Edgar Welch, el que estuvo a punto de convertirse en el asesino del Comet Ping Pong de Washington, detenido por la Policía
"Cerca de una semana antes de las elecciones
presidenciales en Estados Unidos en noviembre pasado, alguien publicó en
Twitter que Hillary Clinton era parte central de un círculo pedófilo.
El rumor se propagó por las redes sociales y un presentador de derechas
llamado Alex Jones señaló varias veces que Clinton estaba implicada en
abusos sexuales a niños y que su jefe de campaña, John Podesta,
participaba en ritos satánicos.
En un vídeo de YouTube (que ya se ha
eliminado), Jones hablaba de
“todos los niños que Hillary Clinton ha asesinado, descuartizado y
violado”. Se publicó cuatro días antes de las elecciones y fue visto
400.000 veces.
Por los correos electrónicos
difundidos por WikiLeaks se supo que Podesta cenaba a veces en una
pizzería de Washington llamada Comet Ping Pong. Parece ser que por eso
las acusaciones sobre el círculo pedófilo se centraron en ese lugar,
dando origen al hashtag #pizzagate.
Muchos de los retuits de las
acusaciones se originan en “bots” o programas diseñados para difundir
ciertos tipos de mensajes, ayudando así a dar la impresión de que mucha
gente se estaba tomando el “pizzagate” en serio. Increíblemente, la
historia también fue retuiteada por el General Michael Flynn, que pronto será asesor de seguridad nacional del presidente electo Donald Trump.
Incluso después de la elección de Trump (y a pesar de
que el New York Times y el Washington Post la desacreditaran), la
historia siguió difundiéndose. El Comet Ping Pong recibió llamadas
telefónicas constantes, abusivas y a veces amenazantes.
Cuando el
gerente se comunicó con la policía de la ciudad, le dijeron que los
rumores eran parte de la libertad de expresión protegida por la
constitución.
Edgar Welch, uno de los oyentes de
Jones, es un cristiano con versos de la Biblia tatuados en su espalda
que el 4 de diciembre condujo unas 350 millas desde su hogar en Carolina
del Norte hasta Comet Ping Pong, armado con un rifle de asalto, un
revolver y un cuchillo.
Esperó a que los clientes y el personal se
marcharan para ponerse a buscar por los túneles niños supuestamente
esclavizados. Disparó al menos una vez con su rifle para abrir una
puerta cerrada. Tras no encontrarlos, se entregó a la policía.
Las noticias falsas (“desinformación activa” que se presenta como si
procediese de un sitio noticioso serio) es una amenaza a las
instituciones democráticas. Ha habido ejemplos menos absurdos, como un falso informe
de una amenaza nuclear por parte del ministro de defensa israelí que
llevó a su contraparte pakistaní a retuitearlo y advertir a Israel que
Pakistán también es una potencia nuclear.
El
Presidente Barack Obama reconoció el peligro a las libertades
democráticas al hablar con la prensa en Alemania poco antes de las
elecciones estadounidenses. Le hayan costado o no la presidencia a
Hillary Clinton, está claro que podrían hacer que un candidato pierda
las elecciones y afectaran las relaciones internacionales. También son
contrarias a uno de los pilares fundamentales de la democracia: el que
los votantes pueden tomar decisiones informadas entre los candidatos en
competencia. (...)" (Peter Singer, Profesor de Bioética en la Universidad de Princeton, eldiario.es, 14/01/17)
"(...) El 28 de octubre, James B. Comey, director del FBI, informó al
Congreso que reabriría la investigación, sobre el uso de un servidor
privado de correos electrónicos por parte de Hillary Clinton cuando se
desempeñaba como secretaria de Estado.
La novedad de la revelación de
Comey fue que Anthony Weiner, exesposo de una importante asesora de
Hillary, Huma Abedin, escribió correos electrónicos en donde incluía
fotos de menores de edad. Dos días más tarde, desde la dirección de
Twitter @DavidGoldberNY, se distribuyeron mensajes sobre el caso;
supuestamente, el tema alcanzaba a Hillary Clinton en un bochornoso caso
de pedofilia.
El rumor fue retuiteado más de 6,000 veces y fue creciendo hasta que
un anónimo vinculó a John Podesta con rituales satánicos. “Cuando pienso
en los niños que ha picado, violado y matado Hillary Clinton, no tengo
miedo de cruzarme con ella en la calle”, dijo el 4 de noviembre a través
de YouTube, Alex Jones, creador del sitio de conspiraciones InfoWars, y
conductor del programa de radio “The Alex Jones Show”.
De acuerdo con
YouTube, el video se ha visto 427,000 veces.
Pocos días después de la comparecencia del director del FBI, una
serie de información sobre Podesta fue liberada por WikiLeaks que
apuntaba sobre sus rutinarias visitas a la pizzería. El 7 de noviembre
apareció por primera ocasión el hashtag #Pizzagate.
Desde Chipre, Vietnam y la República Checa, miles de mensajes en
Twitter fueron escritos con el mencionado hashtag, comentó Jonathan
Albright, profesor asistente de Análisis de Medios de la Universidad
Elon en Carolina del Norte. En algunos casos, agregó, los retuits
provenían de robots y programas para ampliar noticias falsas.
“El uso de
robots tiene el objetivo de convertir en tendencia los mensajes en
Twitter”. El viernes anterior a la elección presidencial, James
Alefantis, que es dueño de la pizzería Comet Ping Pong, notó que semanas
antes de la elección presidencial, en Instagram se divulgaban mensajes
acusándolo de pedófilo.
Alefantis no ha sido ajeno a la política. En su pizzería se juntaron
donadores de la campaña de Hillary Clinton y es amigo de David Brock,
némesis de Clinton. Además, tiene clientes y amigos pertenecientes a
círculos demócratas.
Pocos días antes de la elección, otros comerciantes de la cuadra
donde se encuentra la pizzería recibieron llamadas telefónicas y correos
electrónicos perturbadores. Varias personas se interesaron por los
símbolos de los escaparates y fotos de las paredes.
Frente a la pizzería se ubica Terasol, un bistro francés cuya
propietaria, Sabina Ousmaal, encontró en Goolge una nota sobre el rumor
de que en ese lugar se tejía un complot para abusar sexualmente de
niños.
En la nota aparecía una fotografía de la propietaria del bistro
junto a su hija y Hillary Clinton, en una visita que hizo la excandidata
demócrata años atrás. Ousmaal, quien tuvo cáncer, y ha realizado
donaciones al hospital infantil St. Jude, colocó en su página web el
logotipo del corazón similar al del hospital infantil, por lo que los
conspiradores de internet, vinculan a la dueña con abusos de niños.
“Estos maníacos pensaron que era un símbolo de la pornografía infantil”,
dijo el esposo de Ousmaal. “¿Qué podemos hacer?, se pregunta Ousmaal:
“No hay un sótano. No hay túnel, no hay nada”.
El propietario del restaurante 4chan, Hiroyuki Nishimura, que también
está en la misma calle que la pizzería y el bistro, dijo que “pizzagate
me recuerda que todo un país fue engañado por el supuesto arsenal
nuclear que tenía Sadam Husein en Irak, es la misma vieja historia”.
#PizzaGate es un caso más de la era de la posverdad. Formar a la opinión pública a partir de elementos subjetivos (mentiras)." (Marc Fisher; John Woodrow
y Peter Herman / The Washington Post, en El Confidencial, Dic 8, 2016
"(...) Al caso se le ha dado el sobrenombre de “Pizzagate”. Empieza así: este pasado domingo, un bombero voluntario de Carolina del Norte llamado Edgar Welch, de 28 años, dos hijos, coge su coche y a toda velocidad se va hasta Washington.
Lleva con él un rifle de asalto. Llega ante la pizzería Comet Ping Pong, en uno de los barrios más ricos de la capital. Welch
entra en el local, busca pasillos secretos, niños secuestrados y
pederastas, y empieza a disparar. No hiere a nadie y es detenido por la Policía.
Luego, el diario Washington Post indagó en la actitud de Welch y resultó ser que se creyó una de esas teorías conspiratorias que los fanáticos de Donald Trump, tanto en Internet como en medios de comunicación, iban vertiendo contra Hillary Clinton y contra su jefe de campaña, John Podesta:
que ella era la jefa de una Red de pedofilia y que a él le gustaban las
prácticas satánicas. Y decidió ir él mismo a “investigar” el “Pizzagate”, al más puro estilo Charles Bronson.
Quien más cuenta estas rocambolescas historias es Alex Jones, locutor de radio que deja a Jiménez Losantos y Tertsch como a corderitos, y al cual Trump, entrevistado muchas veces por él, tiene en un altar.
“Cuando pienso sobre los niños que Clinton ha asesinado
personalmente, troceándolos y violándolos, pierdo todo el miedo para
enfrentarme a ella”, dijo Jones en un vídeo colgado en YouTube con más de 500.000 visitas.
El inefable locutor llegó a acusar a Obama de que la matanza de niños en la escuela de Sandy Hook fue “falsa”, entre otras barbaridades. Luego, si Welch sabía que Podesta comía en Comet Ping Pong, era por los famosos e-mails desvelados por Wikileaks.
Además, hubo alguien que escribió poco después en Twitter este texto: “Todo apunta a una red de pedofilia y Hillary Clinton está en el centro”. Alex Jones se hizo eco, y la mente calenturienta de Welch
empezó a diseñar su plan justiciero. Mientras, como la pizzería recibió
críticas por querer poner mesas en la calle por temor a “violaciones y asesinatos”, pese a ser un barrio tranquilo, la historia llegó a su cénit: llamadas telefónicas extrañas con amenazas. Luego, el resto.
Para rematarlo, Michael Flynn Jr., hijo del asesor de Seguridad Nacional elegido por Trump, difundió la historia en Internet. Lejos de disculparse, alardeó de ella: “Hasta
que se demuestre que el ‘Pizzagate’ es falso, seguirá siendo una
noticia. La izquierda parece olvidar los emails de Podesta y las muchas
‘coincidencias’ que muestran”.
Ante la indignación en su contra
general, el equipo de transición del magnate ha decidido despedirlo
fulminantemente. Muchos creen que no por vergüenza, sino por que Flynn Jr. les deja en evidencia." (Julián Juan Lacasa, blastingnews, 09/12/16)
"(...) Dos días después de que el FBI decidiera reabrir las pesquisas contra
Clinton por el asunto de sus emails, apareció un tuit que decía: “Todo
apunta a una red de pedofilia y Hillary Clinton está en el centro”.
El
bulo se extendió por varios foros de la derecha alternativa como 4chan y webs como Reddit hasta que lo recogió el mayor propagandista de las conspiraciones en EE UU, el locutor radiofónico Alex Jones,
el mismo que dijo que la matanza de niños en la escuela de Sandy Hook
había sido un montaje falso del gobierno o que la Administración Obama
pretendía meter a los ‘patriotas’ en campos de concentración.
“Cuando
pienso sobre los niños que Clinton ha asesinado personalmente,
troceándolos y violándolos, pierdo todo el miedo para enfrentarme a
ella”, dijo en un vídeo colgado en Youtube y reproducido en casi medio
millón de ocasiones.
Jones sostuvo que la exsecretaria de Estado estaba
envuelta en una red de pedofilia y que su jefe de campaña, John Podesta,
tenía debilidad por los rituales satánicos. En contra
de lo que podría parecer, el locutor no es un apestado. Trump le
concedió durante la campaña varias entrevistas y llegó a a decir que
tiene “una increíble reputación”.
A la conspiración le faltaban algunos cabos para acabar de tomar forma y esos salieron de los emails de Podesta publicados por Wikileaks.
De ahí se extraía, que el veterano lobista y estratega demócrata comía
ocasionalmente en la pizzería. Pero había otro elemento.
Cuando el
establecimiento abrió hace una década, un burócrata del Distrito de
Columbia se opuso a que pusiera mesas en la terraza, arguyendo que
podían dar pie a “violaciones y asesinatos” en un barrio libre de
crimen. La paranoia ya estaba completa y el ’pizzagate’ se convirtió en trending topic. El teléfono empezó a sonar con llamadas inquietantes y amenazadoras y hasta algunos asesores de Trump, como Michael Flynn Jr, el hijo del militar que ha elegido para ser su asesor de seguridad nacional, propagaron la historia.
Y así hasta el pasado domingo, cuando Edgar Welch,
el bombero de 28 años de Carolina del Norte, se presentó en el local
frecuentado por numerosas familias de Washington para desenmascarar la
‘trama’ con su fusil semiautomático. Welch disparó varias balas sin
herir a nadie y acabó siendo detenido por la policía. “Quería hacer el
bien, pero no salió bien”, dijo después de ser arrestado al New York
Times. “La inteligencia no era correcta del todo”.
Poco
después Michael Flynn Jr tuiteó: “Hasta que se demuestre que el
pizzagate es falso, seguirá siendo una noticia. La izquierda parece
olvidar los emails de Podesta y las muchas ‘coincidencias’ que
muestran”. Ante la indignación que sus palabras despertaron, la campaña
de Trump optó por despedirlo. No lo hizo porque estuviera abochornada
por sus alegaciones, sino porque desvía la atención de la labor del equipo de transición de Trump." (Ricardo Mir de Francia, El Periódico, 08/12/16)
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