"(...) Has
comentado que todas aquellas propuestas que desafíen minimamente el
sistema de gobernanza neoliberal serán tildadas de populistas por parte
de los dispositivos del poder. Me gustaría que nos comentases la
contraposición entre dos de las propuestas que han sido más criticadas:
la Renta Básica Universal y el Trabajo Garantizado2.
Encuadrando el problema en las tesis de James Montier y Philip Pikington defendidas en Six Impossible Things Before Breakfast, y The Deep Causes of Secular Stagnation and the Rise of Populism, comentas que si la RBU no revierte los cuatro pilares fundamentales del neoliberalismo arriba mencionados, esta se queda como “una
propuesta meramente cosmética para que todo continúe igual: salarios
miserables, empleo precario, jóvenes sin futuro…
En definitiva, supone
la aceptación y consolidación de posiblemente el mayor proceso
neo-feudal de acumulación y adquisición de riquezas por todo el globo en
favor de unos pocos de la historia”.
¿De
qué manera se contraponen ambas propuesta? ¿Puede compatibilizarse un
ingreso universal por el hecho de ser ciudadano con un plan para el
trabajo garantizado?
La
economía global se encuentra exactamente en una situación parecida a
2006-2008. Occidente solo sabe crecer vía inflaciones de activos,
alimentada por una deuda total que no para de crecer; la inversión
productiva ni está ni se le espera; los salarios no aumentan; la
productividad de los factores continúa cayendo; el sistema bancario
mundial es profundamente frágil; y la inestabilidad financiera elevada.
La mayoría de las economías desarrolladas se han vaciado, mantienen
enormes déficits comerciales, y todo lo que producen son trabajadores
desempleados y ciudadanos insatisfechos. Como resultado, se ha producido
un aumento de la pobreza, y el mayor proceso de acumulación y
adquisición de riquezas por todo el globo en favor de unos pocos.
La
solución óptima pasa por revertir cada una de ellos 4 pilares básicos
del Neoliberalismo que describimos al principio. La pregunta es cómo. Se
requiere una combinación de políticas económicas de medio y largo
plazo; y la implementación de ciertas políticas transitorias que
permitan corregir los efectos más negativos de las políticas actuales
–marginalidad, exclusión, y pobreza- hasta que se alcance los objetivos
de medio y largo plazo.
En
primer lugar debemos recuperar el objetivo de pleno empleo, asumido
durante la edad de oro del capitalismo y abandonado a su suerte tras la
puesta en marcha de la agenda neoliberal (Consenso de Washington). Para
ello es fundamental entender el concepto de soberanía monetaria, la base
de la Teoría Monetaria Moderna, detrás de la cual se encuentran
economistas postkeynesianos estadounidenses, británicos, australianos,
nórdicos, españoles, italianos… Y el instrumento básico vinculado a la
Teoría Monetaria Moderna es el trabajo garantizado (0% desempleo).
Por
todo ello yo soy partidario del trabajo garantizado frente a la renta
básica universal. Solo emplearía la renta básica universal como
instrumento transitorio. Frente a los talibanes defensores de la renta
básica universal, si solo aplicamos la misma sin desmontar la actual
gobernanza dominante con sus cuatro pilares básicos, no resolveríamos
nada. Todo lo contrario. Los salarios continuarían cayendo, la renta y
riqueza agudizaría su concentración en pocas manos, y los servicios
públicos serían completamente privatizados. En definitiva, seríamos
esclavos del 1% más rico. Acabaríamos en los “Juegos del Hambre”.
En
una sociedad segmentada, con fuerte precarización y con una
distribución desigual del empleo, la propiedad y las rentas, se debe
reafirmar el derecho universal a una vida digna, el derecho ciudadano a
unos bienes y unas rentas suficientes para vivir. Por lo tanto, serían
necesarias unas rentas sociales o básicas para todas las personas sin
recursos, para evitar la exclusión, la pobreza y la vulnerabilidad
social. Una renta básica universal, como elemento de transición al pleno
empleo, sería muy útil. (...)"
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