"La crisis climática actual nos
llevará, a mediados de este siglo, a una situación “caos absoluto”, el
inicio de colapso que nos llevará “en un camino hacia el fin de los
humanos. civilización y sociedad moderna como la conocemos”. Al ritmo
actual, los desafíos del cambio climático a la seguridad global
comportan, simplemente, que “el pánico social y político se convierte en
la norma”...
Estas frases que, según como se mire, pueden ser consideradas catastrofistas se incluyen en el informe Riesgo de seguridad existencial relacionado con el clima: una propuesta de escenario futuro ( Existential climate-related security risk: A scenario approach ), publicado por el Breakthrough - National Centre for Climate Restoration (NCCR), un centro privado independiente (think-tank)
fundado en 2014 en Melburne (Australia) con el objetivo de “desarrollar
un liderazgo de pensamiento crítico para influir en el debate nacional
sobre el clima y la formulación de políticas” para afrontar la actual
crisis climática global.
El NCCR ha publicado en los últimos años diversos
estudios sobre los efectos del cambio climático, todos ellos con
elevadas dosis de crítica dirigida principalmente a los poderes
políticos -a los que considera impotentes e inactivos ante la crisis
actual- y muchos de los informes científicos reconocidos por
instituciones como la ONU, a los que califica de conservadores y poco
atrevidos.
En todos los casos, el NCCR utiliza estudios ya
publicados y declaraciones de expertos para advertir de la posibilidad
de que el planeta Tierra y los humanos nos enfrentemos a los peores
escenarios de crisis ambiental que indican algunos de los estudios y
escenarios de futuro existentes.
En el anterior informe publicado por este centro ( What Lies Beneath
, dedicado a explicar las supuestas mentiras que se pueden esconder
tras el discurso generalmente aceptado sobre el cambio climático), por
ejemplo, se reclama un replanteamiento urgente de la investigación
climática y en especial, de los informes del IPCC. What Lies Beneath,
“es la historia interna de cómo la formulación de políticas climáticas
se ha incorporado a una cultura de fracaso y reticencia científica”,
afirmaba este centro en la presentación de su trabajo.
Aspectos más destacados del nuevo informe
Los autores del nuevo informe, el director de
investigación del instituto australiano, David Spratt, e Ian Dunlop, un
exejecutivo de Shell y la Asociación Australiana del Carbón, advierten
de que si no se toman medidas para revertir la situación, en 2050 -el
escenario presentado en ete trabajo- la Humanidad se podría enfrentar a
“un mundo en el colapso social y el caos absoluto”.
Al ritmo actual, los sistemas ecológicos y la
sociedad humana llegaran a un punto de “no retorno” a mediados de siglo,
en donde aseguran que la Tierra ya será “en gran medida inhabitable” y
conducirá a la “desintegración de las naciones y del orden
internacional”.
Los “resultados extremadamente graves” de las
amenazas a la seguridad relacionadas con el clima son mucho más
probables de lo que se supone convencionalmente, sostiene el documento,
pero casi imposibles de cuantificar porque “no corresponden a la
experiencia humana de los últimos mil años”.
“Mucha de la información que reciben los legisladores
y los políticos son demasiado conservadoras“, explicó Spratt al sitio
Vice. “Debido a que los riesgos son ahora existenciales, se requiere un
nuevo enfoque de la evaluación de riesgos climáticos y de seguridad
utilizando el análisis de escenarios“, según uno de los puntos del
informe destacado por la página en internet Vice.
El escenario del clima en el año 2050 que se presenta
en este nuevo estudio advierte de que si no cambian los modelos de
negocio de las industrias que perjudican al medio ambiente, la Tierra
probablemente sufrirá al menos 3 grados centígrados de calentamiento
global. Esto causaría a su vez la destrucción de ecosistemas claves,
incluyendo “los sistemas de arrecifes de coral, la selva amazónica y el
Ártico”.
Los resultados serían devastadores. Alrededor de
1.000 millones de personas se verían obligadas a reubicarse, y 2.000
millones se enfrentarían a la escasez de suministros de agua. La
agricultura colapsaría en los países subtropicales y la producción de
alimentos se vería dramáticamente afectada en todo el mundo.
“Incluso con un calentamiento de 2°C, más de mil
millones de personas podrían tener que ser reubicadas. La escala de la
destrucción está más allá de nuestra capacidad de modelar, con una alta
probabilidad de que la civilización humana llegue a su fin“, señala el
informe.
La única manera de evitar los riesgos de este
escenario sería llevando a cabo un esfuerzo “similar en escala a la
movilización de emergencia de la Segunda Guerra Mundial”, pero esta vez
centrada en construir rápidamente un sistema industrial de cero
emisiones para restaurar la atmósfera.
El coautor Chris Barrie, quien fuera Jefe de las
Fuerzas de Defensa Australianas de 1998 a 2002 y ahora trabaja para el
Instituto de Cambio Climático de la Universidad Nacional de Australia,
recomienda poner al descubierto “la pura verdad sobre la desesperada
situación en la que se encuentran los seres humanos y nuestro planeta,
pintando un cuadro perturbador de la posibilidad real de que la vida
humana en la Tierra pueda estar en vías de extinción, de la manera más
horrible”.
En uno de los pocos apartados esperanzadores de este
informe se indica que “existe una pequeña ventana de oportunidad para
una emergencia, la movilización global de recursos, en la que las
experiencias logísticas y de planificación de los cuerpos de seguridad
nacional podrían jugar un papel valioso”, según destaca Chris Barrie en
declaraciones recogidas por la CNN." (Joaquim Elcacho, La Vanguardia, 07/06/19)
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