"(...) Marx, afirma usted, voy acabando, no sólo es el teórico de la
explotación sino también del poder y de la dominación. ¿Nos señala
algunas de sus tesis más esenciales?
En primer lugar, el
marxismo no es una teoría de los “factores”. El factor económico, el
político-jurídico y el ideológico. Ya Antonio Labriola le demostró a
Aquiles Loria que marxismo y teoría de los factores son dos universos
teóricos completamente distintos.
La sociedad capitalista constituye un
conjunto de relaciones sociales estructuradas históricamente. Marx
intenta pensar la dominación en todas las relaciones sociales, no sólo
en “el factor económico”. Eso en primer término. En segundo lugar,
Antonio Gramsci se adelantó cuarenta años a Vigilar y castigar de Michel Foucault cuando planteó en el cuaderno nº 13 de sus Cuadernos de la cárcel
que la política y el poder no son cosas sino relaciones.
Pero Gramsci
dio una explicación mucho más rica que la de Foucault. No sólo son
relaciones “en general” sino que son relaciones de poder, de
enfrentamiento y de fuerza entre las clases sociales.
Bien, entonces
cuando Marx, en una célebre nota al pie del capítulo 25 del tomo primero
de El Capital nos alerta que todas las categorías son
relaciones sociales (el valor, el dinero, el capital, etc.) lo que nos
está diciendo es que son relaciones sociales de producción y al mismo
tiempo de fuerza, enfrentamiento y de poder entre las clases sociales.
Por lo tanto, El Capital nos habla de relaciones de
producción —aquellas que nos permiten diferenciar una época histórica de
otra— que al mismo tiempo son relaciones de fuerza y de poder entre las
clases sociales. Por ejemplo el dinero no sólo no es un pedazo de
lingote de oro alojado en la bóveda de un banco central ni un pedazo
mágico de plástico de una tarjeta de crédito que por sí mismo, sin
trabajo alguno, genera más dinero.
El dinero expresa en realidad una
relación social de producción generalizada en la cual se enfrentan
clases sociales. Cuando hay inflación los ceros no suben de forma
automática en los billetes por arte de magia. Lo que se expresa en la
inflación, por ejemplo, es una relación de fuerzas donde una clase
social pretende y se propone domesticar y dominar a otras clases
sociales.
De esta forma el dinero pierde su “extrañeza”, su carácter
aparentemente “mágico” y se vuelve mucho más comprensible. La burbuja
financiera expresa relaciones de poder y de fuerzas. No tiene nada de
mágico ni de místico. El capital se mueve sin restricciones porque la
clase obrera fue golpeada y derrotada en la lucha de clases.
Ni el
dinero ni el capital ni el mercado giran en sí mismos. No son
comprensibles independientemente de la producción social pero tampoco al
margen de las relaciones de poder y de fuerza entre las clases
sociales. A escala nacional y a escala planetaria.
Por
último, no quiero abusar más de su muy generosa paciencia, para iniciar
la lectura de Marx, ¿por dónde deberíamos empezar en su opinión?
En su momento escribimos Marxismo para principiantes
y allí intentamos aportar distintas vías posibles de introducción a
Marx, según sea el interés del lector o la lectora. Lo mismo intentamos
hacer en Introducción al pensamiento marxista también publicado con el título Aproximaciones al marxismo. Habría muchas vías posibles.
La única vía introductoria no es el prólogo de 1859 a la Contribución a la crítica de la economía política...
Existen varios caminos alternativos. El marxismo es un universo
abierto, probablemente el más interesante y sugerente de nuestra época,
donde a contramano de la mediocridad actual, cada uno puede encontrar su
propio camino y “elegir su propia aventura”.
Es decir, encontrarle un
sentido a su propia vida. (...)" (Salvador López Arnal, Entrevista a Néstor Kohan sobre "Nuestro Marx. Fetichismo y poder en Marx", en Rebelión, 29/01/2014)
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