9/9/22

Ucrania no es Guernica... la Segunda República española no recibió ni un céntimo de las democracias occidentales... tenían miedo de que sus propias clases populares fueran contaminadas por la movilización popular que había en este país. Solo la Unión Soviética y Méjico apoyaron al gobierno popular español. ... mientras que la Alemania Nazi y la Italia Fascista ofrecieron toda la ayuda militar que permitió la victoria del fascismo en España... el gobierno ucraniano tiene una orientación política también muy diferente al gobierno de unidad popular existente en la República española. La guerra de Ucrania es una guerra de nacionalismos dentro del sistema económico profundamente injusto y neoliberal, en el que las élites gobernantes que han dominado el pasado de este país continúan dominándolo ahora y continuarán haciéndolo en el futuro. De ahí que estén recibiendo tanto apoyo de los establishments políticos, económicos, mediáticos y empresariales occidentales... Precisamente lo opuesto a lo que ocurrió en España

 "(...) UNA ÚLTIMA OBSERVACIÓN. LA UTILIZACIÓN OPORTUNISTA POR PARTE DEL PRESIDENTE ZELENSKY DE UCRANIA DE LO QUE OCURRIÓ DURANTE LA ESPAÑA REPUBLICANA EN GUERNICA PARA PROMOVER LA CAUSA DE SU GOBIERNO

El presidente del gobierno ucraniano, Zelensky, en su petición de ayuda militar al parlamento español, utilizó la imagen de Guernica para establecer una semejanza entre lo que ocurrió en España durante la Guerra Civil y lo que está ocurriendo en su país. Ucrania estaba siendo bombardeada por el enemigo Rusia, tal como la ciudad de Guernica había estado bombardeada por aviones nazis alemanes durante la guerra civil española.

 De la misma manera que el gobierno republicano español había estado pidiendo ayuda internacional entonces, el ucraniano lo estaba haciendo ahora pidiendo ayuda al Parlamento Español. Era lógico y loable que la mayoría de los parlamentarios aplaudiera la referencia. El contexto, sin embargo, era muy diferente, casi opuesto, lo que explica las enormes diferencias en la respuesta internacional a la petición de ayuda militar entonces (a la España Republicana) y ahora (a la Ucrania actual).

Lo que ocurrió en España era una guerra entre la mayoría de la población, las clases populares de los distintos pueblos y naciones en España, frente a una minoría que deseaba mantener el orden económico y político existente (con la ayuda de la Alemania nazi y la Italia fascista) para poder preservar sus beneficios basados en las grandes injusticias existentes en aquel momento. Las clases populares estaban pidiendo cambios profundos en el injusto sistema económico y social vigente en España. 

Ello explica, por cierto, que el gobierno español democráticamente elegido no recibiera ninguna ayuda de las democracias europeas, debido a que los establecimientos políticos, económicos y mediáticos que gobernaban tales países tenían miedo de que sus propias clases populares fueran contaminadas por la movilización popular que había en este país. Solo la Unión Soviética y Méjico apoyaron al gobierno popular español. Las llamadas democracias occidentales no dieron ni un céntimo mientras que la Alemania Nazi y la Italia Fascista ofrecieron toda la ayuda militar que permitió la victoria del fascismo en España

La imagen de Guernica, bien reflejada en la pintura de Picasso, muestra el bombardeo de la población por parte de la aviación Nazi alemana en apoyo de los golpistas fascistas dirigidos por el General Franco. El contexto en el que el bombardeo ocurrió no podía ser más distinto del que ocurre en Ucrania hoy.

La guerra en tal país tiene una dinámica muy distinta y el gobierno ucraniano tiene una orientación política también muy diferente al gobierno de unidad popular existente en la República española. Ucrania es un país con gran concentración del poder económico en un sistema oligárquico en el que los cambios de gobierno (en un sistema democrático muy limitado e insuficiente) refleja más una alternancia de partidos de sensibilidad primordialmente nacionalista y escasamente social, lo cual explica la orientación conservadora neoliberal de los dos partidos históricamente mayoritarios, cuyo elemento diferencial es el nacionalismo y no la clase social de su electorado

De ahí, que la guerra de Ucrania ocurra en temas de carácter nacionalista que oculta políticas que debilitan al mundo del trabajo a costa del beneficio de grupos económicos y financieros internacionales. La reciente aprobación del parlamento ucraniano debilitando la protección laboral de la mayoría de los trabajadores ucranianos a fin de favorecer las inversiones extranjeras es prueba de ello (y de lo cual no se habla en ninguna parte en los medios internacionales). 

Es, en teoría, una guerra de nacionalismos dentro del sistema económico profundamente injusto y neoliberal, en el que las élites gobernantes que han dominado el pasado de este país continúan dominándolo ahora y continuarán haciéndolo en el futuro. De ahí que estén recibiendo tanto apoyo de los establishments políticos, económicos, mediáticos y empresariales occidentales. Precisamente lo opuesto a lo que ocurrió en España.  

¿Qué habría ocurrido en Ucrania si el gobierno hubiera tenido una composición semejante a la unidad popular de España, luchando para cambiar democráticamente el sistema político económico y enfrentándose con la sabiduría convencional de la globalización neoliberal? ¿Hubiera conseguido la ayuda que ahora está recibiendo? De ahí que la "lucha por la democracia" no puede ni debe limitarse a defender el statu quo, sino que debe incluir cambios substanciales de manera de que los que sufren más dentro de cada país puedan vivir mejor después. Es urgente y necesario que se pare la guerra que está causando tanta miseria, dolor, y mortalidad, y se antepongan los intereses de las clases populares de ambos lados del conflicto sobre los intereses de las minorías de siempre (industrias armamentistas, energías no renovables, oligarcas corruptos- no solo rusos sino también ucranianos y de países miembros de la OTAN, y políticos afines) que están utilizando la guerra para optimizar sus ganancias y beneficios. La lucha por la democracia debe ser mucho más que la lucha para mantener el estatus quo. Y esto es lo que está ocurriendo, a un gran coste para las clases populares de los dos bandos."            (Vicenç Navarro, Público, 08/09/22)

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