"(...) P. ¿La economía no es una ciencia?
R. En física o química las cosas que investigas no
tienen su propia mente, no tienen valores éticos, no tienen posiciones
políticas. La ilusión de considerar la economía como una ciencia ha
tenido dos consecuencias. Una es que, a nivel intelectual, la materia se
ha convertido en muy dogmática.
Porque si crees que es un ciencia, no
puedes aceptar que haya dos o tres explicaciones de un misma cosa. Esto
ha animado a los economistas neoclásicos a excluir otras escuelas. Pero
no hay una sola escuela económica, hay al menos nueve. Por otro lado,
está la exclusión de los asuntos económicos del debate democrático.
P. Usted explica que ni siquiera el libre mercado existe como tal, que es una construcción política.
R. Hace 200 años podías comprar personas, podías
comprar opio, podías emplear a niños. Ahora hemos decidido sacar eso del
mercado. Pero no hay una teoría económica que diga que no deba haber
trabajo infantil. Es una decisión ética, política. ¿Cómo va a ser,
entonces, una ciencia?
P. La crisis financiera no parece haber cuestionado la ideología hegemónica que la provocó.
R. Se ha redefinido una crisis financiera como
crisis fiscal. Una jugada muy inteligente. Primero se salvaron aceptando
medidas keynesianas porque todo estaba colapsando. Entonces, el
gobierno incurrió en déficit como resultado de esas políticas
keynesianas y se empezó a decir que esa era la causa de la crisis. Los
medios apoyaron esa teoría.
La gente fue bombardeada con ese mensaje de
que el problema había sido el excesivo gasto del Gobierno. La reforma
financiera ha desaparecido de la agenda, se han hecho cambios pero nada
fundamental que pueda prevenir otra crisis. Podemos estar encaminándonos
a otra crisis financiera. Son difíciles de predecir: si alguien hubiera
dicho que el mercado chino de valores iba a caer un 20% en cuatro
semanas se habrían reído de él.
En los últimos siete años la económica
estadounidense, en términos per capita, creció a un ritmo de 0,4% anual, cuando en las llamadas dos décadas perdidas de Japón, la renta per capita
subió a un ritmo del 1%. ¿Qué tipo de recuperación es esa? Al final de
2014 en la mitad de los países de la OCDE no se había alcanzado la renta
per capita de 2007. Esa es la situación.
P. ¿La izquierda ha fallado por no aportar una alternativa económica?
R. Ha fracasado, y el origen está en el periodo
anterior. En los años 80 y 90 muchos partidos socialdemócratas estaban
en crisis. Con la desindustrialización, su base política mermaba. Además
el colapso del bloque soviético hizo que las ideas de izquierdas fueran
desacreditados.
Todas, incluso las útiles. Cuando vino la crisis muchos
partidos de izquierda estaban en el poder (en España, en Reino Unido…) y
la gente asoció a la socialdemocracia con el desastre económico.
P. ¿La producción se ha descuidado en la sociedad posindustrial?
R. Los verdaderos cambios suceden en la producción. El
mundo es como es porque ha habido revoluciones en las fábricas, no
porque inventaran un sistema bancario mejor. Incluso para el cambio
climático, la única solución económica y políticamente viable va a venir
de desarrollar energías renovables.
Y eso solo se va a inventar a
través de las tecnologías de producción. No lo van a inventar los
banqueros, ni los ministros de finanzas. (...)" (Entrevista a Ha-Joon Chang,
PABLO GUIMÓN , El País,
2 AGO 2015)
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