"Hace tres años la diputada española de Ciudadanos Melisa Rodríguez, ante la pregunta de si se consideraba feminista respondió: "Yo creo en la igualdad de las personas reales: mujeres, hombres y seres. Por ello presentamos el proyecto de ley para que los perros sean personas"
En
enero de 2020, los psicólogos de Georgia Regents University (Estados
Unidos) iniciaron un estudio con 573 personas. Tuvieron que responder a
quién salvarían si un autobús fuera a atropellar a una persona y a un
perro y sólo pudieran salvar a uno. El 40% de los encuestados prefirió salvar al perro si este fuese su mascota.
Salvar antes al perro que al niño
En
2015, la organización benéfica de investigación médica Harrison’s Fund
había comprobado que las fundaciones de mascotas recogían más ayudas
solidarias que ellos recaudando fondos para luchar contra enfermedades
de niños.
Por
eso hizo un experimento audaz. Publicaron dos anuncios digitales
idénticos durante una semana, uno con una foto de un perro que
encontraron en Internet y otro con la foto de un niño, concretamente la
foto del niño que da nombre a la Fundación y que sufre una distrofia
muscular. Ambos con el texto: "¿Darías 5 libras para salvar a Harrison de una muerte lenta y dolorosa?". Los lectores pincharon en el anuncio del perro dos veces más que en el que mostraba al niño.
Es evidente que el fenómeno de lo que podemos llamar mascotismo está
arrasando en los países ricos. Hace unos años, en la localidad
madrileña de Alcalá de Henares, el propietario de un perro salchicha ofrecía 10.000 euros a quien encontrara a su mascota extraviada.
Ya en 1999, una encuesta de la American Animal Hospital Asociation (1999) revelaba que el 78% de los propietarios de mascota saludaba en primer lugar a su animal al llegar a casa, frente al 13% que saluda primero a su cónyuge.
Protagonistas en las redes sociales
Las
mascotas son las protagonistas de las redes sociales, conocemos el
nombre de los perros de los famosos, el de París Hilton, el de Lady
Gaga... En mayo del pasado año, el expresidente estadounidense Barack
Obama creó un hilo de Twitter para anunciar la muerte de su perro, provocando más de 53.000 retuits y 777.000 me gusta.
No es de extrañar teniendo en cuenta que en países como España los adultos tienen más mascotas que niños. Sólo en Estados Unidos hay más de 77 millones de perros y 54 millones de gatos. Los millennial son particularmente felices con ellos: al menos el 70% tiene uno o desea tenerlo. San Francisco ya suma más perros que menores de dieciocho años. En Seattle el volumen de gatos domésticos ya ha superado al de niños; y en general, en todo el país, ya hay más apartamentos en los que vive un adulto y un perro que un progenitor y un hijo.
Hasta
el Papa Francisco denunció en una audiencia general el 5 de enero que
hoy "perros y gatos ocupan el lugar de los hijos". Y afirmó que eso "nos
quita humanidad".
Y con la pandemia se ha disparado todavía más el interés por las mascotas. Según un estudio, el deseo de comprar o adoptar una mascota aumentó un 77% en España.
Ya los especialistas han acuñado el término petophilia para referirse al apego excesivo por una mascota.
El negocio de las mascotas
Por
supuesto, el mercado ha desarrollado todo tipo de productos para esa
demanda, no importa el coste. Se estima que en España, el coste medio de
la mascota es de 1.200 euros al año (la mayor parte, 780 euros, en alimentación).
En Marbella se creó
un hotel de lujo solo para perros, los llevan de paseo por la playa
(cinta de correr si hace mal tiempo), una mini suite para la hora de
comer, aqua gym, baño de espuma de ozono y hasta reiki. Pasar una noche
en el hotel cuesta 20 euros y el servicio de guardería 18 todo el día y
10 media jornada. El precio del baño de ozono para dejar al perro limpio
y guapo es de 12,50. Pero si lo que quiere es darle un capricho a su
mascota, la jornada de spa y mimos incluye todo por 45 euros.
Hay hoteles de lujo para perros en Emiratos Árabes (con televisores de plasma que reproducen sonidos que les recuerdan a casa y limusinas para los traslados), Estados Unidos
(les recogen con un coche de alta gama Ferraris, Porsches o Rolls-Royce
y disponen de tratamientos con aceites corporales, masajes, limpiezas
bucales y pedicura) y Japón (con clases de natación).
Para cuando no están en el hotel se han creado también las primeras mansiones para perros
con precios desde 33.500 euros y que pueden llegar hasta los 160.000
euros. Con tecnología domótica y construidos con madera, mármol y dobles
cristales.
Como es lógico, hay que amueblar la vivienda de los animales. Por ello, Ikea lanzó una colección de muebles para mascotas.
Y
no olvidemos el asunto de la comida, eso de darle las sobras o un
pienso barato ya es de otros tiempos. Una empresa de comida para gatos
patrocinaba Salvados, uno de los programas estrella televisivos de
reportajes de actualidad en España.
El
eslogan de la empresa de alimentos para perros Ultima era "Ultima cuida
lo que más quieres" porque, evidentemente, lo que más quieres es tu
perro y tu gato. Los precios medios de las latitas de comida para gatos rondan los 14 euros por kilo.
No
solo hay que gastarse el dinero, también está la opción de preparársela
con mimo. La prensa difunde constantemente recetas sobre cómo elaborar helados caseros para perros y gatos o galletas caseras para los perros en Navidad.
Evidentemente el mercado no se olvida de los juguetes: pelotas, muñecos para morder, cuerdas para estirar... Hay hasta juegos de mesa de inteligencia para perros, o un aparato de control online para lanzarle chuches o hablarle por "tan solo" 200 euros.
Parques, playas y censo genético de perros
El
asunto de las mascotas ha generado todo un impacto en la vida
comunitaria. Se crean parques públicos solo para perros y playas para
perros.
El
problema de los excrementos caninos ha llegado al punto de que
numerosos ayuntamientos han creado un censo genético de las mascotas a
través de muestras de saliva o sangre. De ese modo se podrá identificar
en el laboratorio los excrementos que se recojan en la vía pública y
sancionar a los propietarios. No tenemos secuenciado nuestro ADN ni el
de nuestros hijos pero sí el de nuestro perro.
En
los países ricos, los teléfonos de emergencias que se utilizan para
llamar cuando un ciudadano sufre un infarto se usan también para
solicitar asistencia porque un gato no puede bajar de un árbol o un
perro ha sido atropellado por un coche. Los community manager de bomberos y policías exponen orgullosos en las redes sus intervenciones de asistencia a mascotas con un resultado de likes superior que cuando informan de la asistencia sanitaria a una persona.
Cambios en las leyes
En España, desde el 5 de enero entra en vigor la reforma legal
del del Código Civil, la Ley Hipotecaria y la Ley de Enjuiciamiento
Civil, para que los animales de compañía como perros, gatos, pájaros y
el resto de mascotas pasen a ser un miembro más de la familia a nivel
legal.
La
nueva legislación, una de las pocas que ha contado con el consenso de
todos los partidos políticos, establece, en caso de separación y
divorcio, que la autoridad judicial determinará el reparto de custodia y
cuidado de los animales de compañía entre ambos cónyuges, así como el
reparto de las cargas.
También
se decreta que las mascotas no pueden ser embargadas o hipotecadas, de
modo que si no pagas al banco te pueden dejar sin vivienda, pero nunca
sin tu mascota. Ojalá para muchas familias deudoras la ley considerara
que necesitas tu casa tanto como la mascota.
Perros herederos
En febrero de 2021 fue noticia que un empresario de Tennesse (Estados Unidos) tras fallecer había dejado una herencia
de cinco millones de dólares a su perro: "Cinco millones de dólares
serán transferidos a un fideicomiso que se creará tras mi muerte para el
cuidado de mi border collie Lulu [...] para satisfacer todas sus
necesidades", se señalaba en el testamento difundido en medios locales.
En noviembre fue noticia que un perro, llamado Gunther VI, vendía un palacio de su propiedad por 31,75 millones de dólares.
El
animal, que es considerado el perro con más dinero del mundo, es el
heredero de Karlotta Liebenstein, quien al morir en 1992 y no tener
hijos, dejó su herencia multimillonaria, de unos 500 millones de
dólares, a su mascota.
Un
grupo de inversores y expertos en finanzas se hicieron cargo del animal
y administraron su riqueza invirtiendo en propiedades en todo el mundo
(Las Bahamas, La Toscana, Milán…), asegurándose así que la fortuna
alcance para toda la dinastía de perros, que ya tiene 40 años y seis
generaciones.
En
toda la historia de la humanidad y en todas las culturas y tiempos, las
personas tenían animales como mascotas, independiente de su mayor o
menor riqueza. Y no se puede discutir lo que éstos suponen como
intercambio de afecto, compañía e incluso sentimiento de responsabilidad
y cuidados para los niños. Tampoco ponemos en duda la necesidad de crear un marco legal que impida el maltrato animal o su abandono caprichoso.
Es
evidente que un animal de compañía conlleva responsabilidades y no es
un objeto desechable. La novedad es el excepcional rango que han
alcanzado en algunas sociedades actuales las mascotas, sobre todo si se
compara con el nivel de gasto y consumo entre mascotas "millonarias" y
humanos pobres.
"Lléveme con usted y yo seré su gato"
En 1990 David Wheatley rodó la película de ficción La Marcha,
financiada por el Parlamento Europeo. En ella miles y miles de
africanos hambrientos inician una marcha pacífica hacia Europa. En una
de las escenas, el líder de esos desdichados le dice a la eurodiputada
que intenta disuadirlos: "¿Usted tiene un gato doméstico?, ¿cuánto se
gasta en alimentarlo? Con ese dinero yo puedo vivir, lléveme a mí, yo
seré su gato".
Es
evidente que la comparación entre los gastos de los ricos del primer
mundo y las necesidades de los empobrecidos de los países del tercer
mundo siempre es insultante, con el dinero que pagan algunos por un
teléfono móvil podrían comer otros durante un año y con el precio de un
automóvil sacar a personas de la pobreza definitivamente. Pero el
ejemplo del gato de la película es escalofriante porque, a buen seguro,
millones de personas al borde de la muerte estarían dispuestos a asumir el comportamiento de las mascotas del primer mundo a cambio de que se les garantice la supervivencia.
Más comida 'gourmet' para gatos que para vacunas
No estoy seguro de que sea buena una sociedad que destina más dinero a comida gourmet para gatos que a las vacunas en África, o donde hay perros en hoteles con jacuzzi mientras niños duermen debajo de un puente.
Los
propietarios de las mascotas aducirán el cariño, la lealtad y la
fidelidad de sus animales, incluso algunos argumentarán que es superior a
la que encuentren en otras personas. Pero no olvidemos que se trata de
animales a los que, en su evolución dentro de nuestras sociedades, han
perdido su capacidad de sobrevivir sin dueños. Todos esos supuestos
valores de nuestros animales de compañía son mecanismos que han
desarrollado para garantizarse el afecto de unos dueños sin los cuales
ya no podrían vivir.
Las
relaciones entre humanos y mascotas son, sin ninguna duda,
enriquecedoras en muchos aspectos, ya hemos señalado que siempre
existieron, pero las verdaderas relaciones de igualdad y de cooperación se dan entre humanos, y cuando no existe una dependencia que obliga a uno de ellos a elegir entre fidelidad o muerte." (Pascual Serrano, Sputnik, 10/01/22)
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