"Entre los miles de ciudadanos que se manifiestan en la calle se capta un
evidente sentimiento antipartidos que abarca todo el espectro político.
Este clamor a veces se desliza hacia la antipolítica, donde germinan
todos los extremismos. (...)
De todo ello resulta que los partidos en el poder son un sujeto
político ausente, al tiempo que no parece haber un sujeto alternativo,
ya que el Partido Socialista (PS), después de haber firmado el memorando
y respaldado las sociedades público-privadas, sólo podrá ser oposición
si comienza por oponerse a sí mismo.
La expresión de la ausencia de
sujetos políticos a la derecha y en el centro está en la propuesta de un
gobierno de unidad nacional que pivota sobre la crisis hasta que Europa
la resuelva. Esperar a Europa es lo mismo que esperar a Godot [1].
Si
no hacemos nada por la nueva Europa (lo que implica desobediencia
organizada al memorando y a toda la política y economía que supone), la
vieja Europa no hará nada por nosotros. De ahí mi convicción de que
estamos en busca de nuevos sujetos políticos.
No creo que se den las condiciones para el surgimiento de un sujeto
político de extrema derecha.
El escenario más creíble tiene dos
dimensiones.
La primera es la formación de un nuevo sujeto político que
capte la energía de miles de ciudadanos dispuestos a dejar de lado sus
lealtades partidarias para encontrar una solución para el país a partir
de alternativas concretas.
No se trata de crear un partido nuevo, sino
de crear un frente electoral y político a través de un acto de
refundación de dos partidos, el PS y el Bloco de Esquerda (BE). El PS
convoca un congreso extraordinario, se desvincula del memorando y de los
contratos de las sociedades leoninas y elige a un líder para capear la
tormenta (el actual es un líder formado en y para tiempos calmos).
El
BE, también reunido en congreso, se libera de toda la ideología de
vanguardia. Elige a un líder de retaguardia, capaz de poner al BE a
caminar con la sociedad excluida y sobre todo con la que camina más
lento. Así refundados, ambos partidos pueden generar un nuevo sujeto
político de alta intensidad democrática.
La segunda dimensión consiste en la convocatoria, que sugiero desde
ya, de un Foro Social del Sur de Europa, a celebrarse en el próximo año.
Complementa y expande el inmenso potencial revelado por el Congreso
Democrático de las Alternativas [2].
Por un lado, es europeo y no sólo
portugués; por otro, está convocado por movimientos y organizaciones
sociales, y no sólo por ciudadanos. Este Foro discutirá los caminos para
Europa a partir de la premisa de su profunda democratización. Podrá
generar la energía que lleve a la Unión Europea a merecer el Nobel de la
Paz, por ahora un chiste de dudoso gusto." (Boaventura de Sousa Santos – Visão, Attac España, 05/11/2012)
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