23/4/21

Eduardo Garzón: La Teoría Monetaria Moderna (TMM) en sólo 13 minutos




Eduardo Garzón @edugaresp

 Hoy publico un vídeo en el que resumo los aspectos básicos de la Teoría Monetaria Moderna (TMM) en sólo 13 minutos y de la forma más asequible posible. Hago hilo también

https://youtu.be/T-PbmqJshDE

El punto de partida de la TMM consiste en concebir el dinero como una unidad de cuenta abstracta que permite medir derechos de cobro y compromisos de pago, o créditos y deudas.

El dinero no sería una mercancía o algo físico que ayudaría a facilitar las transacciones, sino un invento abstracto del ser humano como lo podrían ser las magnitudes de distancia o de volumen.

Hay que distinguir la unidad de medida utilizada, por ejemplo el euro, del objeto físico que se utiliza para medir, como monedas, billetes o cuentas bancarias, al igual que distinguimos los metros de la cinta métrica que utilizamos para medirlos o los litros de los recipientes.

En consecuencia, no tiene sentido hablar de la finitud del dinero, porque al ser una magnitud, un número, es infinito. Si puedes crear tantos números como quieras, también puedes crear tanto dinero como quieras.

Por otro lado, el dinero no habría sido inventado por los agentes económicos de forma descentralizada en el mercado para superar el trueque, sino que habría sido inventado por las autoridades para gestionar la recolección y redistribución de recursos dentro de su territorio.

Los templos y palacios de Sumeria y de Egipto habrían creado hace más de 5.000 años las primeras unidades de cuenta, referenciadas en cereales, para recolectar recursos y volver a distribuirlos entre la población.

De esta forma, no hacía falta entregar recursos reales como pago, sino que también se podía entregar la unidad de cuenta que creaban las autoridades, pues eso saldaba el pago de tributos. Esto permitió que dicho dinero estatal fuese aceptado de forma generalizada por la población

El privilegio estatal de crear un dinero que va a ser utilizado por la población es a lo que hace referencia el término de chartalismo. Haciendo que la gente pague impuestos en una unidad de cuenta determinada, los Estados logran que dicha unidad sea utilizada como dinero común.

Por eso los impuestos no sirven para financiar los gastos públicos, porque el Estado emisor puede simplemente crear el dinero para gastar. De hecho, este Estado no podría recaudar impuestos si no hubiese creado el dinero antes, porque no habría nada que recaudar.

Pero eso no quiere decir que los impuestos no sean necesarios, pues de hecho tienen muchas utilidades y son fundamentales. En esta imagen se resumen esas otras funciones.

Es importante distinguir un Estado emisor del dinero de un Estado usuario del mismo. El primero crea el dinero que utiliza, mientras que el segundo no. Hay Estados que utilizan monedas que crean otros Estados, o que utilizan monedas de una unión monetaria.

Evidentemente estos Estados no pueden gastar todo el dinero que quieran; primero lo necesitan obtener. Esto hace que acaben funcionando como las administraciones públicas regionales y también como las familias y empresas, que tampoco pueden crear el dinero.

Cuando un Estado gasta más de lo que ingresa (déficit público) está inyectando nuevo dinero en la economía. El gasto público aumenta los ingresos del sector privado en la misma cantidad, mientras que los ingresos públicos aumentan el gasto del sector privado en la misma cantidad

Como es evidente, si el Estado es emisor de dinero, puede permitirse cualquier nivel de déficit público, porque le basta con crear tanto dinero para gastar como quiera.

Esto no le tiene por qué dar problemas de deuda siempre que se haya endeudado en la misma moneda que crea, porque a la hora de devolver el dinero puede simplemente crear el dinero y pagar.

De hecho, es que el dinero que le presta cualquier inversor financiero es dinero que creó en su día el Estado, porque si no lo hubiera hecho no tendría nada para prestarle. Por eso, un Estado emisor del dinero puede pagar sus deudas y evitar la insolvencia siempre que quiera.

Pero hay otras formas de inyectar nuevo dinero en la economía. Los bancos privados, cuando conceden créditos, también crean dinero. Eso sí, los bancos siempre se comprometen a cambiarlo por dinero estatal cuando se les pida (aunque no siempre puedan hacerlo).

Junto al déficit público y a la concesión de créditos bancarios, existe una tercera vía para inyectar dinero en la economía: el sector exterior. Cuando llegan turistas a nuestro país, o cuando vendemos productos en el extranjero, etc, la cantidad total de dinero aumenta.

Esas tres formas de inyección de dinero pueden incrementar el gasto en nuestra economía. Si todo ese gasto logrado es insuficiente para comprar todo lo que puede producir nuestra economía, entonces las empresas no necesitarán contratar a tantas personas y habrá desempleo.

El concepto de Finanza Funcional nos sugiere que el gasto público puede incrementarse todo lo que sea necesario para cubrir esa brecha, logrando así alcanzar la máxima producción y el pleno empleo. Pero sin pasarse, porque en caso de hacerlo habría inflación.

La inflación es el incremento generalizado y sostenido de los precios, y tiene muchas posibles causas: un incremento del coste de las materias primas, un incremento del coste de los salarios, de otros costes de producción, la búsqueda de mayores beneficios, una demanda excesiva…

La hiperinflación es diferente de la inflación: un incremento desorbitado y descontrolado de los precios, que causa enormes daños. Pero estos episodios solamente ocurren cuando hay conflictos políticos de consecuencias dramáticas, que hunden la producción.

La caída de producción empuja a los vendedores a vender lo poco que tienen a un precio mucho más elevado. Y para poder comprar productos cuyo precio se ha disparado, la gente necesita mucho más dinero, por eso las autoridades acaban poniendo mucha más cantidad en circulación.

Por eso es importante entender que las hiperinflaciones nunca surgen por crear mucho dinero, sino por eventos políticos de dramáticas consecuencias. Crear mucho dinero nunca es la causa de la hiperinflación, sino que es su consecuencia.

Teniendo en cuenta todo esto, la TMM propone una política económica muy concreta: el Trabajo Garantizado, consistente en que el Estado garantiza un empleo estable y en condiciones dignas a todo el que quiera y pueda trabajar.

En vez de buscar indirectamente el pleno empleo a través de un incremento de la demanda que anime a los empresarios a contratar a los desempleados, se trata de contratar directamente a los desempleados. Se llega al pleno empleo sin pasar por la amenaza de la inflación.

Además, como el salario del Trabajo Garantizado es fijo, se evitaría que las exigencias salariales empujaran al alza la inflación, mientras que por otro lado funcionaría como un salario mínimo de facto, porque nadie trabajaría en ningún sitio por menos dinero.

En fin, como hemos podido ver, la Teoría Monetaria Moderna se apoya en diversos planteamientos teóricos para presentar un marco analítico (en mi opinión bastante coherente, sólido y realista) que permita entender mejor nuestras economías modernas. 

9:48 a. m. · 28 mar. 2021
112 Retweets 3 Tweets citados 188 Me gusta

No hay comentarios: