"La desigualdad no se ve a primera vista, porque los que tienen más y
los que tienen menos no suelen ir de la mano. Hay que ir a buscarla en
las estadísticas, y aun así, cuesta encontrarla porque a veces queda
enmascarada en los promedios.
Pero ahí está, avalada por un sinfín de
informes, como una realidad que se expande y que se está convirtiendo en
una amenaza. El aumento de las desigualdades es una de las principales
causas de los males que ahora mismo aquejan a Europa, entre ellos el
populismo, la xenofobia y los extremismos. Así lo constata el informe Combatir la desigualdad como palanca para el crecimiento y la creación de empleo
que acaba de ser presentado y se votará en la comisión de Empleo y
Asuntos Sociales del Parlamento Europeo en septiembre próximo.
El
informe propone que la lucha contra la desigualdad pase a ser una
prioridad del plan estratégico de la Unión Europea y sugiere una batería
de medidas que, de aprobarse, supondrían un salto importante en la
cohesión interna.
El ponente es el eurodiputado socialista español
Javi López, y como suele ser habitual en este tipo de informes, en su
elaboración han participado gran cantidad de expertos. El diagnóstico no
es complaciente. El aumento de las desigualdades ya era una poderosa
tendencia económica antes de la crisis, pero la recesión la ha
exacerbado.
El desempleo ha tenido un impacto brutal sobre la renta
familiar de los países del Sur y la erosión de las condiciones de
trabajo ha hecho crecer una nueva clase en toda Europa, la de los
trabajadores pobres que tienen empleo pero no les da para llegar a fin
de mes.
La participación de los salarios en el PIB ha caído cuatro
puntos en España desde el inicio de la crisis y también ha aumentao la
diferencia entre los salarios más altos y los más bajos. Antes de 2008
los altos eran 7 veces mayores que los bajos, y ahora son 11 veces.
La
desigualdad no solo erosiona la confianza social y el apoyo a las
instituciones, según el informe, sino que frustra la innovación y acaba
socavando la propia economía. El resultado es un creciente malestar
social que hay que atajar, según el informe, con medidas estructurales.
Entre ellas el informe propone una destinada a proteger a la parte más
vulnerable: la infancia. La pobreza infantil es una amenaza a largo
plazo para la cohesión, de ahí que proponga una renta mínima europea
para niños.
El informe muestra una gran preocupación por el
aumento de contratos de trabajo atípicos, con gran precariedad laboral,
bajos salarios y condiciones de explotación. Propone que una directiva
comunitaria regule el marco laboral común y asegure condiciones de
trabajo digno y de calidad para todos. En España, la crisis ha provocado
una especie de subasta a la baja.
Hay incluso quien trabaja gratis solo
para poder poner experiencia en el currículo, y se ha generalizado
trabajar más horas de las que se pagan para hacer méritos que luego no
suelen servir de nada porque las empresas que recurren a estas artimañas
no les importa tanto el capital humano como perpetuar las condiciones
de explotación." (Milagros Pérez Oliva, El País, 17/06/17)
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