26/1/17

'Bueno, ¿y ahora quién limpia la comuna?' Obviamente, tu novia...

"(...) Escribe sobre cómo a su generación se le ha enseñado que el feminismo es algo que “ya pasó”. ¿Cómo es posible que las mujeres no sean completamente libres en lo relativo al sexo y al amor, después de la revolución de los 60?

Esa revolución sexual tuvo muchas limitaciones. Creo que fue una revolución negativa, en el sentido de que se centró en destruir ciertas normas sociales. Eso no es malo, pero es insuficiente. Se destruyeron ciertas formas o restricciones que era necesario destruir para avanzar en la libertad de todos, pero no se hizo suficiente hincapié en la persistencia de ciertas dinámicas de género.

 Dentro del Summer of Love, hubo quien se preguntó: 'Bueno, ¿y ahora quién limpia la comuna?' Obviamente, tu novia. Quizá sea yo la anticuada, pero creo que mucho de esto tiene que ver con las condiciones materiales. Las mujeres siguen ganando mucho menos que los hombres. En una sociedad sin apoyo social o del Estado para criar a los hijos, las consecuencias recaen desproporcionadamente en las mujeres. 

Si te limitas a eliminar todas las reglas del momento, dejando intactas las desigualdades estructurales preexistentes, terminas en una situación en la que todo el mundo tiene la libertad de usar a todo el mundo. 

Pero, precisamente por las desigualdades preexistentes, eso quiere decir que algunos tienen más libertad para usar a los demás que otros. La generación de los hombres del 68 se limitó a vivir las fantasías Playboy de sus padres reprimidos. Hay que abolir el género. (...)"                    (Entrevista a Moira Weigel, Álvaro guzmán Bastida, CTXT, 17/01/17)

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