"La verdadera herencia de José María Ruiz Mateos, en
el momento de su muerte, no es la que se disputa su familia más
cercana: a algunos otros de sus parientes, lo único que les gustaría es
que no les hubiera arruinado con el fiasco de Nueva Rumasa.
Su auténtico legado son las incógnitas que rodean la irresistible ascensión de este hombre que parecía haberse hecho a sí mismo hasta que se supo que era un milagro de San José María Escrivá de Balaguer y del Opus Dei. ¿Cómo y por qué fue creada Rumasa? ¿Por qué se expropió su holding? ¿Por qué fue absuelto de sus cargos y se le permitió quedarse con capital suficiente en la Rumasa exterior para levantar un nuevo grupo empresarial que también resultó un fiasco? Y así hasta su nuevo ingreso en prisión, ya octogenario.
Su auténtico legado son las incógnitas que rodean la irresistible ascensión de este hombre que parecía haberse hecho a sí mismo hasta que se supo que era un milagro de San José María Escrivá de Balaguer y del Opus Dei. ¿Cómo y por qué fue creada Rumasa? ¿Por qué se expropió su holding? ¿Por qué fue absuelto de sus cargos y se le permitió quedarse con capital suficiente en la Rumasa exterior para levantar un nuevo grupo empresarial que también resultó un fiasco? Y así hasta su nuevo ingreso en prisión, ya octogenario.
Seguro que el Opus Dei podría responder a
algunos de estos interrogantes. La Prelatura Personal, en la posguerra,
fomentaba el espíritu de pobreza pero en realidad asentó su poder
político y financiero en la España de Franco con una larga relación de
ministros tecnócratas que logró consolidar el ora y el labora, lo
espiritual y lo material, las páginas de Camino y todo un
sistema de obras corporativas, fundaciones y bancos unidos entre sí, a
través de los largos tentáculos de veinte mil numerarios.
Ese y no otro fue el origen del imperio de la abeja. El 12 de mayo de 1960 nacía RUMASA con capital de 300.000 pesetas.
Tras una primera ampliación de 500.000 pesetas, en 1965 ya poseía un
capital social de 100 millones. En cinco años y sin respaldo de la banca
tradicional, RUMASA multiplicaría por 300 su capital inicial.
Año tras año, la escalada era impecable: en 1969 llegaba a los 2.000 millones, un nuevo récord. Todo era bonancible y entre planes de desarrollo a porfía, el turismo como industria y suculentos negocios, la Rumasa de 1971 tenía 59 empresas de las cuales 8 son bancos, toda una trama que surge en torno a la bodega jerezana “Zoilo Ruiz Mateos S.A.”, pero que ya se extiende a sus delegaciones de Londres, Nueva York y Génova.
Año tras año, la escalada era impecable: en 1969 llegaba a los 2.000 millones, un nuevo récord. Todo era bonancible y entre planes de desarrollo a porfía, el turismo como industria y suculentos negocios, la Rumasa de 1971 tenía 59 empresas de las cuales 8 son bancos, toda una trama que surge en torno a la bodega jerezana “Zoilo Ruiz Mateos S.A.”, pero que ya se extiende a sus delegaciones de Londres, Nueva York y Génova.
La abeja y el Opus
Supernumerario del Opus desde 1963, Ruiz Mateos podía ser un buen empresario, pero no era Midas.
Los planes de estabilización auspiciados por los ministros opusinos
terminan favoreciendo a sus pías empresas. Todo queda en casa: “Es en
las cosas más materiales de la tierra donde debemos santificarnos”, como
diría San Josemaría. Escasos controles financieros a cambio del control
de Opus sobre el Instituto Nacional de Industria que es el que pone la
pasta, el crédito oficial. Y Ruiz Mateos como una de las principales
fachadas de aquel devoto negocio.
¿Qué hubiera sido de él sin el respaldo, en aquellos momentos, de sus correligionarios Luis Valls Taberner, presidente del Banco Popular Español y del ministro de Industria Gregorio López Bravo? Por no hablar del presidente de la Asociación de la Banca Española, Rafael Termes Carrero y el presidente de las cajas de ahorro, Sancho Dronda.
El Banco Meridional, que nació pintorescamente en el pueblo cordobés de Fernán Núñez, el Banco de Sevilla perteneciente a la familia Borrero, o los bancos Siero y Murciano, de la familia Rato, pasaron a manojitos a manos de Rumasa y a precio de saldo.
¿Qué hubiera sido de él sin el respaldo, en aquellos momentos, de sus correligionarios Luis Valls Taberner, presidente del Banco Popular Español y del ministro de Industria Gregorio López Bravo? Por no hablar del presidente de la Asociación de la Banca Española, Rafael Termes Carrero y el presidente de las cajas de ahorro, Sancho Dronda.
El Banco Meridional, que nació pintorescamente en el pueblo cordobés de Fernán Núñez, el Banco de Sevilla perteneciente a la familia Borrero, o los bancos Siero y Murciano, de la familia Rato, pasaron a manojitos a manos de Rumasa y a precio de saldo.
Por no hablar del Banco de Albacete, Banco Alicantino de Comercio,
Banco de Sevilla, Banco de Córdoba, Banco de Extremadura, Banco de
Murcia, Banco del Oeste, Banco del Norte, Banco Industrial del Sur
"BANKISUR", Banco de Toledo, Banco Latino, Banco de Huelva, Banco del
Noroeste, Banco Condal, Banco Peninsular, Banco General del Comercio y
la Industria, Banco Comercial de Cataluña, Banco Atlántico, Banco de
Jerez, Bank Iberunion, Banca Masavéu, Exbank, AVA, Eurobank, Banfisa...
¿Todo de la nada, también la división de hostelería, las bodegas
(Paternina, Dry Sack, Garvey, Segura Viudas), o grandes almacenes como
Galerías Preciados y primeras marcas de la industria del lujo como
Loewe?
El emblema de todo el grupo de empresas era una
abeja, símbolo de laboriosidad, contenida en una celda. Y, de hecho, la
revista interna del grupo se titulaba La colmena. En La prodigiosa aventura del Opus Dei,
Jesús Ynfante explica que el contacto entre empresarios opus y
políticos se realiza a niveles personales: “José M. Ruiz Mateos, hijo
del pequeño bodeguero, supernumerario del Opus Dei y principal animador
del grupo RUMASA, se entrevista y recibe instrucciones de Pablo Bofia de
Cuadras, uno de los financieros en el seno de la Obra de Dios.
También
los hijos mayores de Navarro Rubio, gobernador del Banco de España,
trabajan en empresas de RUMASA y uno de los hermanos Ruiz Mateos es
cuñado del director del instituto de Crédito de las Cajas de ahorro,
Luis Coronel de Palma. De esta forma el grupo RUMASA tiene asegurada una
amplia autonomía manteniendo en pie la ficción y el atractivo de su
independencia.”
¿Qué ocurrió para que esa sólida amistad entre el
Opus y Ruiz Mateos se truncara? Los amigos a veces traicionan, que diría
el santo, que prefería conversar con el Gran Amigo que no traiciona
nunca. RUMASA escurría cualquier control financiero del holding, que sin
embargo exigía el Fondo de Garantías de Depósitos.
Así lo hizo poco
antes de que el 23 de febrero de 1983, el primer Gobierno del PSOE decidiera proceder a la expropiación
del mismo, desde sus bancos a la franquicia de la calle Preciados,
pasando por La Almoraima, el mayor latifundio de Europa, en Castellar de
la Frontera, un municipio a favor del cual había pleiteado como abogado
Felipe González en un litigio con Rumasa.
Se calculaba, en ese momento, que había un descubierto aproximado a 2.000 millones de dólares y que aquel otro 23-F no obedecía a un capricho de Miguel Boyer, por más que un delirante Ruiz Mateos protagonizara escraches en su contra vestido de Supermán o a la entrada de los juzgados: “Que te pego, leches”.
Se calculaba, en ese momento, que había un descubierto aproximado a 2.000 millones de dólares y que aquel otro 23-F no obedecía a un capricho de Miguel Boyer, por más que un delirante Ruiz Mateos protagonizara escraches en su contra vestido de Supermán o a la entrada de los juzgados: “Que te pego, leches”.
Imagen de la agresión de Ruiz Mateos a Miguel Boyer en 1989
Pasando de puntillas por la nacionalización de Bankia, la de Rumasa fue
una de las mayores expropiaciones de la historia de España. Aquel
miércoles, el Gobierno socialista dictó la orden de expropiación de los
bancos y cerca de 400 empresas del grupo Rumasa. Un portavoz del
Gobierno justificó entonces la intervención para “garantizar plenamente
los depósitos de los bancos, los puestos de trabajo y los derechos
patrimoniales de terceros, que considera gravemente amenazados”.
Mientras el Gobierno hablaba de evitar una grave quiebra multimillonaria, los Ruiz-Mateos hablaban de expolio y del resto de la banca , incluyendo al propio Luis Valls que había apoyado la medida, o Emilio Botín López, padre del futuro presidente del Santander, del mismo nombre. La batalla legal fue larga, incluyendo la fuga de Ruiz Mateos y su detención en Francfort, su huida de la Audiencia con gabardina y peluca o su ingreso en Alcalá Meco, hasta su sorprendente absolución por el Supremo en marzo de 1999.
Durante la fase inicial de prisión preventiva Ruiz Mateos, comenzó a dudar de la fidelidad de sus antiguos amigos del Opus Dei. Se vio solo en el calabozo y entonces caviló que era el único acusado. Un chivo expiatorio. Así que abandonó la discreción de los confesionarios y acudió a los micrófonos. Así, afirmó que tres miembros dirigentes del Opus Dei español, Alejandro Cantero, Juan Francisco Montuenga y Salvador Nacher, no sólo le habían pedido dinero para el Opus en alguna que otra ocasión, sino que le habían facilitado las cuentas donde hacer los depósitos.
En mayo de 1986, la paciencia cristiana de la Obra llegó a su fin y le conminaron a que retirase sus acusaciones, bajo amenaza de expulsión del Opus. Siguió sin guardar silencio y vino a denunciar que el Opus le había traicionado, a pesar de haber desviado a sus arcas cerca de 45 millones de euros.
Mientras el Gobierno hablaba de evitar una grave quiebra multimillonaria, los Ruiz-Mateos hablaban de expolio y del resto de la banca , incluyendo al propio Luis Valls que había apoyado la medida, o Emilio Botín López, padre del futuro presidente del Santander, del mismo nombre. La batalla legal fue larga, incluyendo la fuga de Ruiz Mateos y su detención en Francfort, su huida de la Audiencia con gabardina y peluca o su ingreso en Alcalá Meco, hasta su sorprendente absolución por el Supremo en marzo de 1999.
Durante la fase inicial de prisión preventiva Ruiz Mateos, comenzó a dudar de la fidelidad de sus antiguos amigos del Opus Dei. Se vio solo en el calabozo y entonces caviló que era el único acusado. Un chivo expiatorio. Así que abandonó la discreción de los confesionarios y acudió a los micrófonos. Así, afirmó que tres miembros dirigentes del Opus Dei español, Alejandro Cantero, Juan Francisco Montuenga y Salvador Nacher, no sólo le habían pedido dinero para el Opus en alguna que otra ocasión, sino que le habían facilitado las cuentas donde hacer los depósitos.
En mayo de 1986, la paciencia cristiana de la Obra llegó a su fin y le conminaron a que retirase sus acusaciones, bajo amenaza de expulsión del Opus. Siguió sin guardar silencio y vino a denunciar que el Opus le había traicionado, a pesar de haber desviado a sus arcas cerca de 45 millones de euros.
O bien
directamente a dicha organización o a entidades próximas a la misma
como la Universidad de Navarra o el Instituto de Educación e
Investigación (IEI), que refrendara en su día su viejo amigo Gregorio
López Bravo, que habría fallecido en febrero de 1985 en el controvertido
accidente aéreo del monte Oíz, en Bilbao. Aquel año, José María
Ruiz-Mateos mandó con uno de sus hijos una carta a Roma, que jamás
contestó Alvaro del Portillo, al frente del Opus por aquel entonces.
Luego, vendrían sus dos escaños en el Parlamento Europeo a bordo de una Agrupación Electoral que llevaba su nombre, así como la creación y caída de Nueva Rumasa. Ya, por aquel entonces, había perdido el favor de Dios o de su Obra." (Juan José téllez, Público, 07/09/2015)
Luego, vendrían sus dos escaños en el Parlamento Europeo a bordo de una Agrupación Electoral que llevaba su nombre, así como la creación y caída de Nueva Rumasa. Ya, por aquel entonces, había perdido el favor de Dios o de su Obra." (Juan José téllez, Público, 07/09/2015)
No hay comentarios:
Publicar un comentario