"Las crisis climática está ya aquí. No hay vuelta
atrás. El calentamiento global es una realidad que se deja ver poco a
poco a través de extinciones –un millón de especies en riesgo según el informe de IPBES–
y de catástrofes naturales. El planeta parece decir basta y parte de la
sociedad empieza alzar la voz por ello. Tanto es así, que durante los
últimos meses las calles de Europa se han convertido en un hervidero de
movilizaciones que, entre otras cosas, reclaman acciones políticas que
reviertan esta crisis sin precedentes.
En el camino hacia la justicia verde, los
movimientos ecologistas han alzado la voz en los últimos días para
reclamar que las instituciones españolas declaren la situación de
emergencia climática, un concepto novedoso que busca, entre otras cosas,
el reconocimiento público de los riesgos que esconde el calentamiento
global. En Público, te proponemos una guía útil para entender qué supone esta medida.
¿Qué es una declaración de emergencia climática?
Esta medida puede ser impulsada por cualquier
órgano de gobierno y tiene como objetivo principal posicionar la crisis
climática en el centro del debate político y social para plantear una
serie de objetivos y acciones que permitan mitigar los efectos del
calentamiento global. De esta forma, la declaración de emergencia se
vincula a dos premisas: reconocer el problema y plantear un eje de actuación para solventarlo.
Cuando un gobierno emite una declaración de
emergencia climática, lo que está haciendo es reconocer las evidencias
científicas de que el calentamiento global supone grandes riesgos para
los ecosistemas. Por otro lado, más allá del hecho de aceptar la crisis,
significa que los gobiernos van a actuar y van a asumir que el
escenario de actuación se debe regir por los consejos de los
científicos, que hablan de una reducción anual de emisiones del 7% durante la próxima década.
"Si no se garantiza un recorte de esta magnitud o
mayor, difícilmente estaremos atendiendo a la emergencia climática",
explica Javier Andaluz, responsable de Cambio Climático del grupo
Ecologistas en Acción. En ese sentido, la declaración de emergencia debe
regirse por el principio de reconocimiento y el de actuación, en tanto
que los colectivos medioambientalistas denuncian que, en ocasiones, se
reducen a un simple reconocimiento simbólico del problema.
¿Existe un modelo consensuado?
No. De momento el único ejemplo está en las
declaraciones de emergencia impulsadas por otros países, que no son de
carácter vinculante.
¿Qué acciones se plantean?
Al no haber un modelo único y vinculante, no se puede establecer una lista de acciones únicas y universales. Si tomamos la Declaración de Emergencia Climática de la Generalitat, la más cercana que tenemos, encontraremos una lista de once medidas.
Entre ellas; mayores recursos públicos destinados a la transición
energética, frenar la pérdida de biodiversidad, el desarrollo de un
modelo de transporte sostenible y la convocatoria de un pleno anual para
tratar asuntos climáticos.
Sin embargo, para los grupos ecologistas esta declaración se presenta pobre en cuanto a ambición. "Es una declaración que se queda en palabras y va a los hechos",
opina Héctor de Prado, responsable de Energía y Clima de Amigos de la
Tierra. Para el experto y activista, los objetivos centrales de toda
declaración deben pasar por "detener las inversiones en combustibles
fósiles" y establecer legalmente la reducción de emisiones necesarias al
hilo de las advertencias de la ciencia.
¿Qué ocurre con la Ley de Cambio Climático?
Los ecologistas señalan que la declaración de emergencia climática debe ser entendida como una medida complementaria a la Ley de Cambio Climático.
La función de la primera es poner encima de la mesa una serie de
objetivos que se deben alcanzar y cumplir para mitigar el calentamiento
global. Se trata, por tanto, de establecer unas líneas rojas y unos
mínimos legales que deben ser cumplidos por los Estados.
La Ley de Cambio Climático, por su parte, "debe
desarrollar esos objetivos con más concreción, articular modificaciones
en las estructuras administrativas y en los Presupuestos Generales del Estado",
opina Andaluz. Todo ello, partiendo de la idea central de que esta ley
no puede tener principios legales menos ambiciosos que los que se
presentan en la declaración de emergencia.
¿Qué países la han aprobado?
Por el momento, Reino Unido es el primer país que
aprobó está medida. A su declaración le siguieron las de Irlanda y las
de Escocia y Gales. Además, en EEUU y Australia hay 17 ciudades que han
aprobado la declaración. En el caso de Europa, más allá del espacio
británico e irlandés, sólo encontramos declaraciones regionales
impulsadas por gobiernos locales de Italia, Alemania, Suiza, Francia y
España.
¿De dónde nace esta propuesta?
No podemos encontrar un nombre propio a quién
adjudicar la idea intelectual de la emergencia climática. Esta realidad
es fruto de un contexto en el que participan tres partes: las
advertencias de los científicos del IPCC, la creciente movilización
social y la labor de trabajo de los colectivos ecologistas.
La ciencia, por un lado, es el principal elemento a
tener en cuenta, en tanto que son los expertos de diversos campos los
que han señalado que el ritmo de producción y las emisiones de gases de
efecto invernadero han llevado al planeta a una situación irreversible,
pero mitigable. De hecho, fueron los científicos los que pidieron en una
carta que se declarase la emergencia climática. A ello, debemos sumar
la labor de difusión y denuncia que durante años han realizado las
organizaciones ecologistas. Una tarea ardua que, en cierta medida ha
permitido la crisis climática pudiera llegar a sectores que, a priori,
no guardan relación con el medio ambiente.
Este trabajo de difusión y concienciación ha desembocado un escenario de protesta donde nuevos colectivos como Jóvenes por el Clima o Extinction Rebellion han
logrado dotar a la crisis climática de una relevancia mediática nunca
antes vista. "Los movimientos sociales estamos siendo como una especie
de catalizador de lo que piensa gran parte de la sociedad", explica
Irene Rubiera, portavoz de Fridays For Future,
un movimiento que se manifiesta todos los viernes en las principales
ciudades de Europa para exigir medidas contra el cambio climático.
¿Qué relevancia tiene que una universidad declare la emergencia climática?
En España, además de la Generalitat, la Universidad Politécnica de Catalunya
y la Universidad Autónoma de Barcelona han emitido declaraciones de
emergencia climática. Para De Prado, se tratan de decisiones simbólicas
que trascienden a lo mediático, ya que se busca que los problemas
ambientales lleguen a todas las ramas de la educación.
"Estamos hablando
de que un ingeniero, un abogado o un periodista puedan aprender una
serie de pautas sobre el tema ambiental. Es el primer paso para entender
que esto nos afecta a todos", señala el experto, que explica que estas
medidas ayudan a entender que el cambio climático es, entre todas las
cosas, una crisis ecosocial que afecta a toda la ciudadanía. " (Alejandro Tena, Público, 24/05/19)
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