"El Centro de Convenciones de Las Vegas (LVCC) es un edificio de dimensiones titánicas. Muchos de los kilómetros que se recorren cada día se hacen a través de los pasillos enmoquetados que conforman los diferentes 'stands' de las miles de marcas que se exponen en CES.
Expositores que aprovechan para convertir sus recintos en puntos de
avituallamiento en muchas ocasiones. Ofrecen un refresco, un café o algo
con lo que tener una excusa para colocarte una demostración de un caso
único, por ejemplo, de 'blockchain' aplicado a la inteligencia
artificial del 'big data'. En Zero Mass Water pasa eso.
Ofrecen agua. Pero no hay nada más. No es el gancho. En realidad, es el
producto. Sí, el agua es el producto. ¿Y qué tiene eso de innovador? La
forma en la que se obtiene.
El líquido rey, en este caso se genera de la nada como quien dice.
Del aire y del sol. Su particular 'hidropanel' (si no lo conoces, te
parecerá un panel solar) es capaz de acelerar el proceso de condensación en cualquier punto del planeta y conseguir cientos de litros cada mes.
Hasta en el desierto. Y lo mejor de todo es que sabe genialmente
normal. Uno, que lleva diez años educándose y viviendo la religión del
grifo de Madrid, se pensaba que encontraría un regustillo similar al que
tiene el agua corriente en Levante. Pero nada de eso. Ni un ápice de
sabor que delate su peculiar origen.
La clave: materiales higroscópicos
En esta ocasión, la segunda que esta pequeña 'start up' de Arizona participa en el CES de Las Vegas,
han presentado dos cosas. Por una parte, un nuevo modelo de
'hidropanel' bautizado como Rexi. Se trata de una versión mucho más
pequeña que la anterior. "Hemos conseguido reducir el tamaño en un 50% frente al anterior modelo",
cuenta Kaitlyn Fitzgerald, directora de marca de la empresa, que ya ha
hecho instalaciones en 35 países de todo el mundo, incluyendo varios
europeos. "Esto nos permite poder ofrecerlo e instalarlo en superficies
más pequeñas, como domicilios particulares".
Pero, ¿cómo funciona exactamente? Aprovechando la
energía solar crean un entorno para que la humedad relativa del ambiente
pueda ser condensada en el interior de estos tanques. La clave está en
los materiales higroscópicos que absorben en primer término ese vapor de agua.
Estos materiales, explican desde la compañía, solo absorben las
moléculas de agua, así que se obtiene un líquido similar al agua
filtrada.
Hasta 300 litros al mes
El tamaño de la
instalación depende del lugar donde se encuentre. En un escenario muy
árido harán falta más unidades para lograr un abastecimiento similar a
un entorno como un clima tropical. La firma, que tiene sede en Arizona,
dice que es capaz de generar agua incluso en niveles de humedad relativa
de tan solo 5%. En un lugar estándar, sin un clima extremo hacia ningún
punto, aseguran que la media al mes ronda los 150 litros por cada 'hidropanel'. En condiciones óptimas, su nuevo modelo puede doblar esa cifra hasta los 300 litros mensuales.
Cada unidad de Rexi cuesta 2.500 dólares, ya se
pueden reservar y esta nueva versión empezará a distribuirse el próximo
verano. "La instalación que se hace en una jornada incluye también la
conexión al punto de consumo de ese agua", explica Fitzgerald. Puede ser
a la nevera, a una fuente, a un calentador... "Cada panel tiene un
tanque de 30 litros. Si se queda corto, siempre se puede conectar a un
depósito externo y distribuirlo desde ahí".
En ese primer depósito se
agregan las sales minerales necesarias. En el caso de este nuevo modelo
doméstico, que toma el relevo al primer modelo que presentaron en el
pasado CES, cuenta con una serie de sensores que permiten consultar
desde un móvil o un ordenador la cantidad de agua almacenada, la
calidad, etc.
'Agua como servicio'
La otra novedad que han
traído a la feria es una nueva manera de explotar su negocio que han
bautizado como 'agua como servicio'. Es decir, en lugar de vender el
aparato, instalar, mantener y explotar una 'granja' de hidropaneles e ir proporcionando agua potable a una población remota. Lo
más sorprendente del sistema es que no necesita electricidad, ni
tuberías ni ningún otro tipo de infraestructura pública para generar el
agua. Autoabastecimiento, como con la luz solar y las placas, pero con
el agua.
Gestionan, a día de hoy, cuatro grandes instalaciones con este modelo. Tienen dos en los Emiratos Árabes, capaces de producir al año, entre ambas, cerca de 1,2 millones de litros anualmente.
Otra en Australia, que genera hasta un millón de litros anualmente que
se suministran a una marca de agua embotellada local. La última, en
Phoenix, produce cerca de 200.000 litros anuales que se distribuyen a
domicilios y negocios locales. "El agua no tiene que ser un elemento
finito. Al menos de esta manera", afirman. "El sol y el aire son
ilimitados". (Michael Mcloughlin. , El Confidencial, 11/01/20)
No hay comentarios:
Publicar un comentario