"Esta situación recuerda, una vez más, la teoría sobre la inestabilidad
natural del sistema financiero que desarrolló en los ochenta Hyman
Minsky, que ha sido reproducida en el libro titulado Ulises y las comadrejas,
del gestor alemán de fondos Georg von Wallwitz (El Acantilado
editorial).
Minsky sostenía que los mercados financieros pasan siempre
por tres estadios, que se repiten de modo cíclico.
En el primero, los
inversores no son codiciosos y valoran ante todo la seguridad; las
adquisiciones se financian de forma conservadora y los ingresos cubren
los intereses y la amortización de los créditos. El inversor dice: “las
cosas no pueden ir muy mal si el crédito que he solicitado para
financiar un inmueble o para comprar otra empresa es tan bajo que los
ingresos que obtengo por su alquiler o los dividendos que reparte la
compañía me permiten devolver el dinero que he pedido prestado”.
En el segundo estadio, la moderación cambia de signo. Ante el alza de
los precios de los activos, el inversor pide más créditos. Sus ingresos
siguen cubriendo los intereses, pero ya no le permiten amortizar el
capital. El inversor paga los intereses y confía en que podrá
refinanciar lo que debe con nuevos créditos. Ello solo será posible
mientras los precios sigan creciendo.
En el tercer y último estadio se produce lo que se denomina una
“financiación Ponzi” (un sistema piramidal que no se rompe mientras
siguen entrando nuevos inversores: se paga a los antiguos con el dinero
de los nuevos, hasta que…).
Los ingresos ya no son suficientes ni para
cubrir los intereses ni para amortizar el principal del crédito. Una
financiación así solo es posible mientras los precios suben con fuerza y
el inversor puede colocar el inmueble o la empresa comprada, a un
precio notablemente superior. Tarde o temprano, el sistema piramidal se
viene abajo.
Eso es lo que ocurrió en el sistema hipotecario norteamericano a
partir del año 2007, y lo que ha sucedido en España con muchas empresas,
que ahora están en el tercer estadio. Según Minsky, el capitalismo
moderno, basado en las finanzas, está condenado a repetir una y otra vez
este movimiento pendular, que le lleva de la financiación conservadora a
la “financiación Ponzi” y viceversa.
Las políticas económicas deben tratar de estabilizar esta
inestabilidad. En España no se ha conseguido. De ahí estos extravagantes
porcentajes de lo que los españoles debemos y la duda de si es posible
pagarlos sin quitas." (
Joaquín Estefanía
, El País, Madrid
3 NOV 2013 )
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