"La vida es el trabajo y las necesidades de la empresa absorben cualquier
proyecto personal. Siempre pendiente, siempre disponible y siempre
priorizando las exigencias de los resultados empresariales por encima de
cualquier contrato.
Así define el sociólogo Jorge Moruno la realidad
laboral de nuestros días: “Las personas somos hoy productos y marcas de
nuestra propia fuerza de trabajo”. Jorge Moruno ha combinado la
investigación en las transformaciones del trabajo con la práctica
laboral, donde –entre otras cosas- ha sido teleoperador, informador
turístico, reponedor, administrativo. O parado.(...)
El salto cualitativo lo tenemos cuando la empresa se convierte hoy como
la principal comunidad de sentido en nuestras vidas. El consumo y la
reproducción social se confunden directamente con la propia producción
en el plano de la empresa-mundo, en la sociedad fábrica.
Actualizar los
recursos y capacidades sociales, emocionales y comunicativos resulta ser
junto con la extrema precariedad, las bases de la empleabilidad cuando
el empleo no se garantiza y tenerlo no garantiza nada. (...)
En nuestro caso actual cuando se deshilachan los vínculos construidos y
posados, tras siglos de movimiento obrero a lo largo de la gestación de
la sociedad salarial, se ofrece como sustituto a al pánico existencial
una solución que cuaja con el espíritu del éxito propio del
individualismo posesivo.
Solo hace falta acercarse a una estación de
tren para observar cómo convergen toda la batería de libros de autoayuda
junto con otros que te dan la receta del éxito, te ayudan a evitar a la
gente tóxica, a controlar las emociones, a invertir en bolsa o
panfletos que idolatran al llamado libre mercado.
Cuando el dolor y las
preguntas se viven en solitario y se elimina la dimensión social y la
posibilidad colectiva del cambio, únicamente queda tu persona, tu
pasado, tus debilidades y tus miedos como causa explicativa y como vía
para conseguir salir del pozo. (...)
Cuando tu vida es el trabajo, el trabajo y las necesidades de la empresa
absorben cualquier fijación temporal que pueda separar a una de la
otra. Siempre pendiente, siempre disponible, siempre priorizando las
exigencias de los resultados empresariales por encima de cualquier
contrato.
La propia actividad del trabajo se convierte de esta forma en
“su vida misma”, y ya no el medio con el que poder disfrutarla a pesar
de tener que trabajar. Ya no solo importa lo que sepas hacer, influye y
mucho lo que seas capaz de ser. (...)
Cuando todo el espacio cultural y comunitario se ve envuelto por la
forma que tiene la relación empresarial, deja de existir un tiempo
separado entre la vida y el trabajo, entre tus inquietudes como persona y
los objetivos de la empresa. “Ser tu propio jefe”, sea uno autónomo o
asalariado.
P -¿Qué papel desempeñan en los nuevos modos de trabajo y vida las nuevas tecnologías/redes sociales?
Los dispositivos tecnológicos y en especial el móvil se convierten en la nueva cadena de montaje, una cadena móvil que te conecta con el trabajo las 24 horas al día y te sitúa siempre en una posible oficina. Un pedazo de capital fijo que pertenece al propio trabajador, que lleva consigo casi como un apéndice de su cuerpo. Forman parte de la base material de un determinado modo de producir.
P -¿Qué papel desempeñan en los nuevos modos de trabajo y vida las nuevas tecnologías/redes sociales?
Los dispositivos tecnológicos y en especial el móvil se convierten en la nueva cadena de montaje, una cadena móvil que te conecta con el trabajo las 24 horas al día y te sitúa siempre en una posible oficina. Un pedazo de capital fijo que pertenece al propio trabajador, que lleva consigo casi como un apéndice de su cuerpo. Forman parte de la base material de un determinado modo de producir.
Las nuevas tecnologías permiten al
trabajo entrar en aquellos ámbitos más íntimos donde antes no podía
hacerlo, alteran los ritmos vitales y las distintas velocidades de cada
vivencia alisando el espacio de la explotación. Las nuevas tecnologías
tienen un fuerte impacto en las relaciones personales y afectivas,
incluso en las sexuales donde las exigencias del trabajo y el estrés
anulan aquello que Virginia Woolf entendía como un cuarto propio.
No
queda espacio autónomo libre de la posible interrupción de la
heteronomía acelerada que impone la competitividad empresarial. Las
piezas somos nosotros y nosotras, la cadena de montaje es la ciudad. Al
mismo tiempo, las tecnologías que no son categorías económicas, pueden
tener usos distintos como herramientas que permiten la organización del
trabajo conectado en contra del mando capitalista. (...)
P -Taylorismo, Fordismo, Toyotismo. ¿Qué significan estas palabras?
¿Tienen vigencia hoy? Si han caído en desuso, ¿piensas que hay alguna
que las sustituya para designar la organización del trabajo en el
presente?
Representan distintas formas de entender la organización del trabajo. El Taylorismo pone el acento en la parcelación del proceso de trabajo buscando realizar el máximo de tareas en el menor tiempo posible. Ford se apoyó en esta lógica y le sumo la cadena de montaje y la estandarización de las piezas, luego finalmente el Estado llevó el Fordismo y la racionalización del trabajo a un nivel superior de organización social.
Representan distintas formas de entender la organización del trabajo. El Taylorismo pone el acento en la parcelación del proceso de trabajo buscando realizar el máximo de tareas en el menor tiempo posible. Ford se apoyó en esta lógica y le sumo la cadena de montaje y la estandarización de las piezas, luego finalmente el Estado llevó el Fordismo y la racionalización del trabajo a un nivel superior de organización social.
El Toyotismo invierte el trabajo en
serie poniendo a los trabajadores a participar en la innovación del
propio proceso laboral, en la búsqueda de diversificar la oferta. Creo
que todas pueden estar presentes en la actualidad. Si por algo se define
la postmodernidad es por presentarse como una ensalada de la historia,
regida por una pauta cultural que acerca como nunca antes a la
ideología, la semiótica y la producción material. (...)
El foco, considero que debe ponerse en la búsqueda de seguridad material
en los ingresos y derechos que no vengan determinados por tener un
empleo.
Avanzar hacia una sociedad donde todos trabajen pero cada vez menos. Donde la flexibilidad no sea sinónimo de precariedad y el tiempo no esté sometido a las necesidades de maximizar beneficios y pagar la deuda.
Avanzar hacia una sociedad donde todos trabajen pero cada vez menos. Donde la flexibilidad no sea sinónimo de precariedad y el tiempo no esté sometido a las necesidades de maximizar beneficios y pagar la deuda.
Asumir un cambio en la composición del trabajo y de los y
las trabajadoras y buscar criterios de ciudadanía y bienestar acorde a
una realidad donde el trabajo excede los marcos que tenía el empleo para
integrar y producir.
P -A pesar de todo, ¿Consideras que el trabajo continúa siendo el factor clave de integración en la vida social, que hay un hilo que une al siervo medieval, al campesino de la historia moderna, al obrero de fábrica y al precario del siglo XXI?
El trabajo sigue cumpliendo formalmente el mismo papel que tenía anteriormente, pero materialmente eso es cada vez menos real. De ahí que en este sentido también podemos hablar de crisis constitucional y de una brecha abierta entre el baremo oficial que mide la riqueza producida a través del empleo y una realidad donde eso tiende a ser cada vez menos efectivo. (...)
P -A pesar de todo, ¿Consideras que el trabajo continúa siendo el factor clave de integración en la vida social, que hay un hilo que une al siervo medieval, al campesino de la historia moderna, al obrero de fábrica y al precario del siglo XXI?
El trabajo sigue cumpliendo formalmente el mismo papel que tenía anteriormente, pero materialmente eso es cada vez menos real. De ahí que en este sentido también podemos hablar de crisis constitucional y de una brecha abierta entre el baremo oficial que mide la riqueza producida a través del empleo y una realidad donde eso tiende a ser cada vez menos efectivo. (...)
El emprendedor no es una figura nueva, en todo caso se utiliza hoy de
manera novedosa como instrumento para explicar y construir un relato
desde arriba a la crisis de la sociedad salarial. Aunque quizás más que
de emprendedores, se debería hablar de emprendeudores, pues todas y
todos estamos obligados a pensar como empresarios, a vivir como
proletarios en una condena interminable que nos endeuda con quienes nos
lo deben todo." (Entrevista al sociólogo Jorge Moruno, Enric Llopis, Rebelión, 18/04/2014)
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