internacionalismo no es compatible con el argumento del exclusivismo territorial por mucha solidaridad que se muestre por las causas palestina, bolivariana o cubana.  

E.) La construcción cultural e identitaria tiene que ir acompañada de una propuesta para la configuración institucional de una República Federal  -que no confederal- Multinacional. 

En ella quedarían recogidos los derechos y las obligaciones de los ciudadanos y de todos los territorios siguiendo los principios de una nueva convivencia consitucional: la solidaridad entre clases y territorios, la puesta de la economía al servicio del interés general y la sostenibilidad del planeta, la diversidad cultural y lingüistica en todo el territorio de la República, su neutralidad activa en el plano internacional, la separación geográfica de las sedes del poder ejecutivo-legislativo y judicial, la laicidad y la representación territorial siguiendo criterios de justicia social y territorial etc."        (Armando Fernández Steinko, 'Esbozo de una propuesta ofensiva sobre el tema nacional', Piensa y actúa, 21/01/2014)

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