"La fibrosis quística es un trastorno hereditario que
afecta a los pulmones, el páncreas, el intestino y otros órganos. Una
mutación genética hace que las glándulas secretoras no funcionen bien;
los pulmones pueden quedar obstruidos por moco espeso; el páncreas
también puede quedar obstruido; y el intestino puede dejar de absorber
nutrientes suficientes.
No tiene cura. Durante las últimas décadas, sin
embargo, se han desarrollado medicamentos, dietas y tratamientos para
paliar los estragos de la enfermedad. La atención ha mejorado, de manera
que los enfermos de fibrosis quística superan en promedio la edad de 40
años en EE UU. En Canadá, sin embargo, superan la edad de 50 años.
Un estudio reciente, publicado en Annals of Internal Medicine,
se basa en el Registro Canadiense de Fibrosis Quística y en el Registro
de Pacientes de la Fundación de Fibrosis Quística de EE UU para
comprobar la evolución de estas personas entre 1990 y 2013. Los
investigadores han comparado los resultados de longevidad en los dos
países, teniendo en cuenta una serie de factores, como la edad, el sexo,
el genotipo y la condición del páncreas, entre otros.
Así han
descubierto que con el tiempo la vida media de los pacientes se ha
incrementado. Aunque en Canadá ha aumentado más rápidamente. Entre 2009 y
2013, la vida media era de 40,6 años en EE UU y de 50,9 años en Canadá. (...)
Profundizando en el análisis se descubrió una
asociación mucho más significativa: el seguro de enfermedad. Canadá
tiene un sistema sanitario de pagador único/1, similar al Medicare/2
de EE UU, que cubre a toda la población de Canadá, incluidos los
enfermos de fibrosis quística. La población de EE UU recibe su
asistencia –en el caso de las personas que están aseguradas– de diversas
fuentes. En comparación con los pacientes de EE UU que tenían un seguro
privado, los pacientes canadienses tenían un riesgo similar de muerte
temprana.
En comparación con los pacientes que tenían un seguro público
como Medicaid/3, los canadienses con fibrosis
quística tenían un 44 % menos riesgo de muerte temprana. Y en
comparación con los estadounidenses que no tenían seguro, los
canadienses tenían un 77 % menos riesgo de muerte temprana.
Es posible que intervengan diversos factores. La
medicación para la fibrosis quística puede ser costosa, y los pacientes
han de tomar muchos medicamentos al día. Alrededor del 45 % de los
pacientes estadounidenses con fibrosis quística reciben alguna
asistencia de Medicaid, que puede limitar los medicamentos que pueden
obtener, los facultativos a que pueden acudir y los tratamientos que
están incluidos. La situación de quienes carecen de seguro puede ser
incluso peor. El seguro, así como el coste de la asistencia, es un
lastre significativo para las personas con fibrosis quística.
Ningún estudio es perfecto, y es posible que la
cobertura de seguro no sea más que un indicador de la condición
socioeconómica en este análisis. Un estudio después de otro ha
demostrado que la pobreza está asociada a peores resultados en muchas
enfermedades, incluida la fibrosis quística. Sin embargo, es más
probable que los estadounidenses más pobres estén adscritos a Medicaid
que no que carezcan de seguro, y en este estudio salen mejor parados que
quienes no tienen ningún seguro.
Hay otro dato que apunta a la influencia del amplio
seguro de enfermedad canadiense: la población de este país vive en
promedio dos años más que la de EE UU. Aunque el seguro y el acceso al
sistema sanitario no es sin duda el único factor que influye en la
esperanza de vida, es difícil no reconocer que por lo menos es uno de
los factores.
Todavía más convincente es el hecho de que los niños y
jóvenes adultos con fibrosis quística en EE UU dan mejores resultados
que sus homólogos de otros países en determinados criterios de salud.
Los estadounidenses empiezan a quedarse rezagados a medida que aumentan
la edad y, tal vez, las disparidades." (29/03/2017 |
Aaron E. Carroll, NYtimes, en Viento sur, 20/03/17)
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