"(...) El modelo de Renta Básica de los
iguales, por ejemplo, constituye una plataforma que aúna, al tiempo, la
posibilidad de garantizar la subsistencia en régimen de mínima dignidad
material para el conjunto de sociedad, con incentivos para la
transformación social de tipo progresista, favoreciendo el reparto de la
riqueza y la liberación de los flujos de energía del proletariado de
las necesidades de la economía capitalista, permitiendo potencialmente a
sus perceptores recuperar su tiempo de vida y reordenar su marco de
necesidades y de deseos fuera del universo de la mercantilización de la
vida humana.
Pero no tiremos las
campanas al vuelo: el proceso de recuperación, por parte del Capital, de
las propuestas de Renta Básica, avanza también a toda máquina.
Los
proyectos que nos rodean y el sentido común de los medios mainstream
apuestan ya por una Renta Básica entendida estrechamente como una renta
mínima fuertemente condicionada que, en un contexto de precariedad
laboral creciente y degradación de los servicios públicos sin
alternativa comunitaria, pueda servir como complemento que garantice la
paz social en el proceso de desmantelamiento de lo público y de
mercantilización de las necesidades humanas esenciales.
Una renta mínima
insuficiente, siempre en cuestión y combinada con la pulsión al pago
por todas necesidades básicas, como la educación o la jubilación, que
garantice que las barriadas no exploten sin permitir el avance salarial,
por su exigüidad, ni la liberación del tiempo proletario.(...)
Porque, al final, lo que puede ser una magnifica herramienta para el día
de hoy no debe hacernos olvidar que el problema es más profundo: es el
capitalismo, y no sólo el reparto de parte de la riqueza expropiada por
los capitalistas.
Para solucionar el problema de fondo, pues, se imponen
soluciones más profundas y globales: iniciar el proceso de salida del
capitalismo histórico con una dinámica de avance sobre la producción, y
no sólo sobre la distribución. Autogestión y socialización de la
economía, y gestión comunal-comunitaria de los servicios básicos y
comunes, superando al mercado privado y al estatismo estrecho. (...)
La Renta Básica puede liberar tiempos y energías para ello, combinada
con la construcción popular, inaugurando un nuevo equilibrio más
favorable en el campo de batalla entre clases, o ser un nuevo obstáculo,
en la versión que empieza a pergeñar la oligarquía, como versión
postmoderna, cicatera y condicionada, del “pan y circo” romano para las
zonas centrales del sistema. (...)" (José Luis Carretero Miramar., Kaos en la red, 11/07/17)
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